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PERIÓDICO CENTRAL

Ex empleados de LyFC aún esperan por pagos y empleos, y dicen que AMLO y Bartlett sólo los usaron

10/10/2019 - 4:38 pm

CENTRAL presenta la primera de tres partes del reportaje especial “El apagón de Luz y Fuerza” a una década de que el Gobierno del panista Felipe Calderón decretara la extinción de Luz y Fuerza del Centro, dejando sin trabajo a 44 mil personas. Una de las regiones más afectadas en estos 10 años es el municipio de Juan Galindo —cuna de la industria eléctrica— pues en 1905 Porfirio Díaz inauguró en esta localidad la primera planta hidroeléctrica de América Latina.

En esta entrega hablamos sobre el cambio en la dinámica social y la actividad económica tras el cierre de la compañía con testimonios de sindicalizados, jubilados y ex trabajadores de la empresa, quienes coinciden en que se convirtió en un pueblo fantasma, sostenido por los pensionados, aunque no lograron mantener al 100 por ciento la economía del lugar.

Por Esteban de Jesús López y Yonadab Cabrera

Puebla, 10 de octubre (PeriódicoCentral).– Hoy hace 10 años, a media noche, policías federales y soldados irrumpieron en las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro y sacaron por la fuerza a miles de trabajadores para tomar el control de la paraestatal. Desde ese momento, la vida de todos ellos cambió. La empresa abastecía de energía eléctrica al entonces Distrito Federal, así como algunos municipios de México, Hidalgo, Puebla y Morelos, se apagó por órdenes del Presidente, Felipe Calderón Hinojosa.

A una década de aquel 10 de octubre de 2009, los agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), así como los pobladores de Nuevo Necaxa acusan que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los traicionaron y los utilizaron en los procesos electorales para ganar votos en las urnas.

 

CENTRAL presenta la primera de tres partes del reportaje especial “El apagón de Luz y Fuerza” a una década de que el Gobierno del panista Felipe Calderón decretara la extinción de Luz y Fuerza del Centro, dejando sin trabajo a 44 mil personas. Una de las regiones más afectadas en estos 10 años es el municipio de Juan Galindo —cuna de la industria eléctrica— pues en 1905 Porfirio Díaz inauguró en esta localidad la primera planta hidroeléctrica de América Latina.

En esta entrega hablamos sobre el cambio en la dinámica social y la actividad económica tras el cierre de la compañía con testimonios de sindicalizados, jubilados y ex trabajadores de la empresa, quienes coinciden en que se convirtió en un pueblo fantasma, sostenido por los pensionados, aunque no lograron mantener al 100 por ciento la economía del lugar.

Juan Galindo o Nuevo Necaxa como es popularmente conocido, está a dos horas y 30 minutos de la capital poblana. El contraste social es evidente al salir de la ciudad y al entrar al pueblo enclavado en la Sierra Norte del estado.

El pueblo “tenía vida”, “luz”, así lo describen los habitantes. Sin embargo, con la extinción de la empresa la economía se desplomó, muchos siguen esperando “el milagro” de que el gobierno les regrese sus trabajos o les pague el resto de sus liquidaciones, mientras que otros tuvieron que aprender nuevos oficios para llevar de comer a sus casas y algunos abandonaron el pueblo que los vio crecer, ante la falta de oportunidades.

Hoy la neblina propia del clima de la Sierra Norte refleja el estado de ánimo y el panorama en general del municipio. Por la noche, los habitantes de Juan Galindo ya no salen de sus casas, cuando antes el kiosko era el punto de reunión de jóvenes y personas de la tercera edad. Las parejas salían a pasear al jardín central y los niños jugaban en las jardineras.

Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Hoy, Don Guillén Cabrera, uno de los primeros jubilados de la empresa; Huberto Aguilar, ex representante legal de la compañía en Necaxa; Marco Antonio Aguilar, ex subsecretario General del SME; al igual que a Domingo Aguilar; así como a Freddy Alvarado ex trabajador y Roberto Jiménez, presidente de la Fundación Necaxa, coinciden: “AMLO nos traicionó”.

