Redacción/SinEmbargo
13/06/2018 - 6:34 am
Debate en el estribo / Fallos de Ayotzinapa / La fiesta de los bullies
El tercer y último debate presidencial fue considerado por muchos como un ejercicio desangelado y en ocasiones aburrido; sin embargo, hubo momentos que aportaron datos nuevos y enfrentamientos entre candidatos que interesaron a los espectadores, al menos por un momento.
Debate en el estribo
El tercer y último debate presidencial fue considerado por muchos como un ejercicio desangelado y en ocasiones aburrido; sin embargo, hubo momentos que aportaron datos nuevos y enfrentamientos entre candidatos que interesaron a los espectadores, al menos por un momento. En el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “el encuentro de anoche de los candidatos presidenciales en Mérida, el último de este proceso electoral, me dejó más dudas que certezas. Diría, de entrada, que ha sido el más anticlimático de los tres. Creo que de él no quedará casi nada para el recuerdo. Los pocos episodios de contraste entre los participantes ocurrieron cuando éstos pudieron zafarse del corsé en que los metieron los organizadores y los moderadores […] Vi a José Antonio Meade más ordenado en sus planteamientos […] El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia no se salió de su guión. Su denuncia contra la corrupción ha sido el principal activo de su campaña y no dudó en usarlo repetidamente durante el debate […] Sin rasguños concluyó López Obrador su participación en el tercer debate […] Ricardo Anaya recuperó el manejo de los tiempos y los ritmos que mostró en el primer debate. Atinó en colar los temas que a él le interesaban cuando el guión pretendía llevarlo por otro lado […] Y El Bronco fue El Bronco. Un participante del que se acordaba la audiencia cuando hacía un chascarrillo. Quizá el único momento en el que Jaime Rodríguez Calderón se ganó la atención fue cuando llamó ‘tercia maldita’ a sus contrincantes y los acusó de ser beneficiarios del asistencialismo. ‘Por eso no quieren acabar con él’ […] En el discurso de los tres candidatos de coalición apareció la idea de la cárcel […] Hubo datos nuevos, pero éstos no lograron anclarse en la discusión, principalmente porque AMLO optó por sacarles la vuelta. Uno de ellos fue el señalamiento de que el ingeniero José María Riobóo –el ‘constructor favorito’ del tabasqueño— estaba detrás de la oposición de López Obrador al nuevo aeropuerto por no haberse visto beneficiado por contratos para esa obra […] Meade también trató de mostrar a López Obrador como hipócrita en el combate a la corrupción al decir que el socio de la constructora brasileña en México era ni más ni menos que Javier Jiménez Espriú, el próximo titular de Secretaría de Comunicaciones y Transportes en caso de que Andrés Manuel López Obrador gane la Presidencia Así terminó el debate. Veremos cuántos de los planteamientos hechos ahí logran destacar en la discusión pública antes de que México y el mundo se vayan de asueto por el Mundial de futbol”.
La noche de Meade
El tercer debate fue el escenario ideal para José Antonio Meade, ya que los temas que se debatieron fueron los que en teoría más domina por su trayectoria política y su preparación académica, y así lo demostró durante el encuentro, no así Ricardo Anaya, que a diferencia de los dos encuentros anteriores, se notó tenso y sin tanto control de la situación, lo que podría costarle el segundo lugar en las encuestas, mientras que Andrés Manuel López Obrador, siguió en su estrategia de no engancharse con los señalamientos que existieron en su contra, y de momento, parece que no salió tan afectado como para perder su ventaja, y de todo esto, hoy en El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “fue la tercera llamada y parece que, finalmente, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade, llegó en el último debate a su mejor momento. Apoyado en los temas que mejor domina: crecimiento y desarrollo, pudo hacer un debate redondo en donde articuló ideas, propuestas y se dio tiempo para lanzar ataques al candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador y a su objetivo inmediato, el segundo lugar, Ricardo Anaya. […]. Los tres días de aclimatamiento y entrenamiento en Mérida parecieron ayudarle al ex secretario de Hacienda que, sin embargo, llegó a este debate en el tercer lugar de las encuestas (12 por ciento según la megaencuesta de la Coparmex), pero a partir del buen desempeño que tuvo y de un Anaya que se notó tenso y afectado por los golpeteos políticos de los videoescándalos y las denuncias activadas en su contra desde la Procuraduría General de la República podría meterse de lleno a la pelea por el segundo lugar. En cuánto al puntero Andrés Manuel López Obrador, una vez más logró salir del bombardeo de ataques a dos fuegos entre Meade y Anaya, que por momentos lo arrinconaron con cuestionamientos incisivos, pero que respondió con negativas y en algunos casos de manera evasiva. Diríase que el tabasqueño no perdió la compostura, resistió los ataques, pero esta vez, a partir de los temas que se trataron y de los cuestionamientos de los moderadores, se notó más su dificultad para explicar detalladamente sus propuestas, […]. El momento más claro y directo que tuvo Andrés Manuel a la hora de explicar sus propuestas fue cuando dijo que sí va a cancelar la ‘mal llamada reforma educativa’, que propondrá un nuevo esquema para sustituirla y que mantendrá la evaluación del magisterio, pero sin fines persecutorios o de humillación a los maestros. […]. Anaya no fue, a diferencia de los otros dos debates, el ‘niño’ totalmente preparado y preciso a la hora de exponer sus planteamientos. Conectó, sí, varias ideas interesantes, sobre energías limpias, programas para la diabetes o apoyo a los maestros revisando parte de la reforma educativa, pero en la mayor parte del debate se le sintió tenso, más rígido que de costumbre, y algo enojado a la hora de referirse a ‘los ataques y cuestionamientos’ en su contra. Repitió varias veces su promesa de ‘llevar a Peña Nieto’ y hasta al propio Meade ante la justicia, y ofreció revisar desde Ayotzinapa, la Casa Blanca, Odebrecht y la Estafa Maestra. […]. Al final, este último debate se veía más en la expectativa de que podía ayudar a definir al candidato que puede terminar en segundo lugar de la contienda, a partir de influir en los votantes indecisos y en el llamado ‘voto útil’. Y visto así, y por el desempeño de los dos candidatos que se disputan esa posición, las encuestas de la próxima semana, que serían ya las últimas previo a los cierres de campaña del miércoles 27 de junio, dirán si es Meade o Anaya el que se quede con esa posición y qué tanto pueden rescatar para sus partidos o intentar acercarse a un puntero como López Obrador, cuyas posibilidades de triunfo difícilmente se verán amenazadas en lo que resta de aquí al 1 de julio”.
