La Reforma Hacendaria no saca a México del riesgo de recesión, aunque sí traerá inversiones: analistas

09/09/2013 - 12:05 am
EPN anunció ayer en Los Pinos su propuesta de Reforma Energética. Foto: Rebeca Argumedo/SinEmbargo
EPN anunció ayer en Los Pinos su propuesta de Reforma Energética. Foto: Rebeca Argumedo/SinEmbargo.

Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo).- La Reforma Hacendaria presentada ayer por el Gobierno federal no elimina el riesgo recesivo que actualmente enfrenta el país ya que su alcance será de largo plazo coinciden analistas, quienes, sin embargo, admiten que la eliminación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) representa un incentivo para la adquisición de activos en las empresas.

El objetivo de esta reforma según dieron  a conocer ayer el Presidente y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, es acelerar el crecimiento y la estabilidad económica, garantizar a todos los mexicanos una red de protección social. Un nuevo sistema hacendario: justo, simple, transparente y federalista.

Para Gabriela Sieller, director de Análisis Económico y Financiero de Banco BASE, la desaparición del IETU es el punto medular de la reforma para incentivar la inversión productiva ya que será un factor que ayude a las empresas a comprar maquinaria y equipos que se complemente con su actividad, lo que ayudará a que sean más competitivas y al crecimiento de la pequeña y mediana industria.

El IETU fue aprobada por el Congreso de la Unión el 1 de junio de 2007 y entró en vigor el 1 de enero del 2008, formó parte del paquete de Reforma Fiscal propuesto por el Poder Ejecutivo en la administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).

Según la ley, están obligadas al pago de este impuesto las personas físicas (con actividad empresarial o régimen intermedio) y las morales residentes en territorio nacional, así como los residentes en el extranjero con establecimiento permanente en el país por los ingresos que obtengan, independientemente del lugar en donde se generen, por la realización de enajenación de bienes y prestación de servicios independientes.

Luis Sánchez Galera, socio de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte señaló que la eliminación del IETU “es una muy buena noticia porque había sido criticado, es un impuesto que es complicado de determinar, lastima a las empresas, no promueve la inversión y el hecho de que se elimine es una buena noticia”.

Sin embargo, advirtió que existen modificaciones al Impuesto Sobre la Rente (ISR) que no van encaminadas a fomentar la inversión como es la eliminación del régimen de consolidación fiscal, las deducciones inmediatas de inversiones y el régimen para fomentar la inversión en inmuebles.

Infografía: SHCP
Infografía: SHCP

LOS MISMOS DE SIEMPRE

Juan Sebastian Musi Amione, director general de Somoza Mussi y Asociados también consideró que la desaparición del IETU es un factor que va a incentivar la inversión, pero consideró que la propuesta se quedó “corta” al no atacar un punto que es fundamental para el avance económico del país: ampliar la base gravable.

Según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, de los 50 millones de mexicanos que laboran en el país, 30 millones lo hacen en la informalidad, es decir, que no tienen prestaciones, pero tampoco pagan impuestos y al no ampliarse la base gravable tampoco aumenta la capacidad de recaudación del gobierno.

Actualmente, México recauda el 18% de su Producto Interno Bruto y con la reforma se estima que aumente 1.4% más.

“Lo que hasta ahora hemos podido conocer (de la reforma) me decepcionó mucho, no me gustó, pensé que tendría mas profundidad e impacto pensé que sería una verdadera reforma integral no la considero así (…) el discurso es precioso en las formas y lo que se plantea, pero no me encantó porque el cambio más importante, que era ampliar la base de contribuyentes, no está, que toda esa gente se incorporara sería el punto medular”, opinó Musi.

En el mismo sentido, Sánchez Galera señaló que la incorporación de dos nuevos gravámenes: el de las inversiones en bolsa y un sobre dividendos para personas que invierten en las empresas, “finalmente ataca a los mismos de siempre”.

“Se tocan algunas aristas del Impuesto al Valor Agregado (IVA) como el gravar las colegiaturas, el homologar la tasa en actividades en la zona de la frontera que sube de 11 a 16% y gravar intereses exentos de este impuesto, particularmente los relacionados con los créditos hipotecarios es pegarle a las personas cautivas”, abundó.

Al igual que Musi, considera que la iniciativa de Peña Nieto no logra ser una propuesta integral.

“Los que ya pagamos, y pagamos mucho, vamos a pagar más y no porque sea financiero sino porque creo que no es sano ver que plantean el gravar las ganancias de capital en bolsa; estamos luchando por darle más profundidad al mercado que la gente tenga más cultura y que más gente participe en el mercado para que la gente rinda más y ahora salen con que el resultado que ese camino o esa alternativa que te da la bolsa para generar más patrimonio te lo van a gravar”, agrega.

IVA EN ALIMENTOS Y MEDICINAS

Los analistas consideraron que fue acertada la decisión del Ejecutivo de no gravar por el momento alimentos y medicinas, ya que la situación económica por la que atraviesa el país no es la mejor.

Según Óscar Ortiz, socio de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte, el gravar alimentos y medicinas hubiera representado para el gobierno una recaudación aproximada de 163 mil millones de pesos.

Gabriela Siller advierte que si se toma en cuenta que por los tiempos legislativos la Reforma Hacendaria entraría en vigor en 2014, su alcance no se verá en el corto plazo, por lo que es probable que en lo que resta del año, el país se mantenga en una fase recesiva en la que el crecimiento sea negativo.

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