Sheikh Khader Adnan, de 33 años, cumple este lunes 58 días en huelga de hambre y su caso preocupa ya a la comunidad internacional y a los defensores de los derechos humanos, al grado que diversas manifestaciones de solidaridad se han producido ya en las ciudades más grandes del mundo.
El líder palestino, supuesto ex portavoz de la Yihad Islámica, lleva cuatro meses en “detención administrativa” en el norte de Israel; es decir, en prisión sin cargos en su contra y de acuerdo con pruebas secretas, que ni el preso ni su abogado conocen.
De acuerdo con agencias informativas, el 17 de diciembre de 2011 inició su huelga de hambre y actualmente vive en un centro médico de la ciudad de Safed, donde está esposado a la cama y fuertemente vigilado.
Khader empezó la huelga de hambre como protesta por las violaciones constantes de los derechos humanos por parte de Israel, incluyendo su política de detenciones arbitrarias, torturas, tratos inhumanos y degradantes durante y después de su detención y la violación de su derecho a ser puntualmente informado de los cargos en su contra.
Sin embargo, como castigo por la huelga de hambre, las Fuerzas de Ocupación Israelíes (FOI) pusieron a Khader en aislamiento después del cuarto día de interrogatorio y le dijeron que le prohibirían las visitas familiares los tres meses siguientes. Sin ningún otro medio para protestar por estas injusticias, Khader respondió diciendo: “Mi dignidad es más preciosa que la comida”.
El 8 de enero de 2012, se emitió la orden de cuatro meses de detención administrativa de Khader; un juzgado militar israelí le impuso esa pena por sus “actividades” (sin precisar) como “miembro de la Yihad Islámica palestina, que amenaza la seguridad de la región”.
Después de haber sido pospuesta varias veces, se celebró una audiencia judicial el 1 de febrero, durante la cual Khader describió los malos tratos que experimentó a manos de las FOI.
Adnan es el recluso palestino que más tiempo ha mantenido una huelga de hambre y asegura que sólo volverá a ingerir alimentos cuando sea liberado, pese a haber perdido 27 de los 90 kilos que pesaba. El preso, que sí toma agua enriquecida con vitaminas, sólo acepta atención dela ONG palestina de derechos de los presos “Addameer” y del Comité Internacional de la Cruz Roja.
“Addameer” advirtó mediante un comunicado que la salud de Adnan ha entrado ya en una “fase alarmantemente crítica que podría tener consecuencias irreversibles y llevar en cualquier momento a un desenlace fatal”. Además, según la sección israelí de Médicos por los Derechos Humanos, desde hace 10 días ha entrado en la fase considerada de alto riesgo de muerte por fallo del sistema vascular o paro cardíaco.
Varios presos palestinos en al menos tres cárceles israelíes, Ofer, Megiddo y Ramón, comenzaron el pasado 2 de febrero una huelga de hambre en solidaridad con Adnan, según informó la ONG Addameer. Adnan es uno de los 310 detenidos administrativos en cárceles israelíes y el tercer caso de la campaña Presos en Peligro de Addameer.
