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“Tu abrigo, su vida”: un pueblo de España contra el asesinato de visones que visten a los ricos de Europa

11/09/2019 - 8:13 am

Los vecinos denuncian la presencia de decenas de visones en las inmediaciones del pueblo, fruto del descuido de los trabajadores, lo que se ha traducido en frecuentes ataques a perros, gatos o gallinas. Además, las constantes plagas de moscas y los insoportables olores que proceden del complejo los han llevado al límite de su paciencia.

Por Dani Cabezas

Madrid, 11 de septiembre (ElDiario.es).– Junto al tronco del árbol de un jardín particular, un pequeño visón americano duerme plácidamente. Unos metros más allá, otro cruza la carretera a toda velocidad para refugiarse en los bajos de un coche aparcado. Son solo dos de las sorprendentes imágenes captadas durante los últimos días por los vecinos y vecinas de Santa María de la Alameda, una pequeña localidad de apenas un millar de habitantes a los pies de la Sierra de Guadarrama, en Madrid.

La respuesta a la presencia de esta especie invasora en las calles y alrededores del pueblo hay que buscarla a poco más de 300 metros de la última de sus casas, en el término municipal de Peguerinos (Ávila). Allí se encuentra la mayor granja de visones americanos de toda Europa, propiedad de la empresa De la Roca Peleteros. Un lugar destinado a la cría, reproducción, engorde y desolle de estos animales para abastecer a la industria peletera. Aunque nadie conoce el número exacto, se calcula que en su interior hay más de 40 mil de estos animales.

Desde su apertura en 2004, la granja de visones americanos de Peguerinos ha puesto en pie de guerra a los habitantes de Santa María de la Alameda, que se han manifestado en numerosas ocasiones frente a las puertas de la explotación. Los vecinos denuncian la presencia de decenas de visones en las inmediaciones del pueblo, fruto del descuido de los trabajadores, lo que se ha traducido en frecuentes ataques a perros, gatos o gallinas. Además, las constantes plagas de moscas y los insoportables olores que proceden del complejo los han llevado al límite de su paciencia.

“Los visones se escapan por todas partes y llegan a nuestras casas. En mi jardín se han metido visones al menos en dos ocasiones diferentes”, cuenta a El Caballo de Nietzsche Encarna, vecina del pueblo. “He tenido que poner mosquiteras en las ventanas por culpa de la cantidad de moscas que hay. Los olores son insoportables, como a putrefacción. Ignoro si están contaminando gravemente el aire que respiramos. Tampoco sabemos si los vertidos van donde tienen que ir o se filtran en el subsuelo. Y luego está la situación que tienen esos animales semiacuáticos metidos en jaulas: no puedo imaginar lo que estarán sufriendo. Seguramente no se podrá cerrar la granja por maltrato animal, dado que estamos a años luz de algo así, pero si se puede conseguir por cualquier otro motivo, sería suficiente”, apunta.

“En la mayoría de países de Europa se van cerrando esas explotaciones y se sustituye ese tipo de productos por otros sin sufrimiento animal”, añade Miguel, otro vecino del pueblo. “Yo también he tenido que instalar mosquiteras. He visto tipos de mosca que no había visto nunca antes. Ha sido como una plaga bíblica. En cuanto a los visones que se escapan, la explotación no solo incumple la normativa respecto al vallado, sino que ni siquiera lo reparan cuando se deteriora. Además, a mediados del mes pasado llegó a la depuradora del pueblo una enorme cantidad de lodos con mucha carga de materia orgánica. Era imposible que proviniera del vecindario. El Canal de Isabel II hizo una denuncia señalando a la explotación y Medio Ambiente de Castilla y León se personó allí. Yo les vi en la puerta, pero no les dejaron entrar. Se sospecha que usaron una cisterna de las de vaciar fosas sépticas para verter su balsa de desechos al alcantarillado del pueblo. Pero como no hay testigos, probablemente no se pueda probar nada”, lamenta.

Un visón americano fotografiado por una vecina de la localidad de Santa María de la Alameda (Madrid). Foto: ElDiario.es

El colectivo Tu abrigo, su vida se formó a principios de este verano para tratar de articular las protestas vecinales y luchar contra el uso de pieles. Ha llevado a cabo acciones de protesta en Madrid, Barcelona, A Coruña y San Sebastián. Y este sábado llama a manifestarse para exigir el cierre de la macrogranja. La cita, a las cinco de la tarde a las puertas de las instalaciones, en el kilómetro 1,200 de la carretera entre Santa María de la Alameda y Peguerinos.

“Esta granja acumula un sinfín de irregularidades”, denuncia Claudia, cofundadora del colectivo. “Está a 350 metros de la línea de casas, menos de los 500 que exige la ley. Y ya fue multada por contar con más naves de las permitidas, lo que se traduce en miles de visones más. En realidad, nadie sabe cuántos animales hay hacinados ahí dentro”. Claudia se refiere a la multa recibida el pasado año, cuando la Junta de Castilla y León impuso una sanción de 30 mil euros a De la Roca Peleteros por incumplimiento reiterado de la normativa medioambiental. El Ayuntamiento envió un escrito a la fiscalía en el que se denunciaba que la instalación contaba con 40 naves en lugar de las 33 permitidas: en total, unos 39 mil 700 animales frente al máximo legal de 28 mil 500.

