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Ricardo Ravelo

06/09/2019 - 12:05 am

ORFIS-Veracruz: Las cartas marcadas de Cuitláhuac

La fiebre por ocupar la titularidad del ORFIS en Veracruz es altísima: en la lista había 62 aspirantes, pero ahora sólo quedan 54, de donde el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez elegirá una terna que será enviada al Congreso del estado este fin de semana para que en unos días más se designe al nuevo titular del órgano fiscalizador.

Nada fácil será la tarea del nuevo fiscalizador, pues deberá optar entre la transparencia –que es una exigencia social– o la incondicionalidad con el Gobernador, quien a fin de cuentas será el que decida. Foto: Cuartoscuro.

En el estado de Veracruz siguen las tempestades: Después del estruendo generado por la tragedia en “El Caballo Blanco”, el prostíbulo de Coatzacoalcos donde murieron quemadas 30 personas, sobrevino, intempestivamente, la caída del “Fiscal carnal” –Jorge Winkler–, el empleado de Miguel Ángel Yunes Linares a quien presuntamente se le vincula con la delincuencia organizada y ésa, se afirma, habría sido la causa de su destitución. En resumen, era un estorbo para la sana procuración de justicia que exigía el Gobernador Cuitláhuac García.

El ex Fiscal alega que el madruguete orquestado en la Comisión Permanente para destituirlo fue ilegal, pero a juicio de algunos legisladores veracruzanos el ex funcionario sale ganando si no lo meten a la cárcel porque tanto la Marina como la Sedena cuentan con un amplio expediente donde aparece la lista de los presuntos delincuentes que él protegía desde la Fiscalía del estado.

Pero esto ya es historia.

Ahora, el Congreso local se apresta a nombrar al nuevo titular del órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), el organismo responsable de vigilar el correcto uso del presupuesto en el estado, que actualmente preside Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, un personaje que está generando polémica porque se asegura que lo envuelve el ansia imperiosa de reelegirse en el cargo por otros 7 años a pesar de estar impedido por la ley.

Portilla Vázquez tiene una historia sucia en Veracruz: en 2014 se afilió al PRI y en alguna etapa de su carrera manejó las finanzas de ese partido, lo que le impedía desempeñarse como titular del ORFIS porque la ley exige neutralidad y él ha violado ese principio.

Además, desde el 2012, cuando arribó al cargo, se encargó de proteger el despilfarro de dinero durante el Gobierno de Javier Duarte e hizo lo propio en el bienio 2016-2018 que encabezó Miguel Ángel Yunes Linares. En pocas palabras, Portilla Vázquez ha sido la tapadera de dos gobernadores que se enriquecieron a manos llenas. (Yunes ahora busca apropiarse del control del PAN en Veracruz –este sábado 7 son las elecciones estatales –con el propósito de alcanzar el ansiado objetivo de imponer a su hijo como candidato a Gobernador en el 2024 si es que no se lo impide la Fiscalía General de la República, donde existen sendos expedientes por lavado de dinero, delincuencia organizada y enriquecimiento ilícito)

Portilla Vázquez ahora busca afanosamente quedarse otro periodo de siete años, pero existe una fuerte oposición en su contra: la prensa veracruzana ha documentado las razones legales por las que no puede reelegirse. Se afirma que la noche del miércoles 4 habría recapacitado respecto del impulso de poder que lo atenaza cuando un amigo cercano le pidió prudencia. Y el funcionario reflexionó y decidió que la mejor decisión es no competir. Y es que de ser esta la decisión de Portilla Vázquez, se estaría ahorrando muchos problemas, el principal, sobre todo, no terminar sus días en el penal de Pacho Viejo por la cauda de anomalías que ha cometido al servir de tapadera de ex gobernadores y alcaldes que se embolsaron millones entre 2012 y lo que va de este año. La otra versión que circula es que Portilla continuaría sólo si el Gobernador así lo decide, así aprovecharía su experiencia de tapadera mostrada en los últimos siete años.

La fiebre por ocupar la titularidad del ORFIS en Veracruz es altísima: en la lista había 62 aspirantes, pero ahora sólo quedan 54, de donde el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez elegirá una terna que será enviada al Congreso del estado este fin de semana para que en unos días más se designe al nuevo titular del órgano fiscalizador.