LA TRAICIÓN DE AMLO Y BARTLETT

Una década después del cierre de Luz y Fuerza, los ex trabajadores admiten que se sienten traicionados por Manuel Bartlett y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien acusan de responder “mediáticamente” sin que tenga la intención de resolver sus problemas.

Lamentan el apoyo que le dieron en dos ocasiones cuando fueron a pedir el voto a Necaxa, en 2012 y en las elecciones del año pasado.

LE LEVANTÉ LA MANO A BARTLETT Y HOY NI SE ACUERDA DE NOSOTROS

Domingo Aguilar, ex subsecretario del SME División Necaxa, recuerda que Bartlett fue a pedir el apoyo a Necaxa en el 2012, cuando buscaba el Senado de la República. Estuvo en más de dos ocasiones en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas y ahí, prometió respaldo total a los ex trabajadores a tal grado de que recuperaran sus empleos.

Domingo Aguilar, ex subsecretario del SME División Necaxa. Foto: Periódico Central

Incluso, admite haberle levantada la mano, pero siete años después de ese acto, acusa al director de CFE, de ser “un mal funcionario”.

“Efectivamente, Manuel Bartlett estuvo en muchos eventos de nosotros, incluyendo nuestro edificio de Insurgentes (Ciudad de México), en varios eventos importantes estuvo este mal funcionario para mí. Aquí en Necaxa lo arropamos (…) Hoy como funcionario se ha declarado desde mi punto de vista, enemigo acérrimo del SME, no ha dado solución”.

SON POLÍTICOS DEL MONTÓN, OLVIDAN SUS PROMESAS DE CAMPAÑA

Para Marco Antonio Aguilar quien también fue subsecretario del SME en Necaxa, el Presidente de México y el director de CFE son unos políticos del montón que cuando llegan al poder se les olvidan sus promesas de campaña.

“A nosotros como jubilados, como gente mayor, no nos tragamos eso, son políticos y siempre han vivido de la política, desde el primer momento no teníamos que haberle creído (a Bartlett) cuando estuvo en Necaxa”.

Marco Antonio Aguilar, quien también fue subsecretario del SME en Necaxa. Foto: Periódico Central

NOS SENTIMOS TRAICIONADOS POR AMLO Y BARTLETT

Roberto Jiménez Hernández, presidente de la Fundación Necaxa, muy indignado señala que se siente traicionado por López Obrador y Manuel Bartlett, porque interpusieron sus intereses personales antes que los del pueblo.

Yo creo que dolidos no, traicionados sí. Nos damos cuenta que ellos traicionan a sus propios principios, y desde que traicionan a sus principios qué nos esperamos la sociedad, los trabajadores. Definitivamente estamos expuestos a este tipo de acciones porque ponen por delante los intereses personales que los del pueblo, la sociedad. Nosotros estuvimos apoyándolo, respaldándolo en su momento (A Bartlett)”.

BARTLETT SE APROVECHÓ DE LOS TRABAJADORES

El ex representante legal de Luz y Fuerza, Huberto Aguilar reconoce que Bartlett se aprovechó de los trabajadores en dos ocasiones al solicitar su espaldarazo.

La situación de Bartlett que se aprovechó de los trabajadores, siempre se ha dado y siempre se va a dar y siempre van a jugar con los trabajadores de todo el país”.

Roberto Jiménez Hernández, presidente de la Fundación Necaxa. Foto: Periódico Central

NOS TIENEN EN EL OLVIDO

Freddy Alvarado, ex trabajador de Luz y Fuerza reprocha al Presidente de México que los tengan olvidados a casi un año de estar en el poder, además de que le dieron votos y sirvieron como su Ejército Electoral desde el 2006.

