A 49 años de su fallecimiento, Remedios Varo mantiene su presencia en la cultura mexicana

08/10/2012 - 12:00 am

México, (Notimex).- La obra de la pintora surrealista de origen español Remedios Varo, sigue dando de qué hablar y en México puede apreciarse en un libro monográfico que acaba de ser publicado y en la muestra “In Wonderland. Mujeres surrealistas en México y los Estados Unidos”, que exhibe el Museo de Arte Moderno (MAM).

A 49 años de su fallecimiento,  la artista, autora de obras como “Ermitaño” o “Música solar” es recordada por el libro “Remedios Varo: Los años en México”, de la investigadora Masayo Nonaka, que recorre el trabajo realizado por Varo durante su estancia en México, durante sus años más prolíficos.

Editada por RM, la obra de casi 120 páginas contiene reproducciones de obras como “Tejido espacio-tiempo” (1954), “Revelación o El relojero”, “Música solar”, “Roulotte”, “Ciencia inútil o el alquimista”, “Trasmundo”, “Ruptura”, “Ermitaño” y “Hallazgo” (1955); “Armonía” y “Cazadora de astros”, de 1956.

“Música solar”

Asimismo, se recogen testimonios sobre la artista, a partir de su llegada a México, en un barco procedente de Casa Blanca, que la trajo junto con el surrealista Benjamín Péret, como parte de un grupo de refugiados procedentes de la antigua República Española.

Nacida en la provincia de Girona, Remedios Varo fue hija de un ingeniero hidráulico y una devota católica. La profesión de su padre le dio la oportunidad de viajar con él a diversas partes de España y el Norte de África, donde mostró su gran talento para el dibujo mientras trazaba los diseños de los aparatos mecánicos que veía.

Sin embargo, su madre pensaba que dicha actividad era inapropiada para una joven de su estrato social, por lo que internó a Remedios en un colegio de monjas, según refiere la biografía publicada por el sitio “El poder de la palabra”.

Este hecho, señala el texto electrónico, no fue impedimento para el desarrollo artístico de la futura pintora, quien apoyada por su padre logró ingresar a la Academia de San Fernando en 1924, donde compartió cátedra con personajes como Salvador Dalí y Gregorio Lizárraga, con quien contrajo matrimonio luego de graduarse y se divorció más tarde.

En 1932 se instaló en Barcelona donde se desempeñó como dibujante publicitaria, entrando en contacto con la vanguardia catalana de la época. De esos años son las obras “Lecciones de costura” y “La pierna liberadora de las amebas gigantes”.

Según el sitio “epdlp.com”, años después se casó con el poeta francés Benjamín Péiret, a quien conoció durante la resistencia republicana y antifascista durante la Guerra Civil Española, y se trasladó con él a París, donde logró establecer amistad con los teóricos del surrealismo, estilo que adoptó e introdujo con su llegada a México en 1940.

Ya establecida en este país, Remedios se dedicó al diseño publicitario, restauración de objetos prehispánicos e incluso el diseño de vestuario, descuidando en gran medida su producción pictórica.

Para 1947 se separó de Péiret y viajó a Venezuela, donde permaneció dos años. Luego regresó a México y experimentó un reencuentro con la pintura, hallando un estilo propio que le dio fama mundial hasta el día de su muerte.

Logró entablar gran amistad con intelectuales y artistas de su época, entre los que destacan Frida Kahlo, Diego Rivera y Leonora Carrington, ésta última su más grande amiga y a la que Varo se refería como su alma gemela, debido a que compartían la misma sensibilidad artística.

De acuerdo con los conocedores de su trabajo, la obra de Remedios se distingue por poseer un estilo único y de fácil reconocimiento, el cual incluye figuras humanas muy estilizadas, elementos oníricos y atmósferas de misticismo.

Por su parte, el sitio web “explorandomexico.com.mx”, comparte que sentimientos como alegría y algunos enigmas también se pueden apreciar en la obra de Remedios, expresando su imaginario que plasmó en autorretratos como “La llamada” y “Exploración de las fuentes del Río Orinoco”.

La llamada

Sueños, recuerdos de la infancia, los horrores de la guerra, la ciencia, la religión y la filosofía, también son temas presentes en sus pinturas, donde se da tiempo para explorar las teorías de la gravitación, relatividad, misticismo y budismo.

Su vida encontró el final el 8 de octubre de 1963 en la ciudad de México, a consecuencia de un paro cardiaco. Luego de su fallecimiento, Walter Gruen, su entonces marido, donó la colección de obras de Remedios al Museo de Arte Moderno, donde las piezas fueron declaradas monumento artístico en 2001.

“Gruta mágica”, “Libélula”, “Insomnio”, “El Alquimista”, “El Paraíso de los Gatos”, “El Gato Helecho”, “Vampiros Vegetarianos”, “Hacia la Torre” y “Naturaleza Muerta Resucitando”, figuran como algunas de sus obras más famosas, de las cuales Remedios siempre dijo importarle más el proceso creativo que la misma pieza.

El mismo museo que acoge su obra acaba de inaugurar “In Wonderland. Mujeres surrealistas en México y los Estados Unidos”, que mantendrá abierta al público hasta el 13 de enero de 2013.

La muestra reúne obra de 45 artistas mujeres, entre ellas, Leonora Carrington, Alice Rahon, Frida Kahlo, Rosa Rolanda, Helen Lundemberg y la propia Varo, de quien se exhibe “Recuerdo de la Walkyria”, “Creación de las aves”, “Mujer saliendo del psicoanalista”, “La huida”, “Mimetismo”, “Papilla estelar” y “Bordando el manto terrestre”.

“Papilla estelar”

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