Author image

Hilda García

05/09/2013 - 12:00 am

Se mueven las aguas

Las aguas comienzan a revolverse y los pescadores a movilizarse. Mientras, Estados Unidos todavía muestra su molestia con México por la liberación del narcotraficante Rafael Caro Quintero. Pareciera un poco esquizofrénica su administración, pues ahora tendrán que comenzar a flexibilizarse ante lo que ya es el inminente camino a la legalización del uso de la mariguana […]

Las aguas comienzan a revolverse y los pescadores a movilizarse. Mientras, Estados Unidos todavía muestra su molestia con México por la liberación del narcotraficante Rafael Caro Quintero. Pareciera un poco esquizofrénica su administración, pues ahora tendrán que comenzar a flexibilizarse ante lo que ya es el inminente camino a la legalización del uso de la mariguana con fines medicinales y recreativos en ese país y, por qué no decirlo, quizá en México.

Ante los prácticamente ya 20 estados de la Unión Americana que han legalizado la mariguana para usos medicinales y más recientemente con las nuevas disposiciones de Washington y Colorado, el Departamento de Justicia declaró que no luchará en contra de las leyes que la legalicen y que se concentrará en combatir el narcotráfico y en la prevención del consumo en menores.

El pasado 6 de noviembre, los estados de Washington y Colorado mostraron que más allá de los usos medicinales, no estarían invirtiendo tiempo, dinero y agentes en perseguir gente que consuma la droga hasta entonces prohibida. De hecho, en estas entidades no sólo se habla de lo que es el consumo. Se permite la legalización y regulación de la producción, posesión y distribución de la mariguana para personas mayores de 21 años, e impone un impuesto de un 25% sobre el producto. El consumo de mariguana ya es legal en California y en otras 15 entidades de Estados Unidos, además del Distrito de Columbia, pero solamente con fines medicinales.

Así que el que esas dos entidades de las 50 que conforman el país hayan aprobado la legalización de la mariguana con fines sociales abre la puerta no sólo a la legalización de un mercado hasta entonces prohibido, sino que pone en jaque las funciones del Departamento de Justicia en materia de narcotráfico. ¿De qué manera es que se establecerán acuerdos internacionales cuando se tienen leyes locales que parecen cobrar más fuerza numérica conforme pasa el tiempo?

Esta misma semana, en Orlando, la organización People United for Medical Marijuana recogió unas 150 mil firmas de residentes que apoyan la legalización de la mariguana para uso medicinal en Florida. Debido a cómo se conforman las leyes en Estados Unidos y al respeto que hay por los marcos legales en lo federal y lo local, el gobierno de Barack Obama no puede prohibir la voluntad de los ciudadanos en estas entidades. Estaría fuera de toda lógica en el espíritu del vecino del norte. Washington y Colorado abren la posibilidad de que haya un hueco para los mercados, la producción, el consumo y la venta de la mariguana, a pesar de que el gobierno oficial tenga otras medidas o políticas firmadas a nivel federal y bilateral con países como México.

¿Cómo se organizarán no sólo los cuerpos encargados de la justicia y del combate a las drogas? ¿De qué manera los legisladores podrán revisar y aprobar asuntos relacionados con la regulación y el combate de las drogas?

A pesar de que la Ley de Sustancias Controladas establece que la mariguana sigue siendo ilegal, las energías del gobierno de Estados Unidos se concentrarán en  prevenir la distribución a menores de edad, prevenir que se conduzca bajo la influencia de drogas, detener el tráfico de drogas por parte de pandillas y cárteles, y evitar que se cultive la mariguana en territorios públicos.

Sin embargo, no sólo las cosas se mueven en Estados Unidos. México también comienza un debate que, como vemos en el caso de nuestro vecino del norte, no sólo tiene una implicación el consumo con fines medicinales o recreativos. Esto abre una puerta para hablar de cuestiones económicas, impuestos, coordinación, cambio de visión en los legisladores y, por supuesto, el choque entre entidades que aprueben o no el consumo o hasta la producción y distribución como lo hicieran Washington y Colorado en Estados Unidos.

A través de su Centro, el ex Presidente mexicano Vicente Fox organizó en julio de este año el Simposio Estados Unidos-México sobre legalización y uso médico de cannabis, con la participación de personalidades académicas, políticas y de salud de ambos países. El debate fue organizado por el Centro Fox y apoyado por Jamen Shielvy, ex director de Microsoft, quien expresó su interés de participar económicamente en la comercialización de la mariguana.

A nivel internacional, la Organización de Estados Americanos (OEA) y varios países de la región se han sumado al debate sobre la despenalización de la droga, incluidos algunos que son productores como Colombia, Ecuador y Bolivia. De acuerdo con dicho organismo, una cuarta parte de los consumidores de mariguana de todo el mundo se encuentra en el continente.

Uruguay, por su parte, está por aprobar una ley que permite, en ciertas condiciones, el auto cultivo y la comercialización de mariguana. A su vez, los representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) discutieron sobre una posible legalización de la mariguana en la capital de México. Durante el Foro sobre Políticas Públicas en Materia de Drogas para la Ciudad de México, el representante de la OEA en México, Aníbal Enrique Quiñonez, consideró positivo el debate sobre el tema en la capital, pues la producción ilegal de drogas impacta en la economía y en la gobernabilidad del área. Y para este mismo mes el PRD propondrá la legalidad de la mariguana en la capital mexicana para consumirla con total normalidad y portar 25 gramos. Esto abriría el camino a la legalización de la mariguana en México.

Estamos hablando entonces del consumo, ¿pero qué pasa en cuánto al narcotráfico? Faltaría hablar de las disposiciones legales en materia de producción, distribución, comercialización, pago de impuestos, prevención. ¿Qué pasaría con los detenidos por delitos relacionados con la distribución, consumo y comercialización? Parece que tendremos que comenzar a ver más allá de la necesidad de legalizar el consumo de la mariguana. Hay todo un marco jurídico, de pensamiento, de políticas públicas y económicas que no bastan con decir sí al consumo.  Aprendamos de la encrucijada en la que se encuentra el Gobierno de Obama y las instituciones encargadas de sancionar el consumo de mariguana en el país. Veamos cómo se resuelve el entramado federal versus el local o viceversa. Se van moviendo las aguas y comienzan a revolverse los intereses.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video