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El Congreso de EU va por Trump: redactará los cargos para juicio político; abusó del poder: Pelosi

05/12/2019 - 8:38 am

La solicitud de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata de más alto rango en el Gobierno del país se produjo un día después de que este miércoles comenzara en el Comité Judicial de la Cámara Baja la segunda fase de la investigación para un juicio político contra Trump.

Después de dos semanas de audiencias públicas dirigidas por el Comité de Inteligencia de la Cámara, encargado de hallar pruebas en el comportamiento de Trump para iniciar un juicio político contra él, ahora es el turno del Comité Judicial, para definir si esas ofensas son suficientes o no para continuar con el proceso.

-Con información de Lisa Mascaro, Mary Clare Jalonick y Eric Tucker, AP

WASHINGTON (AP/EFE).— La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció el jueves que la cámara procederá a redactar los cargos para un juicio político al Presidente Donald Trump. “Lo que está en juego es nuestra democracia”, dijo Pelosi. “El Presidente no nos deja otra opción que actuar”.

Durante una intervención desde el Congreso, remarcó que Trump “abusó de su poder para su propio beneficio político personal a expensas de la seguridad nacional” de Estados Unidos.

Asimismo, afirmó que “las acciones del Presidente han violado gravemente la Constitución” y aseguró que toma la decisión con “tristeza y humildad”.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, habla durante la ceremonia de encendido del árbol de Navidad del Capitolio, 4 de diciembre de 2019, en Washington. Foto: José Luis Magaña, AP

La solicitud de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata de más alto rango en el Gobierno del país se produjo un día después de que este miércoles comenzara en el Comité Judicial de la Cámara Baja la segunda fase de la investigación para un juicio político contra Trump.

Después de dos semanas de audiencias públicas dirigidas por el Comité de Inteligencia de la Cámara, encargado de hallar pruebas en el comportamiento de Trump para iniciar un juicio político contra él, ahora es el turno del Comité Judicial, para definir si esas ofensas son suficientes o no para continuar con el proceso.

Una vez se redacten los cargos, y previa aprobación del Comité, se someterá a votación en el pleno de la Cámara de Representantes, donde se espera que salga adelante sin problemas dada la confortable mayoría de los demócratas en la cámara de 235 frente a 199.

No hay fecha por el momento para esta votación, pero se prevé que se realice antes del final del año.

El segundo y último capítulo del juicio político tendrá lugar en el Senado, donde los republicanos cuenta con una ligera mayoría de 53 escaños frente a 47 de los demócratas.

No obstante, las leyes exigen para que un proceso de destitución salga adelante que se dé el respaldo de dos tercios de la Cámara Alta, por lo que sería necesario el voto a favor de la destitución de Trump de una veintena de senadores republicanos, algo altamente improbable.

El actual Presidente republicano se convierte así en el cuarto inquilino de la Casa Blanca que encara un juicio político, del que salieron airosos en su momento Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), y que forzó a renunciar a Richard Nixon (1969-1974) antes de que se produjera.

El miércoles, Pelosi se reunió a puertas cerradas con el bloque demócrata para preguntar, “¿están preparados?”. La respuesta fue un estruendoso sí, de acuerdo con los presentes.

Los demócratas están acelerando el proceso para votar sobre la destitución del 45to Presidente alrededor de Navidad, una situación que Pelosi esperaba evitar, pero que ahora parece inevitable.

Tres especialistas en derecho constitucional declararon el miércoles ante la Comisión Judicial de la Cámara Baja que los intentos de Trump de lograr que el Gobierno ucraniano investigue a sus rivales demócratas fundamentan un juicio político.

Un cuarto especialista, convocado por los republicanos, advirtió que no se debe acelerar el proceso, que éste sería el juicio político más breve de los tiempos modernos y el más “parco” en pruebas, lo que sentaría un precedente peligroso.

Se denuncia a Trump por abusar del poder de su cargo, anteponer sus intereses políticos a la seguridad nacional, e intentar sobornar a Ucrania al retener 400 millones de dólares de ayuda militar aprobada por el Congreso, además de obstruir la investigación.

En la Cámara Baja, los demócratas dicen que cumplen con su deber, en tanto los republicanos dicen que todo el proceso es un fraude. Y en la Cámara Alta, senadores de ambos partidos conferenciaron discretamente, preparándose para un eventual juicio a Trump.

LAS AUDIENCIAS PARA EL JUICIO POLÍTICO

La siguiente fase de la investigación hacia un probable juicio político al Presidente Donald Trump pasó la víspera a la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara Baja, con audiencias públicas donde comparecieron profesores de Derecho que hablaron sobre los orígenes constitucionales del poder del Congreso en relación con el juicio político.

Tres de los abogados fueron escogidos por demócratas y uno por republicanos. Los expertos estuvieron divididos al igual que la comisión, bajo líneas partidistas, sobre si Trump cometió un delito punible con juicio político cuando pidió al Presidente de Ucrania que investigara a su rival político Joe Biden.

Los argumentos en torno a la Constitución fueron frecuentemente interrumpidos por peleas partidistas entre los miembros de la comisión. Estos son algunos de los puntos más destacados hasta ahora:

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INTERRUPCIÓN REPUBLICANA

Los republicanos aliados con el Presidente usaron la audiencia para forzar una votación de procedimiento y aplazar el proceso, creando una atmósfera desordenada, incluso con el recuento académico de los profesores sobre los principios constitucionales.

Los miembros republicanos interrumpieron al presidente de la comisión, el demócrata Jerrold Nadler, y a los expertos que testificaron, pidiendo más testigos republicanos, un aplazamiento de la audiencia y que se llame a testificar a Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja. Schiff encabezó la investigación sobre los tratos de Trump con Ucrania.

El republicano de mayor rango en el panel, Doug Collins, dijo que el proceso era un “fraude”. Y agregó que la comisión había quedado rezagada porque otros paneles dirigieron la investigación de juicio político.

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DELITOS Y FALTAS GRAVES

Los cuatro profesores de leyes dieron algunas clases de historia durante la audiencia, al hablar sobre los fundadores de la patria y la monarquía británica, de la Convención Constitucional del siglo XVIII y los procesos de juicio político del siglo XX contra los presidentes Richard Nixon y Bill Clinton.

Su testimonio también tuvo un propósito contemporáneo, a la vez que los demócratas trataron de reforzar sus argumentos en favor de un juicio político al invitar a expertos constitucionales independientes para que establezcan que Trump cometió un delito punible con juicio político.

Tres de los testigos dejaron en claro que ellos pensaban que la conducta de Trump cumplía con la definición de abuso de poder que los creadores de la Constitución tenían en mente cuando escribieron sobre las causas que podrían llevar a la destitución de un mandatario. Dijeron que la interacción del Presidente con Ucrania equivalía a faltas o delitos graves, el estándar de juicio político establecido en la Constitución.

“Si de lo que estamos hablando no justifica un juicio político”, dijo Michael Gerhardt, profesor de leyes de la Universidad de Carolina del Norte, “entonces nada lo es”.

El único que estuvo en desacuerdo fue Jonathan Turley, de la Universidad George Washington, quien dijo que, aunque no era simpatizante de Trump, cree que el caso contra el presidente era legalmente débil y advirtió que podría “derrumbarse” debido a que carece de intención delictiva.

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