El azar también es producto de una decisión; científicos desentrañan los mecanismos del libre albedrío

12/06/2014 - 1:00 am
De acuerdo con el nuevo estudio, la sensación de realizar una acción aleatoria es una ilusión creada por el cerebro. Foto: EFE
De acuerdo con el nuevo estudio, la sensación de realizar una acción aleatoria es una ilusión creada por el cerebro. Foto: EFE

Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).– La capacidad del ser humano para tomar decisiones ha sido producto de incontables discusiones filosóficas desde la antigüedad. Sin embargo, también es motivo de estudio de varios investigadores que tratan de desentrañar el origen del también llamado "libre albedrío. Ahora, un grupo de científicos de estados Unidos afirman que esta capacidad podría derivarse de fluctuaciones aleatorias en el “ruido de fondo” del cerebro.

De esta manera, la capacidad de los seres humanos para tomar decisiones, entre las que se incluye (claro) cometer errores, podría derivarse de las fluctuaciones aleatorias del "ruido de fondo" del cerebro, una actividad neuronal que se consideraba un simple mecanismo de compensación, y a la que durante años los científicos no dieron importancia por considerarla un simple mecanismo de compensación cerebral sin mayor trascendencia.

Así, de acuerdo con en el estudio realizado en el Center for Mind and Brain de la Universidad de California, Davis (UCD), se demostró que se las decisiones que tomaría un individuo a partir de dicho "ruido de fondo", pueden predecirse, comprobando la manera en la que los "estados arbitrarios del cerebro pueden influir en decisiones aparentemente voluntarias", dijo el investigador y autor principal del artículo Jesse Bengson, por medio de un comunicado de la institución educativa.

“¿Cómo es nuestra conducta independientemente de la causa y el efecto?” se preguntó Bengson, dando pie así al experimento.

Un grupo de voluntarios se sentaron frente a una pantalla y fijaron su atención en el centro de esta, y por medio de la electroencefalografía (EEG), los científicos registraron la actividad eléctrica de sus cerebros. La mecánica del experimentó consistió en que los sujetos tomaran la decisión de mirar hacia la izquierda o hacia la derecha cuando un símbolo aparecía en la pantalla, para luego reportar la decisión. Asimismo, las señales que los voluntarios observaban eran aleatorias y no podían estar preparados para lo que aparecería ante sus ojos, ya fuera consciente o inconscientemente.

Por otra parte, los investigadores encontraron que el movimiento en el patrón de actividad de cada persona les permitía predecir el resultado segundos antes de que estos tomaran la decisión.

“El estado del cerebro justo antes de la presentación de la señal determina si mirará a la izquierda o a la derecha. El momento al azar significa que sabemos que la gente no está tomando la decisión de antemano”, dijo Bengson.

Los resultados señalan que “el ruido de fondo” del cerebro en realidad proporcionan un modelo de cómo la actividad cerebral precede la decisión. De igual manera, para los científicos, este ruido de fondo cerebral presenta un nuevo camino hacia una libertad más allá de la causa y efecto. Pero ciertamente, tanto la decisión del cerebro consciente como la del inconsciente son exclusivas de cada persona y son producto de sus genes, cerebro y del entorno.

El trabajo de los científicos de la UCD plantea también otras preguntas. Una de las más importantes es aquella que cuestiona si el cerebro humano se prepara para actuar antes de que las personas sepan que van a actuar. De igual manera, ¿cómo se puede tomar una decisión verdaderamente consciente? y, finalmente, ¿Las decisiones se forman después de que se adquiere consciencia de las evidencias que las fundamentan o, por el contrario, se definen antes de que las evidencias han alcanzado la consciencia?

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