Economía

La tele sigue siendo el negocio de un puñado; Televisa y TV Azteca tienen 53.3% de las concesiones

11/11/2018 - 3:30 pm

El pasado 6 de noviembre, el Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones resolvió prorrogar la vigencia de diversas concesiones para uso comercial, que amparan la operación de 411 estaciones de televisión digital en distintas localidades del país, entre ellas las de grupos como Multimedios, Televisa y TV Azteca.

En México, cinco compañías concentran el 66 por ciento del mercado de televisión abierta. Y otras nueve, controlan más de la tercera parte (37.3 por ciento) de la radio comercial en formato FM.

La concentración de medios continúa siendo una realidad que limita la competencia y que, históricamente, ha minado la confianza de los consumidores de información en los medios de comunicación, dijo a SinEmbargo el maestro Gerson Rodrigo Hernández Mecalco, especialista en comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.

Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).- Cinco compañías mexicanas concentran el 66 por ciento del mercado de televisión abierta en nuestro país, y otras nueve controlan más de la tercera parte (37.3 por ciento) de la radio comercial en formato FM.

Grupo Televisa y Televisión Azteca acaparan, en conjunto, más de la mitad (53.3 por ciento) de las concesiones de televisión abierta en nuestro país. La empresa de Emilio Azcárraga Jean opera 259 canales (31.3 por ciento) de 828 de uso comercial, registrados ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). El grupo de Ricardo Salinas Pliego, por su parte, cuenta con 179 (22 por ciento del total).

Comparados con Grupo Imagen (46 concesiones), Telsulsa (31) y Grupo Multimedios (19), que representan en conjunto al 12.3 por ciento del mercado televisivo comercial, Televisa y Tv Azteca son gigantes.

Inclusive, las cadenas públicas de televisión abierta con mayor cobertura a nivel nacional –como Canal Once, cuya penetración es de nueve por ciento– “tienen participaciones de audiencia relativamente bajas en comparación con sus contrapartes comerciales”, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La concentración en este espectro televisivo no es poca cosa. Hasta 2016, alrededor del 93 por ciento de los hogares tenía un televisor. Tomando en cuenta que los televisores “están habilitados al menos para recibir señales abiertas”, la televisión abierta sigue siendo el medio audiovisual con el mayor alcance en México, refieren datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).

A pesar de la reforma en materia de telecomunicaciones y radiodifusión de 2013, que cambió la arquitectura jurídica, institucional, regulatoria y de competencia en el sector, además de crear al IFT y a la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), “los mercados de televisión abierta y restringida permanecen altamente concentrados” en México, se lee en el “Estudio de la OCDE sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México 2017”.

Para la organización internacional –en términos de espectro– Televisa y TV Azteca siguen siendo los grandes titanes de la televisión mexicana, con una presencia de 54.3 y 39 por ciento, respectivamente.

No obstante, Grupo Televisa es la compañía que, desde 1972, “ha dominado el mercado de televisión abierta en México, con una participación de mercado constante de entre 60 y 70 por ciento y el control de los canales nacionales más populares”, abunda el informe.

Este dominio continuará por los próximos años. Por un lado, las 557 concesiones que vencerían en 2021 –entre ellas 224 de Televisa y 179 de TV Azteca– fueron renovadas por el IFT a principios de noviembre de este año. El resto de las concesiones (271) irá expirando, de manera escalonada, hasta el año 2040.

“Las concesiones para usar, aprovechar y explotar bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico de uso determinado y para la ocupación y explotación de recursos orbitales, se otorgarán por el Instituto por un plazo de hasta veinte años y podrán ser prorrogadas hasta por plazos iguales”, establece el Artículo 75 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR).

De esta manera, los grandes corporativos que amasan la mayor parte de los permisos, podrán seguir operando hasta 2041. La justificación para ello, de acuerdo con el IFT, es permitir “la continuidad de los servicios y la creación, mantenimiento y estabilidad de fuentes de trabajo”, así como dar certeza “a las inversiones de los concesionarios para modernizar sus estaciones y producir y adquirir nuevos contenidos.”