Entre los 54 aspirantes –no todos tienen amplia currícula– existen perfiles que no reúnen los requisitos para ocupar el encargo. Sin embargo, existen profesionales en la materia que pueden ser una opción extraordinaria. Es el caso de Sergio Vázquez Jiménez, un personaje con larga trayectoria. Pertenece al Colegio de Contadores Públicos de Xalapa, tiene amplia experiencia en garantizar la transparencia en el manejo de los recursos públicos y así lo ha expresado públicamente. Es un hombre con excelentes credenciales, pues, que debe ser tomado muy en cuenta ahora que la sociedad exige rigor y honestidad en el manejo de los dineros púbicos.

Entre sus propuestas destaca la transformación del ORFIS en un organismo que dé certeza y confianza en momentos en que esta dependencia ha perdido toda credibilidad con Portilla Vázquez.

En sus promocionales difundidos a través de las redes sociales, Vázquez Jiménez busca la titularidad del ORFIS porque tiene capacidad de servicio y desea –dice– trabajar para garantizar que la aplicación de los recursos públicos se realicen con transparencia.

En otras palabras, este aspirante no será tapadera del Gobernador ni de ningún otro funcionario, que es justamente lo que se necesita en estos momentos en que la sociedad veracruzana ha dejado de creer en los funcionarios públicos debido a las frustraciones derivadas de malos ejercicios en la tarea de gobernar, como fue el caso de los últimos dos gobernadores: Duarte y Yunes.

Pero con base en la lista que dispone el Gobernador de Veracruz habría que revisar si lo que realmente quiere es transparencia en el manejo de los recursos o un incondicional en ese encargo porque aparecen nombres que no propiamente garantizarían esa sana distancia con el ejecutivo debido a su cercanía:

Uno de ellos es el ingeniero Alejandro Castellano, quien además de compartir la misma profesión con Cuitláhuac García tiene una relación de amistad muy estrecha: esta condición, sin duda, no garantizaría la rigurosa transparencia que requiere el ORFIS a fin de generar confianza y certeza entre la gente.

No es todo: en la lista de aspirantes a encabezar el ORFIS se asegura que hay una mujer a quien consideran “la buena” porque también está en el ánimo del Gobernador. Se trata de Delia González Cobos. Tiene un amplio curriculum: es licenciada en derecho y maestra en derecho por la UNAM.

En el sector público trabajó como asesora en la Comisión de Gobierno de la I Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y como Secretaria Técnica de la Comisión de Equidad y Género de dicho órgano.

Además, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y en la Procuraduría Fiscal de la Federación se desempeñó como directora de legislación y en el SAT –Administración Local Jurídica de Oriente– defendió los intereses del fisco federal en la Subadministración de Asuntos Especiales.

En el Congreso del estado de Veracruz es considerada como otra de las cartas especiales del Gobernador Cuitláhuac García, pero también se afirma que es incondicional del mandatario, lo que daría al traste con la llamada transparencia porque desde el ORFIS estaría maniatada.

En este caso la responsabilidad será del Congreso. Si los diputados eligen a uno de los consentidos de Cuitláhuac muy probablemente estarían obedeciendo a la línea del mandatario y no defenderían los intereses del pueblo, como ellos suelen presumir. Tienen dos caminos: U optan por la incondicionalidad al elegir a un fiscalizador a modo, proclive a los intereses de Cuitláhuac García Jiménez, o bien eligen a un personaje neutral que garantice el cumplimiento de la ley y no se convierta en otro instrumento del poder como lo fue Lorenzo Antonio Portilla, quien en siete años se erigió en un verdadero protector de la corrupción institucional.

Nada fácil será la tarea del nuevo fiscalizador, pues deberá optar entre la transparencia –que es una exigencia social– o la incondicionalidad con el Gobernador, quien a fin de cuentas será el que decida. La discusión en el Congreso se antoja como un mero trámite, como ocurrió la semana pasada con la decisión de correr a Jorge Winkler por ineficaz. Nadie duda que el mandatario marcará la línea a seguir a los legisladores veracruzanos. Así, el nuevo titular del ORFIS, que seguramente será nombrado la próxima semana, enfrentará todo un desafío.

 

 

 

 

 

 

Ricardo Ravelo
Ricardo Ravelo Galó es periodista desde hace 30 años y se ha especializado en temas relacionados con el crimen organizado y la seguridad nacional. Fue premio nacional de periodismo en 2008 por sus reportajes sobre narcotráfico en el semanario Proceso, donde cubrió la fuente policiaca durante quince años. En 2013 recibió el premio Rodolfo Walsh durante la Semana Negra de Guijón, España, por su libro de no ficción Narcomex. Es autor, entre otros libros, de Los Narcoabogados, Osiel: vida y tragedia de un capo, Los Zetas: la franquicia criminal y En manos del narco.

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