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La deuda se fue al techo, pero la inversión pública cae al nivel de 1995-1996; ¿a dónde va el dinero?

10/07/2017 - 12:05 am

“La inversión pública en infraestructura física y social son determinantes básicos del crecimiento económico del largo plazo, y sin eso no hay reducción de la pobreza”, explica el economista por la Universidad de de Viena, Sergio Saldaña Zorrilla.

El mismo Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, lo aseguró esta semana. Sin embargo, desde 2016 la inversión pública en áreas como cultura, ciencia y tecnología, y protección social ha caído de la mano de tres recortes al gasto público y una deuda pública histórica.

Ahora, en los primeros cinco meses de este año, la inversión pública registró un declive de -20.7 por ciento frente al mismo periodo del año pasado, lo que representa la mayor disminución en el sexenio y de las últimas tres administraciones, sólo por arriba del -27.77 por ciento registrado en 1995-1996, luego de la crisis financiera generada por el “Efecto Tequila”.

Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).– Entre tres ajustes al gasto público y un nivel histórico de deuda pública en 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el Gobierno mexicano ha reducido la inversión pública en áreas de desarrollo social y económico a niveles que pueden afectar al crecimiento. Esto en vez de recortar otros rubros menos productivos, afirmaron economistas.

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, afirmó esta semana en Jalisco que fortalecer la inversión en infraestructura permite impulsar la productividad, aumentar la competitividad, generar empleo y, a través de un mayor crecimiento económico, mejorar el bienestar de la población.

Sin embargo, la inversión pública de enero a mayo fue por 231 mil 132 millones de pesos, una reducción de -20.7 por ciento frente al mismo periodo del año pasado. Esto representa el mayor declive en el sexenio, y uno de los más pronunciados en los últimos tres sexenios, de acuerdo con las Estadísticas Oportunas de Finanzas Públicas de la propia Secretaría de Hacienda. En el primer trimestre de 1996, tras la crisis del llamado “Efecto Tequila”, la inversión pública cayó -27.7 por ciento, de acuerdo con un historial de México, ¿Cómo Vamos?

“La inversión pública en infraestructura física y social son determinantes básicos del crecimiento económico del largo plazo, y sin eso no hay reducción de la pobreza”, dijo el economista por la Universidad de Economía de Viena, Sergio Saldaña Zorrilla. “Debieron haber recortado el gasto corriente, discrecional, de los gobernadores y de las secretarías de Estado. Pero no los guía el interés público sino el personal y la corrupción”, agregó.

El reporte oficial expone que el área de Legislación y Justicia, del rubro de Gobierno, tuvo un incremento de inversión física de 199 y 187 por ciento de enero a mayo de este año en comparación con los mismos cinco meses de 2016. En contraste, del rubro Desarrollo Económico, el área de Agropecuaria, silvicultura, pesca y caza fue blanco de un recorte por -75.5 por ciento; el de Comunicaciones de uno por 75.6 por ciento, y Ciencia, Tecnología e Innovación por 63.8 por ciento frente al enero-mayo de 2016.

Estos recortes a la inversión pública se realizan mientras el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de deuda pública, ascendió a 9 billones 197 mil 300 millones de pesos en mayo de 2017, un 44 por ciento del PIB.

“Se estima que el SHRFSP como porcentaje del PIB disminuya de 50.2 por ciento al cierre de 2016 a 48 por ciento del PIB al cierre de 2017, ya considerando el efecto del remanente de operación del Banco de México”, expuso Hacienda en su último informe de finanzas públicas.

La deuda pública se ha incrementado un 64 por ciento o 12.8 puntos del PIB durante  el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), por lo que llamó a realizar mayores esfuerzos para reducir el gasto público y ejercerlo de manera más eficiente.

Saldaña Zorrilla enfatizó que la inversión pública en carreteras, a la que dan mayor prioridad, es la menos productiva frente a la marítima y ferroviaria.

“Tienen que dejar de invertir en infraestructura carretera innecesaria como puentes sobre puentes, sobre todo en el Estado de México, con fines no estratégicos sino para beneficiar a determinadas empresas. Ahí se asoma la sombra de la corrupción que ha sido la guía de las políticas públicas de los últimos tres sexenios”, determinó el investigador.

UN PAÍS SIN INVERSIÓN PÚBLICA

Durante los cinco primeros meses del año, desde 2013 cuando inició el Gobierno de Enrique Peña Nieto, el ejercicio ha sido similar salvo en 2014, cuando hasta en el extranjero se tenían expectativas en las reformas estructurales.

De enero a mayo de 2013 la inversión pública bajó -7.1 por ciento frente a 2012. Si bien se recortó a Asuntos Financieros y Hacendarios un -99 por ciento y a Legislación -69 por ciento, otras áreas castigadas fueron Recreación y cultura (-67.5 por ciento),  Agropecuaria, sivilcutultura, pesca y caza (-70.7 por ciento), Turismo (-86.2 por ciento), y Ciencia, Tecnología e Innovación (-72.7 por ciento).

Un año después, en 2014, el Gobierno federal reportó un crecimiento de inversión pública por 37.8 por ciento en comparación a 2013. En este periodo la inversión en Justicia fue recortada por -57.3 por ciento y en Legislación por -24.1 por ciento. Sin embargo, también se pasó la tijera por Educación (-42.6 por ciento), Protección social (-59.4 por ciento) y Comunicaciones (-24.3 por ciento).

En noviembre de 2014, la organización México, ¿Cómo Vamos? alertó que “ante la falta de claridad de los posibles ingresos derivados del sector petrolero, es fundamental que el endeudamiento público se destine a proyectos de inversión así como disminuir el gasto corriente al mínimo para sortear la volatilidad del precio del petróleo sin necesidad de incurrir en más deuda pública”.

Posteriormente llegó 2015, año en que los precios internacionales del petróleo comenzaron a caer en picada y con ello los ingresos petroleros. El entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso anunció al cierre de enero un recorte al gasto público federal por 124 mil 300 millones de pesos. Dentro de la administración pública, el 35 por ciento del recorte fue al gasto de inversión.

Como parte del ajuste se canceló el proyecto del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro y el Tren de Pasajeros Transpeninsular en Yucatán y Quintana Roo.

Durante enero-mayo de ese año, el incremento de la inversión pública se desaceleró al ser de 0.3 por ciento frente a 2014. Mientras el área de Coordinación de Política de Gobierno registró un incremento de inversión por 384 por ciento, el área de Protección Social sufrió una reducción de -93 por ciento, y Educación -28.2 por ciento.

“No será posible generar la confianza y credibilidad necesaria para alcanzar la meta de generar niveles de inversión equivalentes al 25 por ciento del PIB si no se reduce la impunidad, inseguridad y corrupción en los tres niveles de gobierno”, determinó México, ¿Cómo Vamos?

En 2016, en medio de una turbulencia en Petróleos Mexicanos (Pemex) e incertidumbre por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la Secretaría de Hacienda ajustó a la baja el gasto público en febrero por 132 mil 300 millones de pesos, principalmente en el presupuesto de la petrolera, y en junio por 31 mil 715 millones de pesos.

Ante ello, de enero a mayo del año pasado, la inversión pública cayó -19.4 por ciento, sobre todo por una reducción de -98.6 por ciento en Recreación y Cultura, una de -53.4 por ciento en Turismo, así como de -98.3 por ciento en Asuntos Financieros y Hacendarios.

“Nos están sacando de la competencia internacional al orientar mal la inversión pública”, concluyó el economista Sergio Saldaña.

 

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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