La DEA identifica “presencia creciente” de 5 cárteles en el DF; Time: “la pax mafiosa acabó”

10/11/2015 - 11:04 am

La revista norteamericana, como lo hace hoy mismo un análisis de la Fundación Rockefeller y The Guardian, cuestiona que el gobierno de Miguel Ángel Mancera niegue que hay cárteles en la capital. Time dice que la actual violencia viene de las prisiones –que administra el GDF, como lo dijo SinEmbargo–. La capital del país es el hogar de sólo el 8 por ciento de la población del país, pero es el hogar de casi una quinta parte de todos los presos. 


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Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- La “Evaluación de la Amenaza Nacional de Drogas 2015”, un análisis elaborado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, Drug Enforcement Administration) de Estados Unidos, identifica a cinco cárteles de la droga con presencia significante o en aumento en la capital mexicana: Los Beltrán Leyva, el Cártel del Golfo, Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y los Caballeros Templarios; esta última organización criminal está declarada como “desaparecida” o casi desaparecida por el Gobierno federal después del arresto de sus principales cabecillas.

La DEA dice en su último informe que en el Distrito Federal no existe “presencia dominante” de un sólo cártel. Pero establece que esas cinco fuerzas criminales tienen un poder ascendente.

Se trata del mismo informe que señala que los cárteles mexicanos de la droga son la principal amenaza para Estados Unidos en materia de narcotráfico. La presencia de los grupos criminales de México en EU creció en forma considerable en el último año apoyada por pandillas locales de ciudades estratégicas, que le han servido a esas organizaciones para extender sus redes hacia el Este y Norte de la Unión Americana, y que mantiene a sus líderes alejados de la acción de la justicia estadounidense.

Nada extraño que la DEA identifique la presencia de cárteles en la capital mexicana. El Distrito Federal se ha convertido en un nuevo territorio de la violencia del narco, controlada desde las mismas cárceles, sin que las autoridades tenga un plan eficiente para su combate, señala además un reportaje publicado por la revista estadounidense Time.

Además, hoy mismo, un análisis firmado por Nina Lakhani, auspiciado por la Fundación Rockefeller y publicado en el diario británico The Guardian, dice que una lluvia de críticas cayeron sobre Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, por no admitir el grado de delincuencia que vive la capital del país.

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El diario británico señala que a pesar de la negación de las autoridades capitalinas, la reciente ola de asesinatos ha logrado que los habitantes y diversos expertos consideren que el Distrito Federal “ha perdido su estatus como un refugio seguro contra la violencia del hampa”, del que disfrutó durante mucho tiempo, a diferencia del resto del país.

“Pero su negativa a admitir la extensión de su propio problema con la delincuencia, ha sido criticado como absurdo, inverosímil y políticamente motivado después de una reciente serie de asesinatos brutales y extorsiones expuestas, signos de la presencia de la delincuencia organizada en la ciudad”, dice.

The Guardian afirma que habló con líderes empresariales, analistas y comerciantes, los cuales coinciden acerca de la infiltración de los grupos delictivos en la capital, que ahora está afectando incluso “a sus más ilustres barrios, después de años de negación del gobierno y de falta de acción”.

El cuerpo torturado de un hombre no identificado y envuelto en vendas, colgado de un puente cercano a una estación de Policía en el “suburbio pobre de Iztapalapa”, antes sólo se veía asociado a la narco violencia que se practicaba en estados del norte, como Tamaulipas, Sinaloa y Chihuahua, donde los cárteles públicamente han mostrado los cuerpos mutilados para intimidar a grupos rivales en las disputas territoriales, aterrorizar a la población y advertir a las autoridades, dice el medio británico.

Ese fue el primer caso “emblemático” del terror que se vive ahora en la capital. Al día siguiente el cuerpo carbonizado y torturado de otro hombre no identificado fue hallado cerca de un barril de gasolina ardiendo. Horas más tarde, un tercer hombre muerto fue hallado en la misma ciudad. El cuerpo fue abandonado junto a un pedazo de cartón con un mensaje amenazante dirigida al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, amenazando más asesinatos contra grupos rivales.

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Sólo el pasado viernes fue dejado otro mensaje “ominoso” en Tlalpan, dirigido a Mancera. La narco manta narco prometía más cuerpos colgados a menos que la Policía local detuviera la protección de ciertos criminales, rememora el diario extranjero.

Toda esta reciente y “espantosa” ola de violencia “arroja dudas sobre el gobierno de la Ciudad de México, la decimocuarta economía más grande del mundo, dice The Guardian. “En los últimos años, las autoridades locales y federales han culpado erróneamente a varios delitos de alto perfil en las disputas locales, con el fin de preservar la imagen limpia de la capital”, indica el diario.

El rotativo británico recuerda el secuestro y asesinato de 12 jóvenes en el Bar Heaven, en mayo del 2013. El diario recuerda que incluso después de que se encontraron los cuerpos en una fosa en un área controlada por La Familia Michoacana, pero los funcionarios de la ciudad insistieron en que la masacre fue parte de una disputa entre narcotraficantes locales y no tenía vínculos con el crimen organizado.

“En julio de 2015, Mancera rechazó de plano un informe de inteligencia de la DEA, que dijo que cinco de los más poderosos cárteles del país -los Zetas, Los Caballeros Templarios, el Cártel del Golfo, Los Beltrán-Leyva y el Cártel de Sinaloa- hayan estado activos en la capital”.

Erubiel Tirado, coordinador del programa de Seguridad Nacional en la Universidad Iberoamericana, dijo a The Guardian que era absurdo e inconcebible que la Ciudad de México no se viera afectada por el crimen organizado, especialmente teniendo en cuenta su importancia demográfica y geoestratégica.

