Criminales mexicanos se esconden en EU tras el fructífero negocio de las carreras de caballos: NYT

12/06/2012 - 6:00 pm

El diario The New York Times publica este martes un extenso reportaje sobre la historia de José Treviño Morales, un mexicano que se asume como albañil, que creció en la pobreza y que ahora es un dueño de un gran rancho en Oklahoma donde cría caballos y yeguas pura sangre; que se pasea por los hipódromos rodeados de ruidosos acompañantes y que también, afirma el reportaje firmado por Ginger Thompson, es hermano de Rodrigo y de Miguel Ángel, este último conocido como el Z-40, el segundo hombre más poderoso dentro de la organización delictiva de Los Zetas.

El texto que este día ocupa la portada del prestigiado diario neoyorquino destaca la sociedad que Treviño Morales, junto con sus hermanos, principalmente Miguel Ángel, quien es considerado uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo, hicieron con Ramiro Villareal, quien habría sido partícipe del blanqueo de dinero de México a Estados Unidos.

Miguel Ángel Treviño Morales

El Times sostiene que detrás del fructífero negocio de las carreras de caballo purasangre en Estados Unidos, hay dinero de estos y de varios criminales más, buscados a nivel internacional y en particular por las autoridades de México y Estados Unidos.

The New York Times dice que los caballos han sido considerados durante mucho tiempo un símbolo de estatus en América Latina y los traficantes de drogas han sido uno de los coleccionistas más ávidos de la región. “Los agentes de la ley dicen que los caballos fueron uno de los pasatiempos favoritos de Miguel Ángel Treviño, y aun viviendo como un prófugo, ha logrado mantener el control de varios ranchos y pistas de carreras en México y Guatemala, donde se mantiene carreras conocidas como ‘parejeras’”, agrega.

Sin embargo, “las carreras mexicanas de caballos mexicana –como tantas otras cosas en ese país– ha sido mermadas por la violencia de la guerra contra las drogas. Muchos criadores mexicanos han trasladado sus operaciones a los Estados Unidos, donde pueden comprar los caballos con mejor sangre y competir por los premios más grandes, sin temer por sus vidas.

“Gran parte del crecimiento en las carreras de caballos de cuarto de milla en el lado americano es debido a esos muchachos”, dijo un experto en la industria, en referencia a la afluencia de los criadores y compradores de México. “Han pasado un montón de dinero. Y ha hecho una gran, gran diferencia”.

De acuerdo con el NYT, Villarreal tuvo “un ardiente desenlace fatal”. Fue detenido en 2010 en Ruidoso, Nuevo México, por la DEA y de mala gana aceptó trabajar como informante. Cinco meses más tarde, sus restos carbonizados fueron encontrados en un coche quemado en una carretera en las afueras de Nuevo Laredo.

Los hermanos Treviño habrían utilizado a Empresas Tremor para operar el lavado de dinero y de ahí partió la línea de investigación del Departamento de Justicia de EU en su contra.

El negocio era “muy difícil de creer”, dijo Morris Panner, un ex fiscal que maneja los casos de drogas, y las autoridades dijeron que era un punto de apoyo en los Estados Unidos por una de las más peligrosas redes criminales de México. “Tal vez estaban utilizando algún tipo de lógica perversa que les dijo que podían esconderse a plena vista, precisamente porque la gente no lo creería ni lo cuestionaría”, dijo Panner, citado por el Times.

El Departamento de Justicia se movió contra Tremor. Envuió varios helicópteros y cientos de agentes de la ley a los establos de la compañía en Ruidoso, Nuevo México, y a un rancho en Texas. José Treviño y varios socios fueron detenidos, dijeron las autoridades.

El diario afirma que una declaración jurada preparada antes del ataque, dijo que Los Zetas habían canalizado cerca de un millón de dólares al mes en la compra de caballos cuarto de milla a los Estados Unidos. Las autoridades detectaron en las actividades de Tremor, en enero de 2010, que Los Zetas pagaron más de un millón de dólares en un solo día por dos yeguas de cría.

The New York Times dio cuenta de las actividades de Tremor, en diciembre de 2011, mientras que se presentaban informes sobre Los Zetas. The Times se enteró de la investigación del gobierno el mes pasado y se acordó publicar esta historia hasta los arrestos que se registraron la mañana de este martes”, expone Thompson.

Las actividades de los hermanos en ambos lados de la frontera tiene un fuerte contraste. En mayo pasado se inició con las autoridades mexicanas señalando con el dedo a Miguel Ángel Treviño por “tirar” los cuerpos de 49 personas –sin cabeza, manos ni pies– en bolsas de basura a lo largo de una carretera muy transitada y cerca de Cadereyta, Nuevo León. Esa semana concluyó con José Treviño presente en una prestigiosa carrera de caballos en Los Alamitos, cerca de Los Ángeles, añade el periódico.

El bullicio en torno a las ganancias de Tremor y sus adquisiciones comenzó hace tres años, agrega Thompson, cuando José Treviño compró un estimado de 3 millones de dólares en caballos y que incluyó la detección de una llamada de un cártel.

Pero la gente dentro de la industria de las carreras de caballos tiene problemas financieros y no es necesario un registro escrito para saber con quién están haciendo negocios. Algunos de esos conocedores reconocieron que el tema de la identidad de José Treviño, y dónde obtuvo su dinero, fue tratado como tabú para muchos: la gente no tenía muchas preguntas, ya sea porque no le importaba, o no querían saber.

“Todo el mundo sabe quién es José Treviño”, dijo un entrenador al Times. “Pero lo único que importaba era si sus cheques se cobrarían”.

“Cuando el señor Villarreal regresó, los agentes dijeron que podría trabajar para ellos como informante o enfrentarse a ser procesado, de acuerdo con los funcionarios. LA DEA quería que el señor Villarreal ayudara a dar pistas para encontrar el paradero de Miguel Ángel Treviño y luego traerlo hacia Estados Unidos.

“El señor Villarreal declaró que estaba demasiado nervioso para tender la trampa, y agregó que Miguel Ángel Treviño nunca confiaría en él lo suficiente como para seguirlo a través de la frontera.

“Pero la DEA insistió y el atribulado señor Villarreal se arrepintió, dijeron los funcionarios”.

Luego de varios encuentros con Miguel Ángel Treviño, reportados a la DEA, Villarreal, de 38 años, fue ejecutado. El 10 de marzo de 2011, su automóvil se encontró incinerado en Nuevo Laredo. Tan poco quedó de él, dice el Times, que las autoridades tomaron muestras de ADN de las cenizas para identificar sus restos.

VIDEO: El Ejército Mexicano detuvo el año pasado, en Fresnillo, Zacatecas, a Alfredo Alemán Narváez “El Comandante Alemán”, líder de Los Zetas en San Luis Potosí. Se le ubicó como hombre cercano a Miguel Ángel Treviño Morales “El Z-40” y a Iván Velázquez Caballero “El Talibán”.

 

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