Por Carlos Meza. Corresponsal
Madrid, 11 Jun. (Notimex).- La educación musical para la formación de nuevas generaciones de intérpretes es una razón de orden social que es bueno que le suceda a México, aseguró hoy aquí el compositor mexicano Mario Lavista.
En entrevista con motivo del XII Premio de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de Música Iberoamericana “Tomás Luis de Victoria”, que recibirá el sábado en esta capital, comentó a Notimex que una de sus pasiones es la enseñanza en el Conservatorio Nacional de Música de México.
“La transmisión del saber, del conocimiento y el entusiasmo por la música es algo de orden social, es necesario que suceda en un país como México”, aseveró.
Consideró que, en términos generales, la educación en México “es desastrosa”, por lo que son indispensables buenos profesores, que enseñen de manera adecuada.
Lavista (México, 1943) precisó que este premio que recibe en España es un privilegio y honor, pero también “un reconocimiento a la música mexicana y su vitalidad”.
“En nuestro país conviven diferentes generaciones de compositores y todos tienen enorme excelencia y solvencia de orden técnico y en México tenemos intérpretes grupos y solistas contemporáneos, el Cuarteto Latinoamericana, el grupo Tambuco, Horacio Franco y muchos más”, indicó.
“Es una gran fortuna porque oímos nuestra música tocada de manera formidable y eso siempre se agradece, no sólo la música tradicional sino también la contemporánea”, abundó.
Consideró que es un privilegio formar parte de la lista de premiados con el “Tomás Luis de Victoria”, y recordó a sus amigos que lo recibieron y ya fallecieron: el cubano Harold Gramatges en 1996 y el argentino Gerardo Gandini en 2008.
Sin embargo, aclaró que los premios no se buscan, que llegan por diversas razones, como el azar, y lo mejor es no tomarse ésto como una presión hacia la carrera musical.
“Me he dado cuenta a mi edad que se habla de madurez y de seguridad, de tener más oficio, y algo hay de eso, pero en mi caso sigo siendo inseguro ante una página en blanco”, apuntó.
“La experiencia que he acumulado se pierde cuando voy a comenzar una obra porque no quiero copiarme a mí mismo, quiero hacer obras con nueva imaginación y fantasía, hay cierto temor de que esa fuente pueda secarse, y hay que seguir trabajando intensamente y buscar esa nueva obra y sonoridad que uno pasa la vida buscando”, dijo.
Recordó un relato del poeta Luis Cernuda, que retoma el mito de Marsias, que enseña que “el poeta y el artista que toda la vida busca la palabra perfecta, el color adecuado, el sonido que va en tal lugar, y que es un proceso, y el artista sabe que la perfección no le pertenece al hombre, sino a los dioses”.
Afirmó que bajo esa línea “el artista está condenado al fracaso y va a morir en el fracaso porque ese sonido no se encontró y el sonido le pertenece a otra dimensión; por lo que esa interpretación ayuda a recordar que todo es un proceso para llenar la vida de cosas bellas y maravillosas”.
“Lo que espero es que la obra se toque para que no desaparezca y alcance a un oyente y le diga algo, si la música le dice algo a alguien estamos salvados y la música ya cumplió su función, que le modifique algo en su vida”, mencionó.
Lavista recibirá este sábado el premio de manos del presidente de SGAE, José Luis Acosta, en un acto en la Real Academia Española (RAE) en el que será presentado por el presidente de la Fundación SGAE, Antonio Onetti.
Además, se interpretarán algunas de sus obras a cargo de Carlos Apellániz (piano), Carmen Guillem (oboe), Carmen Gurriarán (soprano), Roberto Terrón (contrabajo), el Cuarteto Bacarisse y Neopercusión.
El repertorio incluye “Tres danzas seculares para cello y piano” (1996); “Marsias para oboe y copas de cristal” (1982); “Reflejos de noche” (1984); “Salmo” para soprano, cuatro crótalos y contrabajo; y “Danza Isorrítimica para cuarteto de percusión”.
El jurado de la edición XII, presidido por Antón García Abril, compositor y Premio Tomás Luis de Victoria en 2006, lo integraron también la profesora titular de la Universidad de Oviedo, Marta Cureses.
Asimismo, la directora de programación del Festival Internacional Cervantino de México, Marcela Díez; la compositora y presidente honoraria de la Asociación Mujeres en la Música, María Luisa Ozaita; y el ensayista y crítico musical, Juan Ángel Vela del Campo.
El jurado destacó “su relevante obra, profundamente arraigada en la identidad de su país y que contribuye a la creación de un lenguaje universal en la cultura iberoamericana”.
Lavista es el más reciente ganador del Premio (2013), sucediendo en el palmarés de honor al cubano Harold Gramatges (1996), al español Xavier Montsalvatge (1998), al peruano Celso Garrido-Lecca (2000), al venezolano Alfredo del Mónaco (2002), al español Joan Guinjoan (2004).
Al brasileño Marlos Nobre (2005), al español Antón García Abril (2006), al argentino Gerardo Gandini (2008), al español Luis de Pablo (2009), al cubano Leo Brouwer (2010) y al español Josep Soler (2011).