A Carlos Joaquín González, quien llegó a la gubernatura de Quintana Roo con una coalición entre Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), le bastó poco más de un año para poner a la entidad en la lista de negra de naciones en el sur y norte de América, y Europa.
Ya no son Playa del Carmen, Cancún, Chetumal, Tulum, Xel-Há y Xcaret las únicas postales. Los homicidios, desapariciones, secuestros, agresiones sexuales y hasta explosiones en embarcaciones son las imágenes que prevalecen desde que Joaquín González, quien militó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por más de tres lustros, llegó al poder.
Ciudad de México, 11 de marzo (SinEmbargo).- “¿Todos están bien? ¿Tu esposa, tu papá? ¿El otro muchacho?”, cuestionó un presunto intermediario del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Sí, todos estamos bien. A Tatiana la trataron bien”, contestó Jhoan Sebastián Espinoza, uno de los cuatro colombianos plagiados en diciembre del 2017 en Cancún. Era una prueba de vida, una prueba estéril. Dos días después de la conversación, Jhoan fue localizado decapitado…
Lo anterior es sólo un ejemplo de lo que ocurre en el Quintana Roo del perredista [priista durante casi tres lustros] Carlos Joaquín González. Una entidad que arrancó el 2018 con una cifra más alta de homicidios dolosos que en 11 de los 12 meses del 2017: cuarenta asesinatos desde el primero y hasta el último día de enero [sólo por abajo de los 44 casos de octubre], de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Y no sólo son los números rojos de homicidios dolosos [359 sólo el año pasado. Es decir, casi un crimen de este tipo al día], los que impactan hoy en la tranquilidad de los quintanarroenses. Habría que agregar los delitos contra la libertad personal, entre los cuales se destaca el secuestro y el tráfico de menores, y que alcanzaron la cifra de 424 en 2017; las agresiones sexuales, con 656 en el mismo periodo; los delitos contra el patrimonio, con 16 mil 907, y la reciente explosión de un ferry en la Costa de Cozumel.
Los hechos golpearon a la seguridad de los pobladores y trastocaron el ámbito internacional, donde Quintana Roo [casa de destinos turísticos como Playa del Carmen, Cancún, Chetumal, Tulum, Xel-Há, Xcaret] fue “castigado” recientemente. Estados Unidos, Canadá y Reino Unido alertaron a sus ciudadanos: si van a ir o trabajarán en las tierras gobernadas por Carlos Joaquín, aguas.
DETONACIONES EN LA COSTA
El 21 de febrero, un ferry de la empresa Barcos Caribe, anclado en Playa del Carmen, estalló. En videos compartidos en redes sociales se muestra el momento exacto en que trozos del navío vuelan hacia el mar y contra la gente que estaba parada en el muelle. 26 personas resultaron lesionadas.
Diez días después, el 1 de marzo, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) desactivaron dos artefactos explosivos que se hallaban colocados en uno de los barcos de Caribe 3, empresa del padre del ex Gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, acusado de depredar la entidad que dirigió bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Medios locales informaron que las bombas eran de manufactura casera y estaban colocadas en estribor y a babor del casco del barco.
A propósito del hecho, la embajada de Estados Unidos emitió una alerta de viaje para que sus ciudadanos eviten el uso de los transbordadores.
La embajada puntualizó que los empleados del Gobierno de su país “tienen prohibido utilizar todos los transbordadores turísticos en esta ruta hasta nuevo aviso” y que las autoridades mexicanas ya investigaban los hechos.
Además, pidió que la gente sea consciente de su entorno “y tengan precaución; que compren un seguro de viaje que los cubra en México e incluya seguro de evacuación médica, y que se pongan en contacto con la embajada o el consulado más cercano si necesitan ayuda’’.
Mientras los encargados ya indagaban los hechos, presuntos integrantes del crimen organizado se adjudicaron el ataque.
“El atentado de los barcos fuimos nosotros y aremos lo mismo en tu casa”, era el mensaje, el cual presuntamente estaba dirigido a Perla Tun Pech, la Alcaldesa municipal de Cozumel.
LAS ALERTAS DE VIAJE
No sólo fue Estados Unidos. Canadá y Reino Unido enviaron mensajes para advertir a su población sobre lo que está ocurriendo en la entidad del priista abanderado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“Si visita cualquiera de estas áreas deberá monitorear los consejos locales, mantenerse vigilante y seguir las indicaciones de las autoridades locales y su operador turístico”, apuntaron desde la isla europea.
Por su parte, en el portal Consejos y Advertencias de Viaje, el Gobierno de Canadá señaló que: “Algunas líneas de cruceros han cancelado excursiones utilizando servicios de ferry en Playa del Carmen. Evite los transbordadores turísticos que viajan en la región hasta nuevo aviso; manténgase atento y monitoree los medios locales (incluidas las redes sociales)”.
Carlos Joaquín, el Gobernador, atinó a decir que se determinaría, a raíz de la investigación, qué fue lo que realmente ocurrió en la costa quintanarroense, de acuerdo con medios locales.
El 25 de septiembre de 2016, cuando González asumió el cargo como mandatario de la entidad en la Península de Yucatán, prometió que combatiría a la inseguridad. Quintana Roo, dijo, continuaría siendo uno de los pilares del turismo en México. Pero no…
El funcionario aseguró que serían implementadas medidas de seguridad desde los arcos de bienvenida al Estado. No pasaría la droga ni las armas. Pero tampoco…
A menos de dos años del triunfo de la coalición “UNE-Una Nueva Esperanza”, conformada por el Partido Acción Nacional (PAN) y el PRD, Quintana Roo ya está en la lista negra de al menos tres países.
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EL LLAMADO ES DESDE COLOMBIA
A la lista de Carlos Joaquín se le van agregando taches. La semana pasada, la falta de respuestas por parte de autoridades mexicanas (la Fiscalía de Quintana Roo) y colombianas obligó a Aleida Guisao, la madre de Yesly Tatiana Góez, joven desaparecida en Cancún, a salir a la calle y levantar la voz.
Después de dos meses y medio sin noticias sobre el paradero de su hija, Guisao reclamó que las investigaciones avancen, solicitó ayuda a organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos y cooperación económica para poder viajar a suelo mexicano, donde se esfumó Tatiana el 18 de diciembre del 2017.
“¡Queremos a Tatiana libre y en paz! La justicia es un derecho, no es un criterio”, recriminaron desde el lugar.
El mensaje, si bien no era directamente para González, sí debió retumbarle.
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