Está acusado, pero no detenido, candidato del PRI señalado de matar a panista

12/06/2012 - 9:12 pm

Por Isaín Mandujano

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 12 de junio (apro).- La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) confirmó que el candidato del PRI a la alcaldía de Villaflores, Ulises Grajales Niño, fue detenido por su presunta responsabilidad en el asesinato de un brigadista del PAN, la madrugada del lunes.

Junto con Grajales Niño fue detenido su chofer y guardaespaldas Alfonso López Moreno. Ambos enfrentarán un proceso por homicidio calificado, que contempla sanciones de hasta 50 años de prisión.

Esta noche, en un comunicado la PGJ informó que decretó la detención de Ulises Grajales Niño, como probable responsable del delito de homicidio calificado “en grado de cómplice secundario”, luego de que se comprobara que sí estuvo en presente en el lugar y la hora en el que fue privado de la vida el joven Edgardo Hernández Corzo en el municipio de Villaflores.

“A pesar de que Ulises Grajales resultó negativo en la prueba de rodizonato de sodio, la persona que lo acompañaba como escolta de nombre Alfonso López Moreno, dio positivo a disparo de arma de fuego en la mano derecha”, indicó la dependencia.

La PGJ señaló que Ulises Grajales Niño y Alfonso López Moreno se encuentran detenidos como parte de la averiguación previa número 182/CE39/2012 iniciada por el delito de homicidio calificado.

Según la información oficial de la Procuraduría estatal, la Fiscalía Especial en Investigación del Delito de Homicidio llevó a cabo diversas diligencias en materia de criminalística forense, y recabó la declaración de diferentes testigos, quienes sindicaron de manera directa a Grajales Niño de haber participado en el homicidio del joven encargado de distribuir publicidad del Partido Acción Nacional.

Los testigos dijeron a la PGJ que el candidato a la Presidencia Municipal de Villaflores viajaba a bordo de una camioneta Suburban color negro, desde la cual dispararon en contra del automóvil marca Dodge Ram blanca, donde viajaba la víctima con dos personas más.

Cuando se dirigían al rancho “Sinaloa” fueron agredidos con armas de fuego desde la Suburban negra; en ese momento, Edgardo Hernández Corzo dijo: “primo ya me pegaron un balazo”.

Posteriormente, y ante la persecución de que eran objeto, el chofer de la Ram blanca, Manuel Corzo Rojas, y otro de los acompañantes, quien viajaba en la góndola de la camioneta, de nombre Sergio Alberto Morales Pérez, descendieron de la unidad brincando una malla para resguardarse dentro del rancho “Sinaloa”.

En ese momento, Ulises Grajales Niño en compañía de Alfonso López Moreno ingresó al patio del rancho y “encañonó” a Manuel Corzo, amenazándolo de muerte en  presencia de sus familiares.

Los testigos agregaron que Manuel Corzo les informó que su primo Edgardo Hernández Corzo había sido asesinado minutos antes.

Las investigaciones de la Fiscalía Especial permitieron conocer que tras el crimen Grajales Niño llevó al presunto homicida a un inmueble de su propiedad en el municipio de Villaflores, donde permaneció escondido hasta su detención.

Según la declaración del excandidato a alcalde, Ulises Grajales, aceptó haber estado en el rancho “Sinaloa”, donde, supuestamente, se encontraba tirada la publicidad de su campaña, en la fecha y hora que sucedió el evento delictivo donde perdió la vida Edgardo Hernández Corzo.

La PGJ informó, además, que por la gravedad de la conducta delictiva en que incurrieron Ulises Grajales  y su cómplice Alfonso López Moreno, no tienen derecho a la libertad bajo caución, y dentro del término de ley se procederá al ejercicio de la acción penal por el delito de homicidio calificado.

Por la tarde, antes de que la Procuraduría chiapaneca confirmara la detención, corrieron versiones de que Grajales Niño había sido liberado alrededor de las 15:00 horas de este martes, mientras que en el panteón de la localidad Nuevo México era sepultado, entre reclamos de justicia y rechazo a la impunidad, el brigadista del PAN, Edgardo Hernández Corzo.

Hasta ese momento, la Procuraduría General de Justicia sólo se había limitado a informar que llevaba cabo las investigaciones del caso.

Sin embargo, familiares de Hernández Corzo denunciaron que en realidad el candidato priista no había sido detenido, sino llevado a otro sido por los policías para protegerlo de la muchedumbre que exigía justicia.

Con una manta sobre el ataúd en la que se leía “exigimos justicia”, Hernández Corzo fue llevado a su destino final por sus amigos, familiares y compañeros del PAN, quienes lamentaron su muerte ocurrida la madrugada del lunes pasado de varios disparos que provinieron de la camioneta del candidato del PRI, Grajales Niño.

“Si meten a la cárcel al tal Ulises o muere alguno de ellos, nada le devolverá la vida a mi hijo; lo único que espero es justicia divina, porque en estos tiempos es difícil confiar en las autoridades, ya que  todas son corruptas”, sostuvo entre lágrimas, Hilario Hernández Santiago, padre del joven brigadista asesinado.

“A mi hijo me lo mataron de un balazo en el cuello. La gente que estaba con mi Edgardo asegura que fue ese Ulises, quien estaba con dos mujeres y su chofer empistolado”, agregó Hernández Santiago.

Lamentó que Edgar, como llamaban cariñosamente a Edgardo, era el último de sus siete hijos y fue el primero en morir.

“Me da mucho coraje, mi esposa murió cuando mi Edgar tenía dos años. Me costó mucho trabajo sacarlo adelante para que alguien viniera a arrebatarle la vida sin ningún motivo”, dijo el padre del fallecido de 33 años, quien tenía planes de boda con su novia pasando las elecciones del 1 de julio.

De acuerdo con Marco Antonio Corzo Rojas, quien manejaba la camioneta cuando les dispararon a él y a Edgardo, fue Grajales Niño el que accionó el arma. El cuerpo de Edgardo quedó junto a él, luego de que una bala rompiera el cristal trasero y se le incrustara a la altura del cuello.

Edgar Hernández Corzo era sobrino del candidato a diputado federal por el X Distrito Electoral con cabecera en Villaflores; había salido junto con Manuel Antonio Corzo Rojas a colgar gallardetes  y pintar bardas en algunas comunidades rurales.

Fue en una de ellas, en Guadalupe Victoria, donde sostuvo una discusión verbal con un guardaespaldas del candidato priista Ulises Grajales Niño: horas más tarde se toparon con la camioneta en que viajaba el aspirante y desde el interior de ésta las dispararon.

El crimen ocurrió alrededor de las dos de la mañana del lunes; el candidato todo el día estuvo refugiado en su domicilio, mientras varias patrullas y policías estatales y municipales resguardaban su domicilio.

La supuesta captura de Grajales Niño sucedió ocurrió alrededor de las 10 de la noche del lunes; después de las 15 horas quedó en libertad.


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