Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).– ¡No están solos! ¡No están solos!, les gritaban decenas de civiles que vieron pasar a miles estudiantes normalistas que llegaron ayer a la Ciudad de México para marchar y exigir la aparición de 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, cuyo paradero se desconoce desde el pasado 26 de septiembre, cuando fueron secuestrados por elementos de la policía de Iguala.
Miles de ciudadanos hicieron a un lado los partidos políticos y marcharon ayer en varias entidades del país y del extranjero. Fue una movilización como pocas veces antes vista: fue espontánea y sin convocatoria.
En menos de tres días, el enojo social convocó a una manifestación que se extendió a cientos de ciudades del país, así como en diversas capitales del extranjero. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!, fue la consigna que se escuchó por todo el país y el mundo.
Desde el Ángel de la Independencia, en el Distrito Federal, poco antes de las 16:00 horas, cientos de personas comenzaron a congregarse y por una bocina se anunciaba el orden con el que saldría la marcha. Familiares de los jóvenes desaparecidos encabezaron la caminata, seguidos de alumnos normalistas rurales de todo el país, luego las distintas organizaciones de la sociedad civil y el resto de los ciudadanos que además de la parición de los 43 alumnos, exigían la renuncia del Gobernador Ángel Aguirre Rivero, a quien en más de una ocasión se le consignó como asesino.
Sobre avenida Reforma, en la glorieta del Ángel, un hombre pintaba en el piso unas siluetas blancas. “Son las víctimas del país”, dijo el artista plástico Gabriel Macotela, quien con el sol a plomo, las manos blancas y manchas en su cara, siguió con su obra.
La marcha comenzó puntual.
¡26 de septiembre no se olvida! ¡Es de lucha combativa! ¡Es cierto, nos golpearon, pero no nos derrotaron!, ¿Quién lleva la batuta, los estudiantes o el gobierno que ejecuta?, gritaban los estudiantes, que durante toda su caminata jamás callaron.
A la altura de la calle de Génova, decenas de estudiantes de la Normal Superior de la Ciudad de México arribaron y se unieron a sus compañeros del resto de la República.
Los normalistas no lucían tristes. Sus rostros reflejaban enojo que incluso se manifestaba con la furia de sus gritos. No es para menos, 43 de ellos desaparecieron hace 14 días a bordo de patrullas municipales de Iguala y ninguno de los tres niveles de gobierno ha podido responder dónde están.
El recinto del Senado de la República también fue testigo de las miles de personas que protestaban. Ningún policía se veía resguardando el edificio sobre Reforma. No tenían motivos. La marcha fue pacífica.
La manifestación llegó a avenida Juárez. La manta roja que ocupaba un lado de Reforma se extendió y ocupó toda la avenida que inicia en la estatua del Caballito. Caminaron hasta Lázaro Cárdenas y doblaron en 5 de mayo.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien es considerado el “líder moral” del Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue el único político que participó en la multitudinaria marcha. Caminó junto con el poeta y activista Javier Sicilia. En la primera parte del recorrido, los manifestantes lo identificaron, pero se mantuvieron al margen de quien es un símbolo del perredismo nacional. Sin embargo, a su llegada al Centro Histórico fue abucheado por los participantes, quienes además le arrojaron agua e incluso le gritaron: “¡Asesino!” y “¡Delincuente!”.
Un Zócalo lleno de carpas blancas los esperaba. La manifestación caminó por las calles alrededor de la plancha hasta la esquina de José María Pino Suárez y Corregidora, muy cerca de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se colocó un templete para dar voz a los normalistas.
“Como organización estudiantil siempre nos hemos visto atacados. Lamentablemente vivimos en un país y en un estado en el que el único diálogo que encontramos es el de las balas. Ese es el precio que tenemos que pagar, nosotros los que procedemos de familias campesinas, de escasos recursos y cuando levantamos la voz para defender nuestros derechos, como respuesta tenemos estos actos”, dijo Omar García, estudiante de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
Pedro David García López, también compañero de los jóvenes desparecidos, dijo que viven “en un estado ingobernable, que ni siquiera la federación ha sido capaz de encontrar a nuestros 43 compañeros, quizás porque somos pobre, porque somos 43 hijos del campesinado, porque lo único por lo que luchaban era una educación pública y digna para ellos que no encuentran en otro lado. Sólo en la Normal Rural de Ayotzinapa”.
