Miedos fantasmas y miedos reales

08/02/2016 - 12:00 am
Los peligros más graves que tiene el planeta no son el calentamiento global y el virus del Zika, sino ese afán de someter a todo el planeta. Foto: AP
Los peligros más graves que tiene el planeta no son el calentamiento global y el virus del Zika, sino ese afán de someter a todo el planeta. Foto: AP

Cuando Michael Crichton escribió su excelente novela “Estado de Miedo” (Harper Collins, 2004)1, expuso que las alarmistas campañas sobre el calentamiento global son instrumentos de la manipulación que diversas organizaciones utilizan para sembrar el miedo en la población. ¿Para qué? Dos fines: que dichos organismos reciban inmensas cantidades de dinero, y controlar a la ciudadanía.

Explicó que, si bien el calentamiento global es real, el cambio climático que se registra no es resultado de la contaminación que provoca la civilización, sino de los ciclos naturales del planeta. Los datos que Crichton aporta como pies de página a lo largo de su novela son reales, y fundamentan a su conclusión. No es el primer autor que afirma que el miedo es un valioso aliado que los gobiernos utilizan sistemáticamente para manipular al pueblo. Al margen de la excelente trama de la novela de Crichton, en lo personal creo que sí estamos influyendo en el deterioro del planeta –sobre todo en materia de agua y deforestación–, y que los ciclos térmicos de la Tierra son tan reales como las campañas de miedo social.

Además del calentamiento global se han dado otros casos en los que claramente se identifica la intención manejar a la opinión pública. La mayoría terminan logrando su propósito al apoderarse de una consciencia colectiva previamente desinformada mediante calculadas campañas que la dejan ignorante hasta el punto de creer en mitos y fantasías que facilitan la siembra del pánico colectivo.

Recuerdo que en mi infancia me invadía un terror paralizador cada vez que me decían que el mundo se acabaría en poco tiempo. Difícilmente podía pensar en algo más durante los días que transcurrían, tres, dos,… hasta la fecha fatal. Me portaba bien, comía y obedecía, rezaba, veía a mi familia con nostalgia adelantada y me preguntaba cómo sería todo después del fin del mundo. La tercera vez que atravesé por esta dolorosa espera, llegó un momento en el que opté por esperar la catástrofe como cualquier otro día, incluso atreviéndome a alguna indisciplina, al fin que “mañana se acaba el mundo” y no habría consecuencias. Luego me desperté como cualquier otro día, sin que hubieran venido los seres del infierno a llevarnos, ni se hubiera incendiado la ciudad, así que mejor dejé de creer en eso. Casualmente, no me han avisado de otro fin del mundo después.

Y así como se nos asustaba de niños con algún fin en esos años, así se nos asusta hoy como sociedad. El tema puede ser diferente, pero la ignorancia sigue siendo el caldo de cultivo para sembrar el terror. Las epidemias son un ejemplo. A propósito, sobre el virus del Zika, Ernesto Camou Healey escribió un esclarecedor artículo en su columna Batarete de El Imparcial, el pasado sábado 6 de febrero http://www.elimparcial.com/Columnas/DetalleColumnas/1171767-Batarete-Ernesto-Camou-Healy.html “Hablemos del Zika”(2).

Algo de esa intención manipuladora se percibe a la luz de las reflexiones que aporta Camou, así como del Podcast de cienciaes.com sobre las gripes en general, y el Zika en particular: http://cienciaes.com/entrevistas/2009/06/01/aventuras-y-desventuras-del-virus-de-la-gripe-y-ii/ “Aventuras y desventuras del virus de la gripe II”(3).

Pero para que un grupo pueda aprovechar el miedo para dominar a otro, es preciso antes sembrarle ignorancia hasta que no comprenda eso que le da miedo. Con información y, más aún, con capacidad de razón y de decisión, ninguna sociedad puede ser sometida. Julian Assange representa un peligro para las grandes potencias porque ha dado y sigue dando a conocer los engaños que los gobiernos siembran en la opinión pública para evitar que sus guerras sean rechazadas por la sociedad.

Los peligros más graves que tiene el planeta no son el calentamiento global y el virus del Zika, sino ese afán de someter a todo el planeta. Un afán que parece no ver que, en su intento, el poderoso podría exterminar a toda la humanidad, como lo explica Noam Chomsky en su conversación con Agustín Hernández G. y Raúl Ziebechi4 publicada aayer en LaJornada. Para cerrar, un dato real para sentir un miedo real, aportado por el activista estadounidense: Estados Unidos tiene la mitad de las armas del mundo, y bases en todo el orbe.

Fuentes:

1) Crichton, Michael, “Estado de Miedo”, Harper Collins 2004.

2) Camou, Ernesto. Columna “Batarete”, El Imparcial de Hermosillo, 6 feb. 2016.

3) Podcast “cienciaes.com“: http://cienciaes.com/entrevistas/2009/06/01/aventuras-y-desventuras-del-virus-de-la-gripe-y-ii/

4) “La visión de Noam Chomsky: es el momento más crítico de la humanidad”, LaJornada, portada, 7 de febrero de 2016.

 

 

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