Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).– La Arquidiócesis de México demandó al Presidente Enrique Peña Nieto "toda la verdad" sobre el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo ocurrido en el Aeropuerto de Guadalajara el 24 de mayo de 1993.
En un artículo publicado en el semanario Desde la Fe con motivo de los 21 años del homicidio del prelado del mexicano, la Iglesia pidió a los miembros de la comunidad católica sumarse a la exigencia que se ha lanzado a través del portal CitizenGo para exigir al Jefe del Ejecutivo federal " que salga a la luz toda la verdad de los hechos".
En la petición que cuenta con mil 875 firmas se afirma que las investigaciones han estado “plagadas” de irregularidades y que “la única manera de que México sea verdaderamente libre es que se conozca la verdad y se imparta justicia".
“Lo que sabemos es que el asesinato del cardenal Posadas se hizo con medios del Estado y que –según relata el mismo médico forense– fue el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari quien dio la orden de no realizar la autopsia, además de que también trató de negociar con el fallecido Secretario de Gobernación, Carlos Abascal, cerrar el expediente, todo “para acallar la voz de la Iglesia que denuncia la corrupción”, dice el documento que acompaña la petición suscrita por la Arquidiócesis.
Al cártel de Tijuana se le atribuye, el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993 en el aeropuerto de la ciudad de Guadalajara. El sacerdote supuestamente fue confundido por los sicarios con el fugitivo líder del cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Ese día otras personas perdieron la vida en la refriega, entre ellos Martín Alejandro Aceves Rivas, chofer del prelado. A 25 metros de distancia del Grand Marquis se encontraron los cadáveres de Ramón Flores Flores y José Rosario Beltrán, originarios de Sinaloa, mientras que Francisca Rodríguez Cabrera y su sobrino Juan Manuel Vega Rodríguez fueron hallados aún vivos en los módulos de acceso al aeropuerto, pero también perecieron.
El gobierno, encabezado entonces por Carlos Salinas de Gortari siempre sostuvo la hipótesis de una muerte “accidental” en medio del fuego cruzado entre los dos grupos criminales. El cártel de Tijuana habría pensado que Posadas era “El Chapo” Guzmán.
El auto del cardenal recibió 38 impactos, de los cuales 14 dieron en su cuerpo. El caso fue cerrado oficialmente el 9 de abril de 2007 por Jesús Salvador Rivera, juez encargado de la causa. La versión sobre la confusión es la que hasta ahora explica oficialmente la muerte del prelado.
A dos décadas del crimen las teorías de conspiración se han multiplicado por la falta de una explicación creíble.