“El estado se quiere deslindar las manos diciendo que por parte del narcotráfico fueron asesinados nuestros compañeros, cuando sabemos que fueron levantados por parte de las fuerzas municipales. No hay que engañarnos. Fueron detenidos por el estado y el estado tiene que entregarlos”, demandó.
Familiares de jóvenes desaparecidos también se pronunciaron:
Mi hijo, dijo uno de ellos, está desaparecido. “Vengo de Tixtla, ahí nació Vicente Guerrero, el primer Presidente de la República, y de ahí surgieron varias personas que quisieron darle libertad al pueblo mexicano. Hoy pido a las autoridades que nos regresen a nuestros hijos, que nos los entreguen vivos”.
También exigió: “Le pedimos a Peña Nieto y a sus trabajadores de los estados para que nos entreguen a nuestros hijos, nada más”.
Otro añadió: “Nuestros hijos salieron a hacer actividades para solventar sus gastos. No es justo que con actos de delincuencia vuelvan a repetir la historia. Sabemos que Iguala es la cuna de la Independencia, pero no es justo que se vuelva a derramar ahí sangre de jóvenes”.
“No vamos a descansar, como padres, como estudiantes, como sociedad civil, hasta que nos devuelvan a los 43 estudiantes normalistas. No queremos más torturas, no queremos que nuestros hijos sean amenazados por estudiar en normales”, expuso.
Abajo, una señora de la tercera edad portaba el retrato de uno de los jóvenes desaparecidos en el pecho. Una menor le preguntó a su mamá: “¿Era su novio?” Su mamá respondió no con la mano. La menor de seis años dijo segura volvió a hablar: “Ah, entonces era su papá”. La mamá le hizo señal de silencio.
Daniel Giménez Cacho, actor y activista junto con Rubén Albarrán, cantante del grupo Café Tacvba, leyeron un comunicado de las organizaciones de la sociedad civil en el que exigieron a las autoridades federales y estatales “la presentación inmediata y con vida de cada uno de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, víctimas de la desaparición forzada”.
También pidieron la implementación eficiente de protocolos de búsqueda apegados a los más altos estándares internacionales y una acción coordinada en las investigaciones.
Hicieron una enérgica protesta contra el gobierno federal por su tardía respuesta, pues después de ocho días que habían ocurrido los hechos, intervinieron en el caso. ¡Fuera Peña!, ¡Fuera Peña!, gritaron los presentes.
El cierre corrió a cargo de otro alumno de Ayotzinapan. El joven anunció el retiro de todos los estudiantes, pues tenían que regresar a su comunidad para organizar las actividades que van a emprender para exigir justicia.
También dijo que esta, “no es la primera vez que nos asesinan, no es la primera vez que nos reprimen a estudiantes de nuestra escuela”.
Recordó el caso del 12 de diciembre de 211 donde asesinaron a dos de sus compañeros en la Autopista del Sol, además, este año, un tráiler atropelló a dos de ellos por un “disque accidente” y finalmente los alumnos asesinados por la Policía Municipal en la ciudad de Iguala, el 26 de septiembre. Julio César, Gabriel Solis y Julio César Ramírez. Nombró a Aldo Gutiérrez que se encuentra en estado vegetativo en el hospital de Iguala.
“Exigimos la aparición urgentemente de los 43 compañeros desaparecidos por la Policía Municipal el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, Guerrero”.
Una consigna más retumbó en todo el Zócalo capitalino: “¿Por qué?¿Por qué? ¿Por qué nos asesinan si somos la esperanza de América Latina?”.
El brote de descontento generado por la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa también cedió en distintas ciudades del país y en capitales del extranjero.
EN EL RESTO DEL PAÍS…
En al menos 16 entidades de México se registraron movilizaciones en apoyo a los familiares de los normalistas desaparecidos. Movimientos, centros de defensa de derechos humanos y la sociedad civil, en general, desfilaron por las calles de las principales ciudades con la bandera #TodosSomosAyotzinapa.
