Tres prácticas de la industria ganadera que quizá no conocías

09/01/2022 - 12:02 am

Si en este momento se nos preguntara dónde se encuentra la granja industrial o el matadero más cercano a nuestra ubicación, ¿serías capaz de contestar correctamente? Recuerdo que cuando era niña, lloraba cada que veía un camión lleno de animales, podía escucharlos gritar, atacarse debido al amontonamiento y ver sus ojos llenos de terror e incertidumbre. Me preguntaba cuándo había sido su última comida, si esa era la única vez que habían visto el exterior, si algunos eran familia y cuándo había sido la última vez que pudieron tomar agua. No sabía la ruta que tomaría ese camión, tampoco sabía con exactitud a dónde iban a llegar o cuánto iba a tardar, pero sabía que al llegar a su destino serían asesinados y yo no podía hacer nada al respecto. Retomando la pregunta del inicio, ahora conozco la respuesta, así como la razón por la cual nunca nos cuestionamos su ubicación.

En el año 2009, asistí a un festival cuyo objetivo era recaudar fondos para una fundación que se dedicaba a ayudar perros y gatos. Mientras las bandas afinaban y preparaban sus instrumentos, se proyectó un video que hablaba sobre la situación de los animales en las granjas, las prácticas y la matanza de los animales para nuestro consumo. Vi por primera vez esa verdad incómoda que conocía a medias y a partir de ese día, hice cambios drásticos en mi vida. También comprendí por qué tratan de mantener alejados de nuestra vista los rastros, las granjas y porque la industria hace hasta lo imposible por impedir que investigadoras e investigadores encubierto expongan imágenes de lo que sucede dentro.

Los animales criados por su carne tienen la capacidad de sentir dolor y distintas emociones, al igual que animales con los que usualmente compartimos nuestro hogar. A pesar de esto, son sometidos a prácticas sádicas y se les condena a vivir una vida llena de explotación hasta que llegue su momento de morir y eventualmente ser reemplazados por algún otro animal que tendrá el mismo destino. Cuando veía a los animales siendo enviados al matadero, desconocía todo lo que habían experimentado antes, eso ya era lo suficientemente terrible.

Descorne.Foto: Igualdad Animal México

Hoy quisiera abordar brevemente tres de las prácticas de la industria que más me impactaron y que he notado que la gran mayoría desconoce:

1. Cortes de pico en aves: A las pocas horas de vida sus sensibles picos son cortados sin anestesia ni medicamentos para aliviar el dolor. Los polluelos son enviados a una máquina donde se les corta la parte superior e inferior de sus picos, algunas otras veces estos cortes se realizan con cuchillas calientes. El propósito de esta práctica es evitar que se ataquen entre sí debido al estrés. Ahora hay más evidencia que sustenta que este procedimiento les genera dolor crónico y en ocasiones les lleva a una muerte lenta al ser incapaces de alimentarse correctamente.

2. Mutilación y marcaje: En las granjas lácteas, las vacas son marcadas con hierro caliente. Otra de las prácticas es el descorne, los trabajadores cortan y queman los tejidos de los cuernos sin ningún tipo de anestesia. Les retiran los cuernos para evitar lesiones cuando ellas se quieran defender.

3. Mutilación en cerdos: En su primera semana de vida son sometidos a corte de dientes y cola para prevenir que se lastimen entre sí. Sus testículos también son retirados sin anestesia para prevenir que produzcan hormonas que afectan el sabor de su carne.

Después de leer el resumen de las prácticas, podrás entender porque las granjas industriales son lugares herméticos, no quieren que las y los consumidores conozcan y que mucho menos vean las condiciones en las que viven los animales. Las corporaciones suelen asegurar que los animales están bien cuidados en las granjas industriales, pero, hablemos con sinceridad: ¿el acto de confinar a un animal durante toda su vida, separarlo de su familia, mutilarlo, explotarlo hasta que su cuerpo no pueda más, evitar que vea la luz del sol y privarlo de todos los comportamientos naturales no suena violento?

Katia Rodríguez
Licenciada en Biología, su trabajo está enfocado en buscar la justicia social y la interseccionalidad entre las distintas luchas. Los últimos años ha dedicado sus esfuerzos a defender los derechos de los animales y actualmente se desempeña como Gerente de Campañas en México para la organización internacional Vegan Outreach.
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