“Ha habido por lo menos 10 incidentes brutales en el DF en los últimos años, que fueron claramente vinculados con el crimen organizado”, dijo. “Sin embargo, el gobierno sigue reclamando estos asesinatos fueron incidentes aislados y todo está bajo control, ya aceptar la verdad tendría implicaciones políticas graves tanto para la ciudad y los gobiernos federales. Esta última escalada de violencia es a la vez un mensaje y un desafío dirigido hacia otros grupos criminales, y al gobierno, en lo que es un territorio en disputa”.

TIME: TERMINÓ LA “PAX MAFIOSA”

La revista Time dice en un reportaje de su última edición que uno de los principales problemas del gobierno capitalino es controlar a las bandas que operan dentro de sus penales. La publicación cita que en los primeros nueve meses del año, hubo 642 asesinatos dentro del Distrito Federal, un aumento del 22 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado. Fue el número más alto desde 1998. Además, desde los centros penitenciarios, las pandillas parecen estar diversificando nuevos negocios como extorsionar a las empresas a cambio de “protección”, incluso en zonas de moda donde se reúne la clase media.

Asegura que los temores se han ido agravando en la medida que han ido apareciendo cadáveres por toda la ciudad, considerada “el hogar de gran parte de la élite política y de los negocios de la Nación, donde viven un tercio de todos los extranjeros en México, incluyendo a muchos estadounidenses, y se ubican las oficinas de los grandes corporativos”.

La publicación, firmada por el periodista Ioan Grillo, señala que la ciudad de México había permanecido a salvo de la violencia de los carteles, “ya que no es un territorio que los narcotraficantes quieren luchar”, como las entidades donde se encuentra los grandes plantíos de opio y mariguana, entre ellos Sinaloa, Michoacán y Guerrero.

“Pero la aparición de un hombre colgado en Iztapalapa y de una serie de mantas con amenazas”, la última en Tlalpan, son indicios de que la capital había vivido en “una especie de pax mafiosa”, que permitía a los narcotraficantes esconderse en departamentos o mansiones de lujo, en las que tenían hasta zoológicos privados.

Destaca que en medio de la ola de violencia que vive la capital del país, el Procurador de Justicia, Rodolfo Ríos Garza, aseguró: “No vamos a tolerar la impunidad o cualquier intimidación contra los residentes de la Ciudad de México”, y agregó que la evidencia reunida apuntaba a que los asesinatos están relacionados con pandillas dentro de las cárceles “abarrotadas” de la Ciudad de México, producto de la guerra contra los cárteles.

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EL CENTRO DEL CRIMEN

De acuerdo con Time, después de una década de intensos combates contra los cárteles, las fuerzas de seguridad han detenido a decenas de miles, durante supuestos operativos, entre ellos “muchos sicarios”, quienes ante la incapacidad y saturación de los penales estatales, terminan cumpliendo sentencia en las cárceles de la capital.

El Distrito Federal, según reseña Time, es el hogar de sólo el 8 por ciento de la población de México, pero es el hogar de casi una quinta parte de los presos de todo el país. Cerca de 3 mil 500 de los 37 mil reclusos en la capital enfrentan cargos federales, incluyendo el tráfico de drogas y el crimen organizado, informó Hazael Ruiz, subsecretario para el Sistema Penitenciario del Gobierno de la Ciudad de México.

“Tenemos una población muy grande prisión. Tenemos presos federales que tienen un perfil diferente y presentan riesgos más grandes “, dijo Ruiz, en una entrevista en la prisión de Santa Marta. “Se trata de personas con altas penas y a veces no se tienen instalaciones adecuadas para encarcelarlos.”

Dentro de estas cárceles abarrotadas, señala la publicación, los prisioneros han formado bandas para defenderse; pelean por el contrabando de heroína, teléfonos celulares, Viagra…, dijo Saskia Niño de Rivera, un trabajador social en los centros penitenciarios mexicanos.

“Hay casi 40 mil presos en un área pequeña, lo que significa que tienen una serie de negocios ilícitos que juntos valen mucho dinero, millones de dólares”, dije De Rivera.

“En este momento, usted tiene un grupo tratando de hacerse cargo de este negocio o de otro, y que ha dado lugar a la violencia en las cárceles y en las calles”, agregó.

Según Time, un recluso conocido como “El Avispa” o “La Avispa”, llamado Paulo Sergio Contreras, de 27 años, jugaría un papel importante en esta ola de violencia –tal y como lo publicó SinEmbargo el 22 de octubre– luego de haber sobrevivido a un ataque de seis balazos por parte de otro prisionero en el Penal de Santa Marta, en julio pasado.

La relación surge porque mensajes encontrados en los cadáveres en calles de la Ciudad de México aparecen con la firma “Wasp” en la parte inferior. Por otro lado, los fiscales apuntan a un prisionero llamado Luis Eusebio Duque, también conocido como “Duke”, quien fue trasladado al estado fronterizo de Chihuahua, donde él pudo haber establecido vínculos con algún cártel.

“Aún así, la Ciudad de México sigue siendo un mundo de distancia de los estados mexicanos más asediados. Si la misma tasa de asesinatos continúa, el Distrito Federal terminará 2015 con cerca de 10 asesinatos por cada 100 mil personas. Guerrero se fija para tener seis veces la tasa. También es ‘menos homicida’ que las metrópolis ‘más asesinas’ de Estados Unidos, como Detroit que tiene una tasa de 44 homicidios por cada 100 mil habitantes. O como la llamada ‘capital del asesinato del mundo’, San Pedro Sula, en Honduras, que registra una tasa de 171 asesinatos por cada 100 mil habitantes”, finaliza la publicación.

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