Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).- Si hay alguien que le puede ganar a Serena Williams es Victoria Azarenka. Antes del US Open de este año, la bielorrusa venció a la mejor del mundo en Cincinnati. Hoy, la final femenil del último Grand Slam del año define mucho más que a una ganadora. Está en juego redondear una temporada para dos tenistas que han tomado caminos distintos hasta llegar a está instancia. El Arthur Ashe, como de costumbre, vivirá una definición apasionada.
Serena Williams es entrenada por el francés Patrick Mouratoglou. Mientras las notas de la farándula intentan captar nuevas imágenes sobre un posible romance, Williams vive el mejor momento de su carrera. A la potencia e ímpetu de toda la vida, su juego se ha complementado desde lo mental. Ahora, una Serena paciente que sabe construir los puntos, se planta en la pista sin intentar recortar los tiempos. Una jugadora mucho más completa, con muchos recursos.
El año pasado, Victoria Azarenka le hizo frente en la final de este mismo torneo en uno de los mejores partidos de la temporada. En la semifinal de esta edición, le costó trabajo para dejar fuera a la italiana Flavia Pennetta. Al final, la potencia con la que se ha posicionado como una de las mejores del mundo se impuso para darle su cuarta final de Grand Slam en su carrera. La rubia de buen juego de pies tuvo lapsos intermitentes que le hacen perder credenciales para esta final. El rendimiento físico de la europea del este fue vital para lograr la victoria.
Enfrente de Azarenka estará Serena, capaz de ganar un set de semifinales del US Open en 29 minutos por 6-0 y gran favorita local para ganar su quinto título en Nueva York lo cual significaría su título 17 de Grand Slam, igualando la cifra de Roger Federer. El camino de este 2013 ha sido espectacular para la número 1 del mundo. Aquella derrota en primera ronda de Roland Garros la temporada pasada unió sus destinos con el empresario y amante del tenis Mouratoglou para solidificar su carrera, a sus 31 años.
Campeona reinante, la obligación de repetir pasa por consolidar una nueva era en su juego. “Es increíble escuchar a toda la grada gritar mi nombre”, declaró sonriente Serena al finalizar su partido frente a la china Li. Concentrada, potente y con muchas variables en su juego, Williams está llamada a coronarse como jugadora del año. Azarenka, en mismas circunstancias, intentará hacerle frente a una rival de muchísima categoría junto a la lógica de todo el mundo del deporte blanco.
Las dos finalistas de este domingo han ganado ya un Grand Slam durante este año. Azarenka comenzó la temporada coronándose en Australia. Serena lo hizo en su amada París, mostrando mejoría en el idioma a la hora de la celebración. “Es una gran jugadora, siempre son buenos partidos”, se refirió a su rival bielorrusa. Victoria sabe que tendrá que jugar mucho mejor de lo mostrado hasta ahora. Reviviendo la final de la edición de 2012, la ganadora será nombrada como la mejor tenista de este año.
