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Redacción/SinEmbargo

07/07/2015 - 12:00 am

Maestros trasquilados: Kramer vs. Kramer

Las imágenes son humillantes no sólo para los profesores que fueron víctimas del abuso y la burla, también lo son, deben serlo, para todos los mexicanos. Ahí se les ve hincados, tirados en el suelo, sujetados por maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, que, encima, los […]

Las imágenes son humillantes no sólo para los profesores que fueron víctimas del abuso y la burla, también lo son, deben serlo, para todos los mexicanos.

Ahí se les ve hincados, tirados en el suelo, sujetados por maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, que, encima, los trasquilan, los rapan frente a las cámaras, para mostrarlos después en videos y difundir que semejante degradación es el castigo para los docentes que sí quieren presentar el examen de evaluación convocado por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Más allá de la discusión y el enfrentamiento interminable, y cada vez más político, entre la CNTE y la SEP por las irregularidades del examen a los maestros y otras carencias de la Reforma Educativa, ese acto de degradación muestra los niveles de intolerancia que se han alcanzado en el país, incluso entre colegas, entre hermanos, entre familias.

Los mexicanos estamos acostumbrados a ver diariamente los crímenes más horrendos, la sangre derramada, los casos de injusticia que se acumulan por miles. Pero ver estas escenas de deshonra y humillación entre profesores, sin que como se acostumbra, nadie haga nada, mueven a pensar en manos de qué calidad de personas está la educación en México, y dónde quedó el privilegiar esa serie de habilidades y valores que la conforman.

La escena de las agresiones entre familia, el Kramer vs. Kramer, donde la prioridad es mostrar fuerza y provocar el desaliento, preocupa porque es notorio que nadie, mucho menos Emilio Chuayffet Chemor, titular de la SEP, está dispuesto a meter las manos y darle a la educación la atención que merece para provocar el cambio y el avance intelectual que merece este país.

Al contrario, en el Kramer vs. Kramer de Tuxtla lo que se refleja con nitidez es el por qué México ha llegado a los extremos de violencia y degradación que hoy se tienen. Y la respuesta está en el desdén de las autoridades y el Gobierno a la educación, como la mejor herramienta para mejorar la vida de la gente en todas las áreas, desde el desarrollo social, la salud, la participación ciudadana, el interés político e incluso, dicen los expertos en el tema, para fomentar el bienestar y la felicidad.

En la película, al final, la familia alcanza acuerdos y el desenlace plantea un mejor futuro para todos.

En la realidad del caso de los profes trasquilados y del conflicto magisterial no se asoma un viso de mejora, y sí más revanchas y violencia. Todo, ante las narices de un Gobierno que no hace nada y de un Secretario que en diversas ocasiones ha mostrado que la educación no es relevante, pues entre más jodidos estén los mexicanos mejor será para el sistema.

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