El llamado a las autoridades para que respondan por la tragedia ocurrida los pasados 26 y 27 de septiembre, así como la sed de justicia, fueron las consignas de las movilizaciones.
En un comunicado, el Centro Nacional de Comunicación Social AC, detalló una innumerable lista de organizaciones, asociaciones ciudadanas y comités estudiantiles de todo el país, e invitó a que ante “la indignación y el dolor que hoy comparten miles de mexicanos en México y en el mundo alrededor de los incalificables hechos ocurridos en Iguala Guerrero, donde 43 estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos forzosamente y seis más fueron asesinados nos convoca a salir a las calles”.
Organizaciones como Amnistía Internacional, Fundar Centro de Análisis e Investigación, Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Red TDT, Serapaz, Más de 131, el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra, Colectivo 1DMX, así como diversos Colectivos de las escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), llamaron a manifestarse públicamente contra “la brutalidad y la impunidad que priva en el país y que hoy se ve manifiesta en contra del pueblo de Guerrero y en particular contra un grupo de jóvenes rebeldes y organizados”.
En Chiapas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marchó en silencio en San Cristóbal de las Casas. “Su dolor es nuestro dolor”, decía una manta como solidaridad tras los hechos violentos en Iguala, Guerrero.
Alrededor de cien personas marcharon en la Catedral de Culiacán, Sinaloa, en protesta por los normalistas. Olivia Molina, convocante del Movimiento Justicia para Ayotzinapa, mencionó que la marcha busca exigir a las autoridades, que se esclarezcan los crímenes y castigo para los responsables.
También en las ciudades de Los Mochis y Mazatlán se reportaron marchas.
En Oaxaca, un numeroso contingente del magisterio disidente se comenzó a movilizar en la supercarretera Puebla-Ciudad de México, ubicada en San Pablo Huitzo.
Los profesores de la CNTE tomaron tres plazas comerciales, entre ellas la del Valle, Plaza Oaxaca y la Macro plaza, en la capital del estado. En tanto, en la región de la Sierra, manifestantes bloquearon los accesos a las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Santa Maróa del Tule, como señal de protesta.
Por su parte, profesores de la CNTE y normalistas estudiantes hicieron bloqueos carreteros en la costa de Michoacán. Maestros de las escuelas normales de Lázaro Cárdenas, Arteaga, Tumbiscatío y algunos provenientes de Guerrero se colocaron sobre la carretera Costera en la autopista Siglo 21, para impedir el libre tránsito vehicular.
En Veracruz, estudiantes de la Unidad de Humanidades de la Universidad del estado tomaron las instalaciones en protesta por el asesinato de los normalistas en Guerrero. Posteriormente se unieron a la marcha en su entidad.
En la capital de Puebla, cientos de estudiantes partieron de la Ciudad Universitaria con rumbo al Zócalo de la ciudad.
En Querétaro, Baja California, Nuevo León, Quintana Roo, Jalisco, Chihuahua, Durango, Michoacán, Zacatecas entre otros, también invitaron a la población a participar en las protestas.
“Justicia para los 43”, “ni un muerto más”, “apoyo total a Ayotzinapa y a las Escuelas Normales Rurales de todo el país”, son algunos de los lemas con los que los organizadores lanzaron la convocatoria a través de redes sociales.
...Y EN EL MUNDO
Con mantas y fotografías de los normalistas desaparecidos, en Bolivia varios jóvenes protestan frente a la representación de México en el país. “¡Ya basta de desapariciones, asesinatos y encarcelamientos!, y Bolivia acompaña a México, son algunas de las consignas que se pueden leer en las mantas de los manifestantes.
En la Plaza de Carballo, en Madrid, España, ciudadanos exigieron que aparezcan con vida los 43 normalistas desparecidos. “Asesinados por protestar en México”, dicen una manta colgada a un esqueleto que luce la bandera de nuestro país.
En Múnich, Alemania, unas 50 personas se unieron a la protesta mundial por los normalistas.
La Embajada de México en Argentina luce cubierta con fotografías de los normalistas desaparecidos. Además de mantas donde expresan su solidaridad con los estudiantes mexicanos. “Ayotzinapa otro crimen del estado mexicano”, se lee en una de ellas.
