Madres acusan a hospital de Guanajuato por la muerte de 7 bebés; exhiben mal manejo hasta de partes humanas

29/07/2014 - 12:00 am

Foto: Zona Franca
Una trabajadora separaba partes de piel, desechos orgánicos, agujas, jeringas y bisturíes del Hospital Comunitario de Villagrán. Foto: Zona Franca

Por Arnoldo Cuéllar, especial para SinEmbargo

Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo/Zona Franca).- Madres afectadas por el Centro de Atención Integral y Servicios Esenciales de Salud (CAISES) de Villagrán en Guanajuato denunciaron ayer que el hospital opera entre el desorden y un total desapego a la normatividad de salud vigente, y que estas irregularidades se han traducido ya en negligencias mortales: siete bebés muertos.

El pasado 24 de julio, mujeres del municipio Villagrán, Guanajuato, salieron a manifestarse en las calles para denunciar la muerte de siete bebés por negligencia médico. El Regidor Emanuel Reyes Carmona quien preside la comisión de salud también asistió a la marcha.

Ahora, una de las madres ha decidido narrar su experiencia.

Marilú Zamora Ortega fue una de las víctimas del descontrol que hay en el hospital comunitario que dirige el doctor Luis Antonio Chimal Cisneros. Ella fue internada el 27 de febrero para las labores preparto. Esa semana cumplía su noveno mes de embarazo.

En una entrevista con Zona Franca, la madre narra cómo, pese a los reiterados avisos que dio sobre el comportamiento extraño que tenía su bebé, ninguno de los cuatro doctores que la atendieron se preocuparon por su estado de salud.

Primero la recibió la doctora general Cristina González. Zamora Ortega llegó el 27 de febrero y Cristina la reprogramó para que regresara el 6 de marzo porque, según ella, le faltaba una semana más.

La intuición materna encaminó a Marilú Zamora a regresar al día siguiente. El doctor en turno fue el ginecólogo, Rodrigo Servín, quien de manera soez la agredió con preguntas sobre sus  hábitos alimenticios.

El sentimiento de que algo andaba mal crecía, pues la mujer no era primeriza. Hace siete años dio a luz a su primer y ahora único hijo.

Desde el 27 de febrero la doctora Cristina le había dicho que el corazón del bebé estaba alterado, pero "todo estaba bien". El doctor Servín se percató de ello, pero también dijo que "todo estaba bien".

El doctor Chacón y el doctor Felipe, como nombra Zamora a los últimos dos  que la atendieron, tampoco mostraron interés en dar un trato digno y adecuado a la paciente.

El desenlace sucedió cuando la enfermera Elvira, a quien calificó como grosera, le suministró un medicamento, mismo que desapareció los ligeros dolores que tenía la embarazada. Eso no estaba bien, el bebé también había dejado de moverse o dar signos de vida.

El lunes 3 de marzo Marilú dio a luz. Tras esperar 20 minutos, prácticamente ya iniciada la labor de parto, para que personal del CAISES de Villagrán limpiaran la sala de expulsión, nació su bebé cerca de las 3: 20 de la mañana. Dos horas después, a las 5:20, la que sería su segunda hija no respiró más.

En ese momento, la madre ni sus familiares conocieron el motivo del deceso, sólo recibieron el cuerpo de la recién nacida. No hubo acta de nacimiento ni de defunción.

El dolor y la frustración empujaron a Marilú Zamora a iniciar una lucha contra la nula atención de quienes la tendieron, contra las negligencias de las que fue víctima; "una batalla para que no se repita lo que le pasó a su bebé".

Así logró que personal del hospital comunitario iniciara una investigación que lo único que arrojó es que la hija de Marilú falleció de síndrome de aspiración de meconio, afección que ocurre cuando el bebé recién nacido aspira una mezcla de su materia fecal y líquido amniótico hacia los pulmones cerca del momento del parto.

Además, se logró poner en evidencia la irregularidad con la que opera el CAISES de Villagrán: no fueron hallados registros de los chequeos realizados a Marilú, ni la hora o día en que fue ingresada al nosocomio.

Su caso fue tomado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que inició de oficio un expediente para investigar la presunta violación a los derechos humanos cometida en un Hospital de Guanajuato, en agravio de una mujer y su recién nacida.

El presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, indicó que la agraviada, de 22 años, con nueve meses de gestación, acudió el 3 de marzo al Hospital Comunitario de Villagrán, para que se le practicara una cesárea programada, sin embargo, la recién nacida falleció por presunto retardo en la atención.

