Los ocho episodios de la primera temporada se rodaron mayormente en el sureste de Gales. Y aunque los actores tienen acento inglés, juegan con pelotas de fútbol americano en el campus, usan chaquetas universitarias con letras y planifican un baile de graduación, muy al estilo estadounidense. La banda sonora está llena de canciones de la década de 1980, de artistas que van desde The Smiths hasta Billy Idol.
Nueva York, 9 de enero (AP).- Entre el montón de series que se publican en Netflix, hay un túnel del tiempo como un abrazo trasatlántico. Se llama Educación Sexual y es como una comedia estudiantil clásica de John Hughes pero desarrollada en el Reino Unido.
“Es una carta de amor británica contemporánea a las películas sobre la escuela secundaria”, dijo la estrella de la serie Gillian Anderson, conocida por The X-Files (Los expedientes secretos X).
En esta serie estrafalaria y refrescante, Anderson y Asa Butterfield (el protagonista de Hugo de Martin Scorsese) interpretan a madre e hijo, cada uno de ellos explorando el panorama sexual de hoy. Y el verdadero panorama para esta discusión sobre sexualidad es vasto.
Los ocho episodios de la primera temporada se rodaron mayormente en el sureste de Gales. Y aunque los actores tienen acento inglés, juegan con pelotas de fútbol americano en el campus, usan chaquetas universitarias con letras y planifican un baile de graduación, muy al estilo estadounidense. La banda sonora está llena de canciones de la década de 1980, de artistas que van desde The Smiths hasta Billy Idol.
“Es una especie de tierra de nadie”, dijo Butterfield. “No decimos dónde está y tiene estas colinas ya que esta gente vestida un poco como en los 80. Tiene una especie de ambiente atemporal, lo que creo que hace que la serie de destaque”.
Butterfield interpreta a un chico de 16 años listo pero socialmente que ha tenido poca experiencia sexual que una madre es una terapeuta sexual. “Es como un mago del sexo maldecido con la incapacidad de hacer algo con toda esta información”, dijo Butterfield sobre su personaje.
Se trata de una niña y una lista para crear una clínica de terapia sexual clandestina, apoyándose en los conocimientos que han absorbido a lo largo de los años. Hay bastantes desnudos y análisis directos de todo, desde el amor entre personas del mismo sexo, hasta el aborto y los sueños mojados. Netflix la describe como una serie “sincera, obscena e irreverente”.
Anderson interpreta a Jean, una madre soltera directa cuya casa está llena de manuales y juguetes sexuales. Es tan abierta sobre el tema, que no tiene reparaciones para el año en el cuarto de su hijo o hacer preguntas incómodas mientras que una película.
“No suelo mezclar rareza con comedia. Mis personajes raros han sido bastante serios y perturbadores, así que saltan algo que tenía que ofrecer, definitivamente, un beneficio adicional”, dijo.
Educación sexual fue creada y escrita por Laurie Nunn, quien es una gran facilidad para entender a un a menudo salvaje. Su humor brilla, también, en las escenas como la de un estudiante que se consume demasiado Viagra anuncia: “Me siento mareado y con un sabor a langostinos rebosados”.
La serie también se beneficia de los beneficios que incluyen a Emma Mackey como una chica lista marginada y Ncuti Gatwa como el mejor amigo y compás moral de Butterfield. (Cuando el personaje de Butterfield le pregunta qué debe vestir para una cita, Gatwa le responde: “Piensa en Jon Hamm, pero relajado. Como un Hamm casual”).
Anderson dijo que se ha atraído a la serie porque explora temas comunes asociados con la pubertad, con en toda su gloria y sus líos. Apuntó que la serie llega en momentos en que la sociedad está adoptando el concepto de ser siempre uno mismo.
“¿Qué tal entonces se aborda de la mejor manera posible? ¿Qué es lo que se puede hacer?”.
Anderson y Butterfield esperan que Netflix le dé luz verde en una segunda temporada y los envíos de vuelta a Gales. Sin embargo, eso no sucedió, la actriz – madre de tres hijos que incluye uno cerca de la pubertad – está agradecida por el mapa de lo que NO debe hacer.
“Creo que existen algunas diferencias definitivas en el estilo de la crianza de Jean y el mío”, dijo riendo. “Así que para mí fue educativo en el camino emocional de la relación de Asa con Jean”.
