Washington, 30 Nov (Notimex).- El Congreso regresará mañana lunes a sesionar por última vez este año con una lista de pendientes a desahogar que podría darle dolores de cabeza a los líderes republicanos y avivar la confrontación con el presidente Barack Obama.
A la cabeza de esta lista se coloca el presupuesto de gasto del gobierno, que ha venido operando con asignaciones de corto alcance debido a las diferencias entre republicanos y demócratas para alcanzar un consenso y las cuales se agotarán este próximo 11 de diciembre.
Si el Congreso no aprueba nuevos fondos para ese fecha, el gobierno se vería obligado a un nuevo cierre de operaciones, que en el pasado ha sido utilizado por los republicanos como arma de presión sobre Obama, pero sin mayores resultados.
Para evitar este escenario el Congreso deberá aprobar fondos temporales o bien un paquete presupuestario por más de mil millones de millones que mantendría al gobierno en operaciones, por lo que resta del actual año fiscal que concluye el próximo 30 de septiembre.
Pero ambos prospectos resultan inciertos debido a la insistencia de algunos republicanos de utilizar el presupuesto para impedir que Obama pueda llevar a cabo las medidas de alivio migratorio que anunció dos semanas atrás y que fueron repudiadas por estos.
Tanto John Boehner como Mitch McConnell, los dos líderes republicanos en la cámara de representantes como en el Senado de manera respectiva han evitado descartar la posibilidad de un nuevo cierre de gobierno, reflejando la presión que enfrentan en sus bancadas al respecto.
Otro tema que podría derivar en una confrontación entre la Casa Blanca y el Congreso, esta vez incluyendo demócratas, se refiere a una propuesta de recortes de impuestos que Obama considera favorecerá sólo a las grandes corporaciones y las personas de más altos ingresos.
La Casa Blanca indicó la semana pasada que el mandatario vetará la iniciativa actual, por considerar que se dejó de lado a los trabajadores, además de excluir la renovación de un programa de apoyo fiscal a favor de 16 millones de familias.
El Congreso deberá responder igualmente a la solicitud de Obama para apoyar la lucha contra el grupo radical Estado Islámico (EI) mediante una partida presupuestal de cinco mil 600 millones de dólares.
De igual forma los legisladores deberán atender la solicitud del mandatario para aprobar una partida por seis mil 200 millones de dólares para apoyar los esfuerzos para combatir el ébola, que a nivel mundial ha provocado la muerte de cuatro mil 818 personas, incluidos dos en Estados Unidos.
Obama espera igualmente que el Senado, aún en manos de los demócratas, pueda desahogar la lista de nominaciones pendientes, incluyendo la de Loretta Lynch como próxima procuradora general de justicia.
Además de Lynch, quien de ser confirmada sería la primera mujer y la primera de raza negra en ocupar el cargo, existen otras 11 nominaciones, la mayoría para cortes federales, que esperan acción de los senadores.
La expectativa en estas nominaciones es que el Senado podrá desahogar la mayoría, incluyendo la de Lynch, gracias al cambio en las reglas adoptado este año por el líder demócrata en el Senado, Harry Reid.
Así, Lynch podría ser aprobarla con un voto de una mayoría simple de 51 senadores, en lugar de los 60 como venía siendo la norma.
