La productora que desarrollará la serie es Sunrise, que también participará en la nueva película de Katsuhiro Otomo, Orbital Era, tras quince años desde que realizara su última película de animación, Steam Boy, estrenada en 2004.
Madrid, 5 de julio (EuropaPress).– Akira es una de las películas de animación japonesas más importantes de la historia, así como una de las series de manga más importantes que se recuerdan. Por ello, es motivo de regocijo para los fans que el mangaka y director responsable de ambas creaciones, Katsuhiro Otomo, haya anunciado que está en marcha un nuevo anime de su obra homónima.
Tal y como anunció Otomo durante su panel del Anime Expo de Los Ángeles, este nuevo proyecto abarcará la totalidad del manga cyberpunk, que comenzó su publicación en 1984 y terminó de editarse en 1990. Aunque esta producción pudiera confundirse con un remake de la exitosa película estrenada en Japón en 1988, el anime adaptará todo el manga, algo que la cinta no hizo, ya que fue estrenada antes del fin de la publicación.
La productora que desarrollará la serie es Sunrise, que también participará en la nueva película de Katsuhiro Otomo, Orbital Era, tras quince años desde que realizara su última película de animación, Steam Boy, estrenada en 2004. Junto al anuncio, también se presentó el teaser de una remasterización en 4K de la película, que llegará a Japón el 24 de abril de 2020.
Akira se ambienta en un Tokyo post-apocalíptico, Neo-Tokyo, años después de una explosión nuclear que dejó a la ciudad en desastroso estado. La obra relata la historia de Kaneda y Tetsuo, dos jóvenes miembros de una banda de motoristas al margen de la ley, que se verán envueltos en un extraño entramado en el que Tetsuo conseguirá habilidades espeluznantes que podrían poner en peligro no sólo a Neo-Tokyo, sino a toda la humanidad.
Por su parte, Taika Waititi, director de Thor: Ragnarok, prepara una adaptación de imagen real de la obra de Otomo. La nueva cinta que prepara Waititi, que prevé su estreno para 2021, no tendrá a actores occidentales, pues el director no quiere “blanquear” la historia y busca, por ello, a intérpretes asiáticos.