El SME le extendió la mano a Andrés Manuel López Obrador en su tiempo, durante todos sus procesos, durante la situaciones que él vivió y a Manuel Bartlett. A pesar de todo lo que se decía de Manuel. Es más, vino aquí a Necaxa, aquí lo recibimos, lo apoyamos”.

EN 10 AÑOS SE DESMORONÓ LA ECONOMÍA DE NECAXA Y LA GENTE QUEDÓ ESTIGMATIZADA

La economía se desplomó y a la mayoría de trabajadores se les cerraron las puertas. Incluso, revelan que fueron víctimas de una campaña en su contra, para que no fueran contratados en ninguna parte.

Huberto Aguilar asegura que la economía en Juan Galindo se desmoronó, aunque en su caso aprendió nuevos oficios para sobrevivir. Al igual que él, algunos de sus compañeros hicieron los mismo, pero otros de plano no hicieron el esfuerzo por superarse y viven a expensas de sus papás o abuelos jubilados. Comenta que había 450 trabajadores de las regiones de Necaxa, Canaditas y Huauchinango, lugares que también se vieron afectados porque dejaron de tener ventas.

Huberto Aguilar asegura que la economía en Juan Galindo se desmoronó. Foto: Periódico Central

La economía se derrumba totalmente, ya no hay ventas, ya no hay compras y la gente tiene que buscar otros aspectos para subsanar lo que les habían quitado (…) viven con la idea de que algún día, en algún momento, la situación se les va a resolver y va a regresar la empresa, la empresa ya no va a regresar. Luz y Fuerza ya no existe”.

NOS CERRARON MUCHAS PUERTAS

Por su parte, Marco Antonio Aguilar Ramírez, señala que había dinero para apoyar a sus hijos y al desaparecer su fuente de empleo se les cerraron muchas oportunidades. Reprocha que el Gobierno federal emprendiera una campaña en su contra para que no fueran contratados de nuevo.

La empresa era lo más importante, muchos tuvieron que emigrar, las personas que no estaban preparadas se les hizo más difícil encontrar empleo, por otro lado también en cuestión del comercio se vino abajo, hubo cuestiones sociales que repercutieron en divorcios de muchos compañeros (…) si se palpaba en muchas cuestiones”.

Freddy Alvarado, ex trabajador de Luz y Fuerza. Foto: Periódico Central

LOS JUBILADOS MANTENEMOS AL PUEBLO

Para don Guillén Cabrera —de las primeras generaciones de jubilados— la situación es triste porque considera que la economía fluye gracias a los pocos jubilados que sobreviven en el pueblo. Incluso, reconoce que no hay otra industria en Necaxa que permita el desarrollo de la región como los años prósperos en las que funcionaba la hidroeléctrica.

El pueblo sigue viviendo casi igual, ahorita lo que le ayuda al pueblo, somos nosotros los jubilados”.

ANTES LA GENTE COMPRABA CARNE POR MONTONES

Freddy Alvarado recuerda con nostalgia cuando el mercado estaba lleno de gente que iba a hacer sus compras. Después del fatídico 10 de octubre de 2009, el panorama cambió. Los carniceros dejaron de vender carne, la venta de pollo casi se extinguió. El ex trabajador de Luz y

Fuerza dice que la riqueza del pueblo era gracias a que el 70 por ciento de los empleados laboraban para la paraestatal.

Cuando sale el decreto de extinción, obviamente la economía se va a los suelos, ahorita ya podemos ver que los mercados ambulantes que son los de los viernes y domingos nuevamente puede estar activo, pero llegó el momento que no había gente caminando en los pasillos del mercado”.

Para don Guillén Cabrera —de las primeras generaciones de jubilados— la situación es triste porque considera que la economía fluye gracias a los pocos jubilados que sobreviven en el pueblo. Foto: Periódico Central

La segunda parte del reportaje hecho por CENTRAL desnudará cómo incrementó la delincuencia en Juan Galindo ante la falta de empleos y cómo es que han logrado sobrevivir los habitantes sin su principal fuente de empleo.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE PERIÓDICO CENTRAL. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

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