La concentración de medios, no obstante, continúa siendo una realidad que limita la competencia y que, históricamente, ha minado la confianza de los consumidores de información en los medios de comunicación.

“Nuestro país está en el último lugar de credibilidad de medios. Menos de dos de cada 10 mexicanos confiamos en la libertad de los medios de información. Estamos hablando de que hay una era de la desconfianza”, dijo a SinEmbargo el maestro Gerson Rodrigo Hernández Mecalco, especialista en comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Para el académico, a pesar de la subsistencia de la manipulación de los grandes grupos económicos, ya no existe un “monopolio de la información” como sucedía hace varias décadas, ya que la convergencia de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías ha cambiado la manera en que los mexicanos consumimos información.

Esto no quiere decir que todo esté resuelto, porque persiste la necesidad de crear un nuevo modelo comunicacional, acorde a los cambios sociopolíticos de los últimos años, que demandan la democratización de la industria.

LOS TITANES DE LA RADIO

Las cifras oficiales refieren que alrededor del 70 por ciento de la población en México consume programas de radio, aunque en los últimos años perdió un 15 por ciento de popularidad entre la población más joven.

Actualmente, según datos de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), existen más de cuatrocientos grupos de radio que están distribuidos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Sin embargo, unos cuantos grupos concentran una importante cantidad de licencias.

En el caso de las concesiones de radiodifusión comercial en frecuencia modulada (FM), Grupo Radiograma opera, cuando menos, 204 concesiones (13 por ciento) de 1 mil 581 registradas ante el IFT. Le siguen MVS Radio (89 concesiones), Televisa Radio (64), Grupo ACIR (52), Multimedios Radio (43), Grupo Imagen Radio (42), Grupo Radio Fórmula (29), Grupo Radio Centro (24) y Grupo ABC Radio (16 concesiones).

Muchas de las concesiones operadas por estos grupos –ya sea directa o indirectamente, a través de diversas compañías que poseen los derechos de licencia– vencerán en los próximos dos años y están a la espera de ser renovadas. Otras se extenderán por los próximos 20 años, e inclusive, como en el caso de Televisa, hay plazos de vencimiento “indefinidos”.

Los altos niveles de audiencia en México –52 millones de radioescuchas, según la “Primera Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales” (2016) del IFT– hacen al sector un negocio muy rentable.

El año pasado, el IFT licitó el uso, aprovechamiento y explotación comercial de 257 frecuencias de radio (191 de FM y 66 de AM) para los próximos 20 años. Durante el proceso, el Instituto entregó el título de 141 nuevas frecuencias para el servicio de radiodifusión sonora en todo el país (27 en AM y 114 en FM), con una transacción que involucró a 66 participantes y una recaudación neta de más de 1 mil 10 millones de pesos.

En esta licitación no participaron grupos como ACIR, Fórmula, MVS o Radiorama, aunque sí participaron Multimedios (que obtuvo cuatro nuevas estaciones), Radio Centro y Televisa Radio (dos cada uno), así como Grupo Imagen (una).

Estas “nuevas frecuencias incrementarán en 11.5 por ciento el número de estaciones comerciales de radio en México” que, por primera vez, fueron asignadas mediante un proceso de licitación pública, refiere el IFT (comunicado 151/2017).

Hasta antes de la reforma en telecomunicaciones de 2013, el Gobierno federal concedía las licitaciones de manera discrecional, por lo que, de acuerdo con el Instituto, el resultado en 2017 fortalece la competencia y abre nuevos espacios para la libertad de expresión en nuestro país, además de alentar la difusión de nuevos contenidos locales, regionales y nacionales.

Sin embargo, hoy en día sigue sin haber pluralidad en el contenido de las estaciones. Y los grupos empresariales continúan sosteniendo “fuertes lazos con el poder político”, que a partir de recompensas “con decenas de millones de pesos en publicidad oficial del Gobierno”, controlan las líneas editoriales de los medios, refiere un análisis realizado por el Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS) y Reporteros Sin Fronteras.