“La denuncia dio pie a un estudio de impacto ambiental que provocó alegaciones de los vecinos, dada la cantidad de irregularidades en las que incurría: además de un número mayor de naves y animales de los declarados, se encontraron balsas de residuos sin cubrir”, cuenta Nacho, otro de los vecinos. “Un detalle digno de mención es que se dio por buena la separación de la granja con el casco urbano, dado que tuvieron en cuenta la distancia con las viviendas de Peguerinos (de unos 2 kilómetros), en cuyo término municipal se encuentra la explotación, y no con Santa María de la Alameda, de apenas 340 metros”. La empresa decidió no recurrir la sanción, por lo que la multa se vio reducida en un 40 por ciento: sólo se abonaron 18 mil euros. Actualmente, el proceso judicial está cerrado.

Jesús de la Nogal es concejal de Medio Ambiente y Bienestar Animal desde las últimas elecciones municipales, cuando su partido, Círculo de Santa María, se hizo con el gobierno en una coalición con PSOE y Ciudadanos, partido al que pertenece el alcalde, Francisco Palomo. “Lamentablemente, llevamos tan poco tiempo en la corporación municipal que no nos ha dado tiempo a ocuparnos de este problema. Nuestra dedicación a la corporación municipal es parcial y limitada, dado que todos tenemos otros trabajos, pero es obvio que todo lo que afecte a los vecinos del municipio nos preocupa”, cuenta De la Nogal a El Caballo de Nietzsche.

Los visontes son brutalmente asesinados. Foto: Tu Abrigo Su Vida, Facebook

En ese sentido, el concejal reconoce el estrecho margen de maniobra con el que cuenta el consistorio local. “Tenemos las manos atadas, dado que la granja pertenece oficialmente a Peguerinos, que además de otro municipio es otra comunidad autónoma. Si dependiera de la Comunidad de Madrid sería todo mucho más sencillo”. Eso sí: como vecino, De la nogal tiene clara su postura. “No me hace ninguna gracia que a pocos metros de mi casa se esté matando animales para utilizar su piel, ni que tal y como todo parece indicar no se estén cumpliendo las condiciones mínimas de respeto hacia los vecinos del pueblo y el medio ambiente: el visón americano es una especie muy agresiva con el resto de la fauna local, lo que conlleva un grave peligro medioambiental. Además, nos preocupan los residuos que está produciendo la granja. Han aparecido claros indicativos de que se ha podido verter a la red de saneamiento los purines que genera la granja”, confirma.

El caso ya está en vías de llegar a los juzgados. Felisa Fernández es la abogada que se está encargando de reunir toda la información sobre el caso. “Por el momento estamos dando los primeros pasos para recopilar información y testigos para poder presentar un caso formalmente”, explica. “Sin dar demasiadas pistas de todas las pruebas que tenemos, parece claro que se están produciendo todo tipo de irregularidades administrativas desde el punto de vista del funcionamiento de la granja. Tendrá sus licencias correspondientes, pero es evidente que hay leyes que no se están cumpliendo, lo que está ocasionando graves molestias a los vecinos”.

Las manifestaciones se han hecho presentes. Foto: Tu Abrigo Su Vida, Facebook

La abogada lo tiene claro: “Nuestra intención última es cerrar la granja. O, al menos, conseguir que se traslade a otro lugar. Lamentablemente, y dado que se trata de irregularidades de índole administrativa y no penal, un cese total de la actividad es complicado. Pero estamos esperanzados por todas las pruebas que hemos recopilado. Me encantaría poder abordar la denuncia desde el punto de vista del bienestar animal, pero ya sabemos cuáles son las leyes en España en este sentido: tenemos que atacar desde otro punto”.

Ese es, precisamente, el flanco que cubren los activistas por los derechos de los animales. Porque más allá de la situación legal de la macrogranja, los animalistas denuncian las condiciones en que viven y mueren los visones. “Viven en jaulas de tamaño muy reducido, cuando son animales que necesitan mucho espacio”, explica Claudia. “Sufren muchísimo estrés, lo que les lleva a atacarse unos a otros o automutilarse. Nada de ello importa a los responsables de la granja, ya que solo están interesados en su piel. Para arrancársela son asesinados con apenas seis meses, cuando en libertad vivirían unos seis años”, denuncia. Los vecinos han hecho piña con los activistas. “Somos personas con sensibilidad hacia el sufrimiento animal, y pensamos que ese lugar es una tortura para unos seres vivos que se cría y mata para que alguien sin escrúpulos se ponga un adorno encima”, añade Mila, otra de las vecinas del pueblo.

Llama la atención que la presencia de visones americanos por los alrededores de Santa María de la Alameda no haya recibido atención mediática alguna. En 2008, los medios de comunicación informaron sobre la “liberación” de mil 100 de estos visones, en una acción que atribuyeron a colectivos animalistas. El Seprona abrió una investigación, pero nunca se dio con los responsables. “No tiene ningún sentido”, reflexiona Claudia. “Nunca se encontró a ninguno de los activistas. Los trabajadores de la granja están constantemente limpiando y dando golpes a las jaulas. Mi teoría es que se les cayó una de las hileras y se escaparon, como estos días se siguen escapando sin que a nadie parezca importarle lo más mínimo”.

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