Debate
En lo que parecía una repetición del primer debate presidencial, Andrés Manuel López Obrador se retiró sin despedirse de Ricardo Anaya, e incluso José Antonio Meade tuvo que prácticamente detenerlo para poder despedirse de él, y de ello, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “que una vez terminado el debate en Mérida, Andrés Manuel López Obrador hizo un recorrido a su derecha en el escenario 360 del Gran Museo del Mundo Maya para despedirse e iba a brincarse a José Antonio Meade, quien tuvo que detener al tabasqueño para darle la mano. El candidato de Morena continuó su camino circular para decir adiós a Jaime Rodríguez, Leonardo Curzio, Gabriela Warkentin y Carlos Puig, pero a quien sí se saltó al final fue a Ricardo Anaya, al seguirse de largo hacia la salida”.
Campañas judicializadas
Luego de que el Senador Ernesto Cordero presentara ante la Procuraduría General de la República una denuncia en contra del candidato presidencial de “Por México al Frente”, por presunto lavado de dinero, el equipo del panista no se quedó atrás y decidió tomar represalias en contra de sus dos principales rivales: Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade. En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “mucho se había hablado en los últimos meses de la posibilidad de una elección presidencial judicializada… y ahora resulta que lo que se está judicializando ¡es la campaña! Tras la denuncia del senador Ernesto Cordero contra Ricardo Anaya, diputados panistas igualaron el marcador e iniciaron procesos en la PGR contra Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade. A como van las cosas, para el cierre de campaña, en vez de discursos los candidatos van a leer… ¡sus amparos!”.
Fallos de Ayotzinapa
A pesar de que diversas organizaciones y activistas han aplaudido el reciente fallo de un tribunal de Tamaulipas que ordenó la liberación de cuatro implicados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, parece ser que el principal motivo de estas acciones es únicamente desacreditar al estado y culparlo por este crimen: es por eso que en el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “en el afán de demostrar que fue el Estado, los líderes de Ayotzinapa están dispuestos a promover la liberación de los asesinos de los normalistas. Por ingenuidad o perversión política, muchas buenas conciencias están ayudando. Un juez federal de Matamoros, Tamaulipas, ha ordenado la liberación de cuatro implicados en el caso Iguala […] El juez primero de distrito de Matamoros desechó las confesiones por suponer que fueron hechas bajo tortura. No es el primer caso. Un tribunal colegiado de Reynosa (¿por qué todos los casos de Iguala los están decidiendo jueces de Tamaulipas?) ordenó la reposición del procedimiento de otros cuatro miembros de Guerreros Unidos […] ¿Quiénes serán los representantes de las víctimas? Supongo que el mismo grupo de activistas y abogados que han hecho todo lo posible por desacreditar la investigación de la Procuraduría General de la República y liberar a los presuntos asesinos. Organismos como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos aplauden la decisión. Los políticamente correctos piensan que la mejor forma de hacer justicia a los normalistas es liberar a sus victimarios […] ¿Fueron torturados quienes confesaron participar en esta infernal historia? Los agentes del MP a cargo de la investigación lo niegan, pero los implicados saben ya que la forma más fácil de ser liberados es denunciar tortura […] Pero poco importa lo que realmente haya ocurrido. Lo que el movimiento de Ayotzinapa necesita es culpar al Estado mexicano. El fin político justifica los medios. Poco importa que los asesinos queden libres”.
