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Gustavo Sosa Núñez

05/05/2019 - 12:03 am

Comentarios sobre la política ambiental en América del Norte

Al haber cambios en la estructura del TLCAN, era evidente la necesidad de actualizar el acuerdo ambiental. Al respecto, se ha presentado una versión que aún no es oficial (EPA, 2018) (pues se tiene que aprobar el T-MEC, como ya se comentó), pero que permite observar la dirección de la cooperación sobre medio ambiente en el contexto del libre comercio.

“Al haber cambios en la estructura del TLCAN, era evidente la necesidad de actualizar el acuerdo ambiental”. Foto: Nacho Ruis, Cuartoscuro

La actual Administración Federal de Estados Unidos llegó al poder proponiendo diversos argumentos contra México. La idea de construir un muro en la frontera entre ambas naciones (para buscar reducir el flujo migratorio argumentando motivos de seguridad) así como la propuesta de cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (sugiriendo una disparidad en beneficios comerciales y laborales en favor de México) son los ejemplos más claros de la postura que el titular del ejecutivo de ese país ha tenido hacia el nuestro desde los tiempos de campaña.

Ambas propuestas tienen implicaciones desde el plano medioambiental. La primera infiere alteraciones a los ecosistemas locales, al obstruir el libre tránsito de especies endémicas de animales en la zona fronteriza, erosionar el suelo en ambos lados de la frontera y, por ende, la flora de la región; además de fomentar la emisión de contaminantes atmosféricos y la alteración de flujos de agua naturales, entre otras afectaciones (National Geographic, 2019).

La segunda propuesta tiene implicaciones desde el plano de política pública. La renegociación de Tratado de Libre Comercio (TLCAN) ocasionó la aparición del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés, y T-MEC según el acrónimo decidido en México, Canadá también el propio), mismo que requiere aprobación de los congresos de los tres países; y que contempla la actualización del acuerdo ambiental paralelo que ha tenido el TLCAN en materia medio ambiental.

Dicho acuerdo ambiental, que data de 1993, ha servido de base para el desarrollo de tareas conjuntas tanto fronterizas como al interior de los países, además de mar adentro. Se han creado estructuras institucionales trilaterales que han dirigido y avalado los trabajos de diversa índole, mismos que han tenido forma de proyectos en los que también participa la sociedad civil. Así, destacan trabajos en torno a la generación de datos sobre contaminación industrial y contaminantes precursores del cambio climático, un atlas ambiental, monitoreo del cambio en la cobertura del suelo, áreas marinas protegidas, y la conservación de la mariposa monarca, entre otros diversos temas (véase CCA, 2018).

Al haber cambios en la estructura del TLCAN, era evidente la necesidad de actualizar el acuerdo ambiental. Al respecto, se ha presentado una versión que aún no es oficial (EPA, 2018) (pues se tiene que aprobar el T-MEC, como ya se comentó), pero que permite observar la dirección de la cooperación sobre medio ambiente en el contexto del libre comercio.

Si bien es cierto que se puede considerar como un logro el simple hecho de haber podido colocar un acuerdo renovado sobre cooperación ambiental en América del Norte, la realidad es que dicho instrumento presenta un programa atemporal de trabajo que incluye un listado de los proyectos y trabajos realizados previamente.

A menos que se repitan los proyectos, replicando los que ya han concluido, el acuerdo ambiental parece ser un texto políticamente correcto en una región geográfica que tiende a ir a contracorriente con respecto a la tendencia mundial de combate al cambio climático. De hecho, este concepto está ausente en el acuerdo de cooperación ambiental; lo que no sorprende, tomando en cuenta la postura bien conocida del gobierno estadunidense. El resultado es un retroceso en la agenda climática de la región que había cobrado fuerza en años anteriores con otras administraciones federales.

Aunado al acuerdo ambiental, el T-MEC contiene en sí mismo un capítulo sobre medio ambiente que busca garantizar la aplicación de la legislación ambiental en los tres países. Es robusto en esencia y contempla aspectos novedosos en el acuerdo comercial, al buscar la prevención y reducción de la basura marina, promover la gestión forestal sostenible, evitar la caza de ballenas con fines comerciales, y tipificar como delito grave el tráfico transnacional intencional de especies silvestres protegidas (Gobierno de la República, 2018).

Estos temas han sido también tratados en el contexto del acuerdo ambiental de 1993, lo cual da la impresión de que su inclusión en las nuevas disposiciones comerciales obedece a la delimitación de una cooperación ambiental ya abordada, alcanzable sin problema en el nuevo contexto comercial de la región. Esto también se puede apreciar desde otra perspectiva: que la referencia a temas ambientales específicos en el acuerdo ambiental y el T-MEC obedezca al establecimiento de puntos de partida para profundizar en la cooperación ambiental. ¿Cuál perspectiva es la correcta? Depende del cristal con que se mire.

 

Twitter:

@gssosan

 

Referencias:

  1. Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA). (2018). Herramientas y recursos. Disponible en: http://www.cec.org/es/herramientas-y-recursos [Acceso: 26 de abril de 2019].
  2. Environmental Protection Agency (EPA). (2018). Agreement on Environmental Cooperation among the Governments of the United States of America, the United Mexican States, and Canada. Unofficial Version. Disponible en: https://www.epa.gov/sites/production/files/2018-11/documents/us-mxca_eca_-_final_english.2.pdf [Acceso: 26 de abril de 2019].
  3. Gobierno de la República. (2018). Resultados de la modernización del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá. Capítulo 24: Medio Ambiente. Disponible en: https://www.gob.mx/tlcan/acciones-y-programas/resultados-de-la-modernizacion-del-acuerdo-comercial-entre-mexico-estados-unidos-y-canada?state=published [Acceso: 26 de abril de 2019].
  4. National Geographic. (2019). “Seis efectos negativos del muro de Trump en el medio ambiente”. 11 de enero de 2019. Disponible en: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2019/01/seis-efectos-negativos-del-muro-de-trump-en-el-medio-ambiente [Acceso: 26 de abril de 2019].

Gustavo Sosa Núñez
Doctor en Ciencia Política por la Universidad de East Anglia, en Norwich, Reino Unido. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Nivel 1. Sus intereses de Investigación incluyen el análisis de políticas​ públicas ambientales, sus resultados y procesos de convergencia a nivel regional. Actualmente es profesor investigador del Instituto Mora. Twitter: @gssosan / @institutomora

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