La UNAM confirmó el fallecimiento del Premio Nobel de Química de 1995.
Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- El doctor Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, falleció este miércoles en la capital del país a los 77 años de edad,.
“La Universidad Nacional Autónoma de México informa del lamentable fallecimiento del doctor Mario Molina, distinguido universitario, Premio Nobel de Química 1995”, confirmó esta tarde su alma mater.
La Universidad Nacional Autónoma de México informa del lamentable fallecimiento del doctor Mario Molina, distinguido universitario, Premio Nobel de Química 1995.
— UNAM (@UNAM_MX) October 7, 2020
El ingeniero químico alcanzó el reconocimiento de la Academia Sueca por ser uno de los descubridores de las causas del agujero de ozono en el Antártico; el Nobel 1995 lo recibió junto con Paul J. Crutzen y Frank Sherwood Rowland por su papel para la dilucidación de la amenaza a la capa de ozono de la Tierra por parte de los gases de cloro, bromo, dióxido de carbón y otros más.
En México, el doctor Molina creó el Centro Mario Molina, una asociación civil independiente, en 2004 para dar continuidad a sus objetivos de estudio.
En la página del Centro se destaca que su propósito es “encontrar soluciones prácticas, realistas y de fondo a los problemas relacionados con la protección del medio ambiente, el uso de la energía y la prevención del cambio climático, a fin de fomentar el desarrollo sustentable”.
Mario Molina tiene un largo curriculum, fruto de diversas actividades académicas y de investigación.
Molina nació en la Ciudad de México en 1943 y estudió Ingeniería Química en la UNAM, de donde egresó en 1965. Posteriormente realizó estudios de posgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania (1967) y recibió un doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos (1972).
Además del Nobel de Química 1995, sus investigaciones sobre la atmósfera condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, el primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico.
En la página web del Centro Mario Molina se lee que el profesor y su grupo de investigación publicaron una serie de artículos entre 1976 y 1986 que identificaron las propiedades químicas de compuestos que juegan un papel esencial en la descomposición del ozono de la estratosfera. Subsecuentemente demostraron en el laboratorio la existencia de una nueva clase de reacciones químicas que ocurren en la superficie de partículas de hielo incluyendo aquellas que están presentes en la atmósfera. También propusieron y demostraron en el laboratorio una nueva secuencia de reacciones catalíticas que explican la mayor parte de la destrucción del ozono en la estratosfera polar.
Fue profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en el periodo 1989-2004; profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1967 y 1968; de la Universidad de California, Irvine, entre 1975 y 1979 y del Laboratorio de Propulsión a Chorro del Instituto Tecnológico de California (CALTECH) en el periodo 1982 a 1989.
El doctor Molina fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, y durante ocho años fue uno de los 21 científicos que formaron parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente Barack Obama (PCAST); previamente había estado en el mismo Consejo del Presidente Bill Clinton.
Igualmente, fue miembro distinguido de la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano, del Colegio Nacional, la Academia Mexicana de Ciencias y la Academia Mexicana de Ingeniería, entre otras.
EL ESTUDIO SOBRE LA CAPA DE OZONO
Molina y Sherwood (1927-2012) previeron en su estudio que los gases clorofluorocarbonos (CFC), usados en refrigeradores y aerosoles causarían un agujero en la capa de ozono que facilitaría la filtración de rayos ultravioleta a la Tierra y provocaría enfermedades y graves afectaciones en los ecosistemas.
Gracias a su descubrimiento, se logró un consenso internacional para la adopción del Protocolo de Montreal de 1987, que prohibió el uso de gases CFC logrando estabilizar los niveles de ozono, que siguen recuperándose a día de hoy.
Galardonado a lo largo de su carrera con más de 40 doctorados honoris causa, Molina fue también el primer mexicano en recibir la Medalla Presidencial de la Libertad, que le otorgó el presidente Barack Obama (2009-2017), de quien formó parte de su consejo asesor de ciencia y tecnología.
REACCIONES Y CONDOLENCIAS
La UNAM, institución en la que se educó y a la que se mantuvo siempre ligado, expresó su pésame por el deceso de este “distinguido” universitario mediante un mensaje y un video en redes sociales para honrar su vida y trayectoria.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó la muerte y envió abrazos a la familia y amigos de Molina a quien calificó como un “destacadísimo científico mexicano, defensor del medio ambiente y Premio Nobel de Química”.
A las condolencias se sumaron decenas de funcionarios entre ellos el canciller Marcelo Ebrard, además del titular de la Secretaría de Educación, Esteban Moctezuma, y la Jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Ebrard lamentó “profundamente” el fallecimiento de Molina a quien calificó como “un científico comprometido y capaz. Abrazo solidario a sus familiares y amigos”, apostilló.
Moctezuma también se unió a los mensajes de condolencias al señalar que “Queda su notable ejemplo para la niñez y la juventud”.
En un mensaje en las redes sociales, Sheinbaum, destacó que Molina “dedicó su vida para que el conocimiento científico ayudara a mejorar el medio ambiente y los recursos naturales del planeta y de nuestra Ciudad”.
La Cámara de Diputados, que se encuentra en una discusión para disolver un centenar de fideicomisos, guardó un minuto de silencio en memoria de Molina.
Molina “fue una de las mentes más brillantes de la historia de la ciencia en México, ingeniero químico destacado por su contribución universal al conocimiento científico de la naturaleza química de la atmósfera terrestre y los cambios necesarios para revertir el deterioro ambiental”, señaló la Cámara de Diputados.
El Sistema de las Naciones Unidas en México subrayó la importancia de las investigaciones del científico mexicano que condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, un acuerdo internacional para proteger la capa de ozono.
-Con información de EFE.