Al lavarla, se estiran las fibras en algunas telas, por lo que es fundamental hacerlo con cuidado y saber que tienen una vida útil. Una vez pasada esta, ya no sirven. Habitualmente, suelen aguantar treinta lavados, y si se usan más tiempo, pierden forma, elasticidad y eficacia.
Ciudad de México, 5 de diciembre (AS México).- Desde que comenzó la pandemia, las mascarillas se han vuelto indispensables en nuestro día a día. Unas de las más utilizadas son las mascarillas higiénicas reutilizables, así como las quirúrgicas o las FPP2.
Sin embargo, es necesario prestar atención a diversas señales que muestran cuándo una mascarilla no está filtrando de forma segura las gotículas respiratorias que propagan la enfermedad.
Un reportaje realizado por la edición estadounidense del Huffington Post y traducido a la versión español mostró los signos que indican que es necesario cambiar este equipo de protección individual al no estar cumpliendo con su función esencial.
GOMAS GASTADAS
Las gomas con las que la mascarilla se sujeta en las orejas son las primeras en deteriorarse, especialmente si han pasado por las secadoras.
NO SE AJUSTA A LA CARA
En caso de que la mascarilla quede floja por la zona que cubre nariz y boca, será necesario sustituirla. Existen dos opciones: reemplazar el elástico o tirarla.
HILOS SUELTOS, AGUJEROS O RASGADURAS
Si se da alguna de esas circunstancias, hay que tirar la mascarilla. No se debe utilizar con rasgaduras porque el virus puede entrar y salir.
MANCHAS QUE NO SALEN
Las manchas son señal de que las mascarillas están desgastadas. Son un signo de uso excesivo y se recomienda su reemplazo.
LA TELA MÁS FINA
Cuantos más lavados se hacen, los materiales se hacen más delgados. Esto se traduce en una menor barrera de protección, más débil, por lo que aumenta el peligro de contagio al estar desgastada la tela.
NO SE HAN SEGUIDO LAS INSTRUCCIONES DE LAVADO
Es importante lavarla correctamente. Para ello, se deben seguir las indicaciones específicas de cada etiqueta, puesto que lo que vale para una mascarilla puede no valer para otra.
MÁS DE 30 LAVADOS
Al lavarla, se estiran las fibras en algunas telas, por lo que es fundamental hacerlo con cuidado y saber que tienen una vida útil. Una vez pasada esta, ya no sirven. Habitualmente, suelen aguantar treinta lavados, y si se usan más tiempo, pierden forma, elasticidad y eficacia.