En un comunicado, el organismo defensor mencionó que ya en el nosocomio la mujer tuvo que esperar más tiempo del previsto por “carecer de condiciones idóneas en las salas de expulsión”.

Finalmente, la joven fue atendida y dio a luz a una bebé cuyo estado de salud se complicó hasta fallecer, bajo el argumento de que “ingirió sus líquidos corporales”, refirió.

La CNDH informó que visitadores adjuntos se trasladaron a la entidad para entrevistarse con la víctima y sus familiares, así como recabar evidencias que permitan acreditar la presunta violación a sus garantías funamentales.

Por estas anomalías, Marilú junto con otras seis madres, presentaron su respectiva queja ante Derechos Humanos.

Además, ella y otra mujer, interpusieron una demanda contra quien resulte responsable de lo ocurrido a sus hijos que ya no están.

Cansada de que las autoridades no pongan atención a lo que le sucedió, y sucede en el hospital, Marilú está dispuesta a bloquear carreteras. "Y no me importa que me manden a la cárcel", sostiene.

Fija como plazo el 24 de agosto para que tanto el Gobernador, Miguel Márquez Márquez y el secretario de Salud, Ignacio Ortiz Aldana, pongan fin al viacrucis que las mujeres embarazadas viven en el CAISES de Villagrán.

Aquí en Guanajuato penan gravemente el aborto, pero no castigan a quienes matan a nuestros bebés, concluye.

MADRES SE MANIFIESTAN

El pasado 24 de julio, mujeres del municipio Villagrán, Guanajuato, salieron a manifestarse en las calles para denunciar la muerte de siete bebés por negligencia médica en el Hospital Comunitario del municipio. El Regidor Emanuel Reyes Carmona quien preside la comisión de salud también asistió a la marcha.

Las demandas que hicieron las manifestantes se basan en cinco puntos fundamentales:

El primero, castigo para los médicos y enfermeras que fueron causantes de la muerte de los bebés.

Segundo, se pide la destitución del personal administrativo, incluyendo al director, Luis Antonio Chimal Cisneros, al coordinador médico, Eduardo Sánchez Colín y a la Jefa de Calidad, Brenda Mendoza.

La tercera petición es que se brinde la atención de calidad y calidez a todos los pacientes.

Cuarta, que se surta las recetas de medicamento al cien por ciento.

La quinta solicitud, es la construcción de un nuevo hospital o una ampliación pero que cuente con infraestructura, equipo médico y el personal suficiente para atender las necesidades de salud de todos los villagranenses.

Las mujeres afectadas y que perdieron a sus niños son; Marilú Zamora Ortega, Sanjuana Enríquez Muñiz, Adriana Santarrosa Tierrafría y Daniela Cervantes Mendoza las cuales ya pusieron sus denuncias ante el ministerio publico y queja ante derechos humanos.

MAL MANEJO DE DESECHOS TÓXICOS

La señora Laura Vázquez Cantor, quien trabajó durante un año y tres meses como intendente del Hospital Comunitario de Villagrán, fue despedida por una empresa contratada por la Secretaría de Salud del Estado tras denunciar ante la Jurisdicción Sanitaria III el mal manejo de los residuos peligrosos.  El despido se dio a petición del director Chimal Cisneros.

La señora fotografió cómo ella por indicaciones del director, diariamente  separaba partes de piel, desechos orgánicos, agujas, jeringas y bisturíes y que la única protección que se le proporcionó, eran unos guantes de hule rojos.

La ahora exempleada declaró que el manejo de los desechos o residuos hospitalarios es insalubre, y que se violan las normas sanitarias, porque no deben salir de la sala de quirófano, sino que en bolsas de plástico rojas. Es por eso que se viola la norma del manejo Residuos Peligrosos Biológicos Infecciosos (RPBI).

Laura Vázquez dijo que aunque no era de su competencia ese tipo de limpieza, las instrucciones del director eran que esta depuración la hiciera el personal de intendencia y que en este caso debió intervenir la autoridad de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), nadie hizo la supervisión.

En las fotografías que presentó, se observa a Laura en la separación del material usado en la sala de Quirófano, e incluso en una imagen se ve una placenta que sería depositada en el drenaje.

Redacción/SinEmbargo

Redacción/SinEmbargo

Lo dice el reportero