No habían pasado ni 30 minutos de que se hubiera hecho el silencio absoluto en la casa donde estaba viendo el partido de México contra Holanda, cuando recibí una foto de un aficionado en el ángel de la independencia, totalmente vacío, y un mensaje que decía “¿Dónde están todos? Me salí 5 min antes”. No sabía si era muy pronto para ese tipo de bromas, pero sí me sacó una sonrisa. Siempre he pensado que en el tema del humor, el pueblo mexicano es muy creativo, ocurrente e irreverente.

Antes del partido del domingo pasado, pasé a comprar algunas cosas y el ambiente era de emoción por todos lados. Nunca hubiera pensado que unas horas después México iba a estar de luto. No lo quisiera llevar al extremo de llamarlo una tragedia nacional, pero si medimos la popularidad que tiene el futbol en nuestro país, podemos decir que el ambiente general era de tristeza y frustración. Pero la capacidad de buscar el humor para darle la vuelta a ese sentimiento ha sido impresionante.

Ya lo decía en este mismo espacio cuando empezó el mundial. El pueblo mexicano es algo difícil de explicar. Tienes que formar parte para poder entenderlo, y aun así a veces nosotros mismos no entendemos por qué hacemos lo que hacemos. Pero lo disfrutamos. Las ocurrencias de los mexicanos para burlarse de nuestras propias situaciones se han convertido en una medicina para todos.

A una semana de que México fuera eliminado por Holanda y de que Arjen Robben hubiera fingido una caída dentro del área de Ochoa engañando al árbitro para que marcara el penal que les dio la victoria a los holandeses, la cantidad de burlas que se han desatado al respecto son incontables. Las redes sociales se han atascado de los famosos “memes” con distintas imágenes y la ya muy conocida frase de “no era penal”. Es una forma única de ser de los mexicanos.

¿Quién que hace uso de las redes sociales o en los medios de comunicación masiva no ha disfrutado de todas las imágenes que se han creado a raíz de la derrota de México? Me he divertido viendo la foto de un niño triste sentado afuera de su casa con un mensaje de “orita no me hablen” y la del Piojo Herrera aventando a Robben a las vías del metro. También existe ya una imagen de Robben aventándose de la quebrada de Acapulco y una gran cantidad de fotos de todo tipo con el mensaje de “no era penal. Esa frase ya se escucha en tono de broma en los restaurantes, pasillos y en la tele. Decirla fuera de contexto se ha vuelto una práctica muy popular de los mexicanos en los últimos días. Ya hasta Peña Nieto hizo la broma en la toma de protesta del consejo directivo de la Concanaco Servytur.

Aunque me hubiera encantado ver a México ganar, y debo admitir que entré en un pequeño estado de “shock” cuando en menos de 8 minutos pasamos de la victoria a la derrota, me ha dado gusto ver la capacidad de los mexicanos para reírnos de algo que ya pasó, que nada podemos hacer para cambiarlo, que nos deja unas ganas inmensas de ir al siguiente mundial con un equipo como el que vimos en Brasil y dirigido por ese Piojo que nos entusiasma a todos, y que al final del día las consecuencias no son más que un desánimo para los mexicanos que sin duda alguna podemos superar.

El apoyo de los mexicanos y el humor con el que vemos las cosas es muchas veces lo que nos saca adelante ante otras situaciones más complicadas, más serias y más difíciles que tiene nuestro país. Por lo pronto, yo me seguiré riendo con la foto de Peña Nieto diciendo “No era touchdwon”, con Chabelo llorando, con la comparación de Robben y Salinas como personas que le han robado a México, con la foto de Robben bailando ballet, y con muchas otras que seguramente seguiré recibiendo.

Por cierto, no, no era penal.

Pablo Ruíz Galindo Covarrubias

https://www.sinembargo.mx/author/pabloruiz

Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana. Abogado practicante y Escritor.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

#Entrevista ¬ El periodista Jesús García describe qué es vivir en el Israel en guerra