Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).– El Presidente Enrique Peña Nieto visitó a su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, en medio de una crisis de inseguridad en México y de credibilidad en su gobierno. El tema de la violencia fue abordado superficialmente en sus conversaciones, pero no fue desapercibido por cientos de ciudadanos mexicanos y estadounidenses, quienes protestaron contra el mandatario mexicano por el caso Ayotzinapa en al menos 15 ciudades del país vecino.
Desde primera hora, un grupo de ciudadanos mexicanos y estadounidenses arribaron a las inmediaciones de la Casa Blanca en Washington DC, para decirle a Peña Nieto que no era bienvenido en ese país y para exigirle a Obama, como contribuyentes al gobierno de Estados Unidos, que deje de apoyar al gobierno mexicano por medio del Plan Mérida o la Iniciativa Mérida.
Al tiempo en que ocurrían las protestas de residentes y ciudadanos, Obama y Peña Nieto ofrecían una conferencia de prensa donde el tema de seguridad fue mencionado una vez por cada líder.
Obama aseguró que “en Estados Unidos hemos seguido con preocupación los eventos trágicos que atañen a los estudiantes. Nos entristecen que se hallan perdido esas vidas. Nosotros queremos recalcar nuestro compromiso de ser amigos de México […] para de tal manera poder eliminar el flagelo de los cárteles de droga, la tragedia que constituye esto para México”.
También expuso que pretende ser “un buen aliado y desde luego tendrá que ser el pueblo mexicano a través de la procuración de justicia que se encargue de eliminar este flagelo”.
Peña Nieto agradeció al Presidente Obama la disposición que ha mostrado y que ha confirmado “para seguir trabajando en tema de seguridad ante el claro reto que tiene México de combatir con mayor eficacia y contundencia al crimen organizado”.
“En este tema ha habido colaboración, intercambio de información y apoyo logístico para hacer nuestra labor en materia de seguridad; sin embargo, ha habido un claro ofrecimiento para seguir apoyando y respaldando estas acciones que nos permitan ser mucho mas continentes y eficaces en el combate a la inseguridad y sobre todo al crimen organizado”, dijo el Jefe del Ejecutivo federal.
PROTESTAS
Mientras Obama y Peña Nieto estaban reunidos en el Despacho Oval, afuera una comunidad proveniente de Nueva York también se pronunció en contra de la visita de Peña Nieto y la exigencia a su mandatario para cesar con el Plan Mérida, que otorga recursos del presupuesto del gobierno estadounidense a México para luchar contra el narcotráfico.
Nancy, una integrante de la Coalición por Ayotzinapa en ese estado, exigió a Obama “poner alto a su Plan Mérida. Con esta ayuda militar y financiera está también contribuyendo a la violación de derechos humanos de nuestro país. La Ley Leahy estipula que el gobierno de Estados Unidos no debe proveer armas ni adiestramiento ni ninguna ayuda financiera a un gobierno corrupto que comete violaciones a los derechos humanos. Y en México, el gobierno está cometiendo violaciones de derechos humanos porque viola, secuestra, asesina a los líderes activistas. Él tiene el 100 por ciento de culpabilidad de todo lo que está pasando en México”.
Por su parte José Luis Ávila, esposo de Nestora Salgado, una ciudadana estadounidense presa desde hace 16 meses en el penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, viajó desde Seattle a Washigton D.C. para acusar que Estados Unidos “ha sido muy complaciente con el gobierno de México. Se han enviado varias cartas al Secretario de Estado John Kerry, a las cuales les ha hecho caso omiso. La única respuesta que nos han dicho es que están trabajando de cerca el caso”.
Frente a la Casa Blanca, ciudadanos apoyaron a José Luis, quien también dijo sentirse afectado por el caso de los normalistas, pues ellos fueron los primeros en exigir la libertad de su esposa cuando ésta fue detenida en agosto de 2013.
“Cuando mi esposa fue arrestada, tres días después, los estudiantes se lanzaron a la calle a denunciar su libertad”, dijo. Luego mostró una fotografía de uno de los estudiantes normalistas bloqueando una carretera para demandar la libertad de su esposa.
José Luis también preguntó: “¿A qué viene Peña Nieto aquí? ¿A buscar apoyo de Obama y su gabinete, el apoyo que no tiene con el pueblo de México? ¿A eso viene? ¿Con toda su bola de corruptos?.
Recordó que su esposa no es el único caso. “Tenemos al doctor Mireles [José Manuel Mireles Valverde], ahora a Hipólito [Mora Chávez]. Tenemos a muchos que por el simple hecho de defender su vida están presos ¿Tienes que dejar que te maten?”.
Insistió en el cese del Plan Mérida “ese plan que sólo ha servido para hacer de México una tumba clandestina. Por favor hay que unirnos. yo vengo desde Seattle. hay otros que vienen de Los Ángeles, de Chicago, de Nueva York, pero todos somos víctimas del gobierno que tenemos”.
“Como ciudadanos de Estados Unidos tenemos que exigirle al señor Obama que cese de ser complaciente con México. No puede ser que ahorita 43 estudiantes desaparecidos y con más de 100 mil muertos, Estados Unidos no tenga posición con el gobierno de México. ¿Por qué será? porque todos los recursos se los están poniendo en bandeja de plata. Hay que unirnos en demandar justicia ya”, finalizó.
A lo largo del día, las manifestaciones se realizaron en al menos 15 ciudades más.
En Chicago, decenas de ciudadanos cerraron el Consulado para ofrecer información a las personas que se acercaban. En Seattle un grupo de danzantes hizo una demostración de sus bailes y también se dijeron consignas en contra del gobierno de Peña Nieto.
