Buenos Aires, 6 mar (EFE).- La madre de una joven secuestrada, cuyo caso se convirtió en un emblema de la trata de personas en Argentina, declaró hoy ante un tribunal oral que los captores dieron pistas falsas sobre el paradero de la joven para complicar la investigación.
“La hacían aparecer por todos lados”, testificó hoy Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles “Marita” Verón, al relatar cómo le llegaban diversos datos falsos sobre el posible paradero de su hija, secuestrada en la norteña provincia argentina de Tucumán el 3 de abril de 2002, cuando tenía 22 años.
En la búsqueda de su hija, a pesar de las pistas falsas, Trimarco descubrió evidencias de redes de trata que operan en las provincias argentinas de La Rioja, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba y Santa Cruz y logró el rescate de más de un centenar de víctimas.
Durante la jornada de hoy en este juicio que se sigue a trece personas por la desaparición de “Marita”, Trimarco debió responder a preguntas de los abogados defensores.
En algunos tramos del interrogatorio, la mujer se defendió ante lo que calificó como intentos de hacerle confundir por parte de los defensores.
“Hicimos todo por mi hija. Muchas veces nos repartíamos la búsqueda. Acuérdense que me hice cargo de mi nieta”, dijo Trimarco, que cuida a la hija de “Marita”, hoy de 13 años.
Durante sus comparecencias previas en este juicio, que se inició el mes pasado, Trimarco relató detalles de cómo secuestraron a su hija, a qué sitios le llevaron y aseguró que a la joven incluso le apuñalaron, la violaron, fue obligada a tener un hijo con uno de sus presuntos captores y drogada para forzarla a prostituirse.
Trimarco creó en octubre de 2007 una fundación que acoge a víctimas de la trata de personas y lucha por la recuperación de cerca de 600 personas que fueron secuestradas por traficantes y son buscadas por sus familiares.
La madre de “Marita” es un referente en Argentina de la lucha contra la trata de personas y su cruzada inspiró hace cuatro años una exitosa telenovela, “Vidas robadas”, que concienció sobre un fenómeno del que hasta entonces hablaba poco la opinión pública argentina. EFE
