Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).– En gran parte de las historias de ciencia ficción, además de las obvias referencias futuristas, hay elementos que ya son clásicos de este género. Uno de ellos es la llamada "animación suspendida", a la cual se someten los viajeros espaciales para soportar las largas travesías a través del universo. Si bien, las posibilidades de lograr esto siempre se han calificado de remotas, lo cierto es que ahora podría estar muy cerca de concretarse gracias a médicos estadounidenses.
Cirujanos del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh en el Hospital Presbiteriano de esta ciudad (UPMC Presbyterian) están listos para comenzar los ensayos de animación suspendida por enfriamiento drástico a las víctimas de traumas físicos severos, como por ejemplo a las víctimas de algún tiroteo, por dar algún ejemplo, en un esfuerzo para mantenerlos vivos durante operaciones complicadas.
Todo aquel que haya visto las películas de la saga Alien recordarán que en los viajes dormían y despertaban pasado un tiempo, conservando sus funciones biológicas en lo mínimo. Sin embargo, en la vida real no se trata de hacer que las personas permanezcan en animación suspendida durante décadas como la suboficial de vuelo Ellen Ripley.
De esta manera, los primeros esfuerzos de esta técnica se remotan 20 años atrás, cuando Peter Safar y Ron Bellamy propusieron que la inducción rápida de hipotermia podría hacer "ganar tiempo" a un equipo de cirujanos de traumatismo para controlar el sangrado. Ahora, gracias a la obra de Peter Rhee y Samuel Tisherman, esta idea está oficialmente listo para ser estrenada.
El UPMC Presbyterian será el responsable del ensayo de este procedimiento al que no les gusta llamar "animación suspendida". El ensayo tendrá a 10 personas en las condiciones requeridas para un procedimiento de esta naturaleza. Por otra parte, los expertos llegaron a la conclusión de que por lo menos una vez al mes reciben personas en estado crítico, las cuáles tienen un 7 por ciento de posibilidades de sobrevivir, publicó la revista New Scientist.
"Estamos suspendiendo la vida, pero no nos gusta llamarlo animación suspendida porque suena a ciencia ficción" dijo Tisherman. "Así que lo llamamos preservación de emergencia y reanimación", agregó, dado que la idea es brindarle a los pacientes un valioso tiempo durante las operaciones críticas, como por ejemplo después de un ataque masivo de corazón, heridas con arma blanca o disparos con armas de fuego.
Para el procedimiento un equipo de cirujanos se encargarán de extraer la sangre del paciente, la cual será reemplazada con una solución salina y fría. La solución se suministrará a través de un tubo que estará conectado a la arteria aorta. El fluido se ocupará de mantener las funciones biológicas del paciente funcionando al mínimo, reduciendo así la necesidad de oxígeno. Un bypass de pulmones-corazón se encargará de restaurar la circulación de sangre y con eso también la oxigenación, como parte del proceso de resucitación. Finalmente, todo el proceso llevará al paciente a una temperatura de 10 grados centígrados, lo que provocará un paro cardiaco o muerte clínica.
Debido a que los pacientes no pueden dar su consentimiento para ser sometidos a la "preservación de emergencia", el estudio se llevará a cabo en el marco del proceso de excepción de consentimiento, que incluye consultas con la comunidad y la notificación pública. Por lo tanto, todas aquellas personas residentes en el área de Pittsburgh que consideren esta medida como demasiado arriesgada podrán contactar con el sitio web de la iniciativa que respalda este procedimiento, para conocer más al respecto.