Ciudad de México, 07 de septiembre (SinEmbargo).- Si después de una semana de entrenarte para completar ese maratón o matarte en el gimnasio para bajar los kilos de más, consideras que una buena recompensa es irte por un par de tragos, estarás afectando tu desempeño físico aún cuando después de ello pases días sin tomar una sola gota de alcohol.
Científicos de diversas universidades se han dedicado a lo largo del tiempo a investigar los efectos del alcohol sobre el cuerpo humano, y mientras que algunos dan al consumo moderado propiedades positivas para reducir los riesgos de enfermedades del corazón, también hay otros que sostienen que aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de mama.
Además de que las bebidas alcohólicas tienen un aporte calórico, (200 mililitros de cerveza proporcionan unas 90 calorías ) y alentan la capacidad de reacción y los reflejos, el efecto de las bebidas reduce el desempeño de los atletas por lo menos en un 11 por ciento, de acuerdo con lo que el especialista en rehabilitación del Hospital Monte Sinaí, David Spinner, dijo a The Daily Burn.
Aún cuando una persona promedio tarda unos 90 minutos en metabolizar el alcohol, los efectos durarán en el cuerpo por más tiempo, pues se ha comprobado que los atletas que consumieron bebidas embriagantes al menos una vez a la semana elevan al doble sus posibilidades de tener una lesión en los días posteriores.
Otro de los inconvenientes es el efecto diurético del alcohol, que tras una noche de excesos causa deshidratación, lo cual interfiere con el desempeño atlético, reduciéndolo hasta en un 12 por ciento, por lo que no es una buena idea salir a correr después de un día de fiesta, dice Spinner.
Por otro lado, tus esfuerzos por tonificar los músculos se verán mermados y en la necesidad de redoblarse, pues cuando te ejercitas dañas el tejido y luego lo reconstruyes, lo cual lo hace más grande y fuerte, explica el experto, sin embargo, el alcohol inhibe ese proceso. Además de que los desvelos o alteraciones en el sueño provocados por la ingesta alcohólica causan que no se genere la hormona de crecimiento, necesaria para formar y mantener la masa muscular.
El consejo de los expertos es cortar totalmente el consumo de alcohol al menos dos semanas antes de hacer ejercicio intenso o en cuyo caso dejar que pasen un par de días entre éste y el entrenamiento. En el caso de que los deseos por unirse a la celebración de algún logro deportivo sean muchos, lo ideal es tomar grandes cantidades de agua y comida alta en carbohidratos para recuperarse rápidamente.
