“El pequeño estaba llorando y retorciéndose. Tenía miedo, corrí hacia él, traté de llevar al niño. Casi me incendié porque mi bufanda tocó las velas alrededor de la fuente”, agregó la madre, quien afirma que a partir de este episodio, su hijo le tiene miedo a todo y que además, el bautizo le dejó arañazos y moretones en diferentes partes del cuerpo.
Rusia, 12 de agosto (LaOpinión).- Para aquellos fieles devotos a la religión católica, uno de los momentos más importantes en su vida y en la de sus hijos es la ceremonia de bautizo, en donde los pequeños hacen su ingreso oficial a una comunidad religiosa, sentando así sus bases para el camino de la fe.
Sin embargo, nos hemos enterado de bautizos que se salen de lo normal, en donde los sacerdotes o líderes religiosos que los celebran llevan al extremo este rito, generando así escenas de terror e incluso, que han puesto en peligro la vida de los pequeños.
Eso fue lo que sucedió hace unas semanas con un sacerdote ortodoxo ruso llamado Fotiy Necheporenko, el cual ha sido suspendido por un año, luego de que unos padres de familia pusieran una queja en su contra por la forma en cómo llevó a cabo el bautizo de su hijo, el cual ha sido tachado de “sádico”.
Anastasia Alexeeva, madre del menor, relató a algunos medios locales los momentos de terror y angustia que tanto ella como sus familiares y su bebé vivieron durante este acto religioso.
En el video del bautizo se puede ver al sacerdote Necheporenko cómo con exceso de fuerza sumerge al bebé dentro de la pila bautismal mientras el pequeño grita aterrorizado. Esto provocó que la madre se angustiara y por ende, se acercó al religioso para pedirle que se detuviera, pero él se negó y siguió sumergiendo con violencia al menor.
“Hizo todo lo posible para lastimar al niño. Vio que era grande, que no era posible sumergirlo en una fuente tan pequeña. Tenía que haber salpicado el agua sobre su cabeza, pero aun así decidió hacerlo a su manera”, indicó Anastasia.
“El pequeño estaba llorando y retorciéndose. Tenía miedo, corrí hacia él, traté de llevar al niño. Casi me incendié porque mi bufanda tocó las velas alrededor de la fuente”, agregó la madre, quien afirma que a partir de este episodio, su hijo le tiene miedo a todo y que además, el bautizo le dejó arañazos y moretones en diferentes partes del cuerpo.