PREPONDERANCIA EN RADIO Y TV

De las 14 compañías mencionadas, una (Televisa) fue señalada por el IFT de fungir como “agente económico preponderante” a nivel nacional. Y otra (Radio Centro) fue investigada por su capacidad de ejercer “poder sustancial” en la Ciudad de México.

Según los artículos 131 y 262 de la LFTR, un agente económico preponderante es todo aquél que, de manera directa o indirecta, acapara más del 50 por ciento del mercado, ya sea por el nivel de uso o el tráfico de sus redes de infraestructura, o por el número de usuarios que concentra.

En 2014, por ejemplo, el IFT determinó que Grupo Televisa y 35 de sus “subsidiarias”, “afiliadas propias” y/o “afiliadas de participación mayoritaria o minoritaria” constituían un “grupo de interés económico” con capacidad de acaparar y vulnerar la competencia en medios audiovisuales (Acuerdo P/IFT/EXT/060314/77). Por ende, el Instituto impuso “medidas para evitar que afecte la competencia y la libre concurrencia” en el sector de radiodifusión.

Tres años después, en febrero de 2017, el IFT declaró que Grupo Televisa tenía “poder sustancial en el mercado de televisión de paga” (expediente 1643/2017) porque concentraba el 60.6 por ciento de las suscripciones, mientras que su competidor más cercano (Dish, de Carlos Slim Helú) sólo contaba con el 18.1 por ciento.

Sin embargo, en marzo de 2018, la resolución de 2017 dio marcha atrás porque el Instituto determinó, en cumplimiento de una orden de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), “que no se tienen elementos para determinar la existencia de agente económico alguno con poder sustancial en el mercado de televisión de paga” (comunicado 027/2018).

En lo que respecta a un agente económico con “poder sustancial”, la Ley vigente establece que se trata de empresas con capacidad proporcional de acaparar un mercado. Es decir, que tengan la posibilidad de actuar sin que sus competidores puedan contrarrestarlas.

A finales del 2016, la Unidad de Competencia Económica (UCE) del IFT determinó que Grupo Radio Centro podía influir en las tarifas publicitarias de la Ciudad de México y desalentar a la competencia, ya que concentraba el 54 por ciento de la audiencia capitalina.

Ese año, la empresa que operaba de manera directa 25 estaciones de AM y 18 de FM pidió una prórroga a las concesiones que vencerían entre 2016 y 2019. La petición de Radio Centro despertó el interés de la UCE, que a partir de la entrada en vigor de la LFTR en 2013, tiene la capacidad y la obligación de emitir recomendaciones en los casos de renovación de concesiones.

Además de Televisa y Radio Centro, Grupo Radiorama se vio involucrada, en junio de 2017, en un escándalo que implicó una licitación de 34 frecuencias de FM y tres de AM a nivel nacional, por parte de la empresa Tecnoradio, presuntamente creada en 2011 por dos asesores de Radiorama y manejada por el esposo de la sobrina de Javier Pérez de Anda, fundador de Grupo Radiograma.

El año pasado, Tecnoradio participó en la primera licitación de radio organizada por el IFT sin que las autoridades competentes, entre ellas la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), investigara los antecedentes de la compañía (expediente P/IFT/EXT/300517/125).

Aunque la adquisición dio marcha atrás debido a las irregularidades, en su momento implicó un descuento de 43 millones de pesos (15 por ciento) sobre el pago de derechos de los lotes del espacio radioeléctrico (por 287.5 mdp), además de 300 millones para montar la infraestructura radiofónica, debido a que Tecnoradio fue considerada –en un principio– como un nuevo competidor en el mercado.

Efrén Flores
Es politólogo por la UNAM. En SinEmbargo se ha especializado en el análisis de datos. Su investigación periodística es multitemática, pero sobre todo enfocada en temas políticos y económicos.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video