Los jugadores, que el sábado fueron eliminados por Croacia en la tanda de penaltis de los cuartos de final, se acercaron a la zona de aficionados situada en la Colina de los Gorriones para agradecer a su fiel hinchada su apoyo desde el inicio del torneo.
Друзья, это просто невероятно!! Вы просто лучшие! Мы с вами – одна страна и одна команда!#ВместеМыКоманда pic.twitter.com/zAarnezUjK
— Сборная России (@TeamRussia) 8 de julio de 2018
Moscú, 8 de julio (EFE).- Decenas de miles de personas se congregaron hoy en el centro de Moscú para homenajear a la selección rusa, que alcanzó por vez primera desde la caída de la URSS los cuartos de final de un Mundial.
Los jugadores, que el sábado fueron eliminados por Croacia en la tanda de penaltis de los cuartos de final, se acercaron a la zona de aficionados situada en la Colina de los Gorriones para agradecer a su fiel hinchada su apoyo desde el inicio del torneo.
“Jugamos con el corazón y con el alma. Estos chicos han hecho historia. ¡Jugamos por vosotros!”, dijo el portero Ígor Akinféev, el héroe de los penaltis contra España.
El seleccionador, Stanislav Cherchésov, que fue muy criticado antes del Mundial por los malos resultados, fue uno de los que recibió más aplausos cuando se subió a la tribuna para intervenir.
Cherchésov protagonizó una de las imágenes del partido al dirigirse a la afición en varias ocasiones para que llevaran en volandas al equipo, especialmente cuando los croatas se pusieron por delante en el marcador en la prórroga.
También dio la cara la gran decepción del Mundial para los rusos. El delantero Fiódor Smólov no sólo perdió la titularidad tras el partido inaugural, sino que falló el primer penalti de la tanda.
En un gesto de valentía, Smólov se dirigió a los aficionados y se mostró comprensivo con las críticas que ha recibido por lanzar el penalti a lo “Panenka” y fallarlo de manera clamorosa.
Además, el jugador del Krasnodar se acercó a los aficionados que le esperaban para sacarse fotos y firmar autógrafos.
“¡Gracias a todos!”, dijo el defensa Mario Fernandes, el brasileño nacionalizado ruso, que se atrevió con la lengua de Pushkin para sorpresa de todos los presentes.
Uno a uno, todos los jugadores internacionales intervinieron y dieron las gracias a la afición, incluido el jugador del Villarreal, Denís Chéryshev, que aseguró que lo importante no fueron sus cuatro goles sino “dar una alegría a los rusos”.
“Hemos demostrado que Rusia es un país de fútbol”, aseguró por su parte Artiom Dzyuba, el líder moral del combinado ruso y para muchos el mejor jugador local junto a Chéryshev.
Dzyuba aprovechó para hacer un sentido homenaje a Serguéi Ignashévich, el central del CSKA que anunció hoy su retirada a una semana de cumplir los 39 años.
También abandonó la selección el veterano interior del Spartak Moscú, Alexandr Samédov, un fijo para Cherchésov por la banda derecha.