Uno ya… y le seguirán decenas
En días recientes ha surgido nueva información respecto al tema de la investigación de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en donde las últimas novedades es que se puso en duda la investigación de la Procuraduría General de la República, además de poder dejar en libertad a varios de los implicados con la desaparición, y sobre este tema, de probablemente dejar en libertad a personas que habían sido encontradas como responsables, hoy en Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “de los cuatro implicados en el caso Iguala beneficiados ayer […], solo uno gana la calle: Luis Alberto José Gaspar, El Tongo, a quien el juez no le halló elementos para procesarlo por delincuencia organizada. ¿Cómo llegó a la cárcel? A principios de octubre de 2014, pocos días después de la desaparición de los estudiantes […], la Fiscalía guerrerense obtuvo una orden judicial para catear cuatro domicilios en Iguala y esto condujo a su detención. En su declaración ministerial, dijo que trabajaba de halcón para Guerreros Unidos, a las órdenes de Osiel Benítez Palacios, de ocho de la mañana a ocho de la noche, y gracias a sus dichos fueron capturados otros delincuentes. Su actividad fue corroborada y del sujeto se encargó la Procuraduría General de la República para consignarlo por delincuencia organizada. Aceptar ser halcón de una organización criminal […] no basta para estar en la cárcel, y menos si el acusado alega que fue torturado. El Tongo es el primero de 130 que libra proceso por los 43 y que se alistan para recobrar pronto, impunes, la calle…”.
El último golpe a Meade
De cara a las elecciones presidenciales, desde el Gobierno Federal tratan de hacer que de aquí al día de la elección no haya problemas para José Antonio Meade pero dadas las circunstancias, parece que los problemas no van a dejar de existir, ya que el desmantelamiento de la Auditoría Superior de la Federación apunta a que se tarta de una estrategia para proteger al candidato del Partido Revolucionario Institucional, y esto lo explica hoy en El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, y escribe que: “el 30 de junio, un día antes de las elecciones, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tiene como mandato entregar y hacer públicos los resultados de su revisión de las cuentas del gobierno. En los últimos años, la presentación de dicho informe es una mina de información valiosa para los medios de comunicación, pues capítulo a capítulo se van desentrañando los grandes escándalos que luego tienen impacto en la opinión pública: Fue a partir de un informe de estos que se documentaron varias de las barbaridades de Javier Duarte en Veracruz, César Duarte en Chihuahua, Roberto Borge en Quintana Roo, Andrés Granier en Tabasco y Guillermo Padrés en Sonora. Fue a partir de un informe así que se decantó la llamada Estafa Maestra y que se expusieron las millonarias transferencias a favor del sindicato de Elba Esther Gordillo. […]. ¿Cuál es la siguiente bomba? La están tratando de desactivar a paso veloz a través de varias rutas: La primera es lo que el ex auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, calificó como el ‘desmantelamiento’ de la Auditoría Superior de la Federación. En una disputa inédita, hecha pública en entrevista para el noticiario Sin Anestesia a mi cargo en Radio Centro, Portal arremetió contra el actual auditor, el que lo sucedió en el cargo, David Colmenares, acusándolo de inepto, de haber sido corrido por él debido a su mal desempeño y encima de todo, estar despidiendo funcionarios de primer nivel en la Auditoría Superior de la Federación, […]. El caso que generó esta ola fue el cese de Muna Dora Buchain, ex directora general de Auditoría Forense, pieza clave en las escandalosas indagatorias citadas. También en la primera entrevista […] dejó abierta la sospecha de que detrás de la embestida en su contra podrían estar la secretaria de Sedatu, Rosario Robles, y su operador Emilio Zebadúa, dos de los más exhibidos por los resultados de sus auditorías. Aún más casos de contrataciones injustificadas y despidos inexplicables están por salir. Algunos han sido denunciados de manera anónima a la Cámara de Diputados, que es de donde emana la Auditoría Superior de la Federación. […]. La segunda ruta sería el debilitamiento del informe que debe presentarse un día antes de las elecciones, con ese nuevo entramado de funcionarios cómodos. Y la tercera, al parecer si nada más funciona, recurrir al viejo truco de hacer público el informe tan noche el sábado que ya nadie se entere de su contenido y éste no incida en contra del gobierno y su candidato presidencial José Antonio Meade”.
Golpe de PGR, antes del debate
Justo horas antes del inicio del tercer debate presidencial, la Procuraduría General dela República anunció que se está investigando a Ricardo Anaya por las acusaciones de lavado de dinero que hay en su contra, y por el tiempo en que se dio esto, queda claro que hay una maquinación por parte del gobierno federal para desaparecer de la contienda electoral a Ricardo Anaya y favorecer a José Antonio Meade para que logre posicionarse como segundo lugar de las encuestas y poder verse competitivo en la recta final de las campañas electorales en La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “Ernesto Alonso Mendoza Ángeles es el encargado de la Ventanilla Única y Enlace con la Procuraduría General de la República […] y, en tal papel, ha cumplido un papel breve, pero importante, en la magna obra de fabulación gubernamental contra Ricardo Anaya Cortés, el candidato presidencial indeseado por el mismo régimen del que ha formado parte. Ayer, a unas horas del inicio del debate entre candidatos presidenciales, el telenovelero Ernesto Alonso remitió ante otras instancias de la Procuraduría General de la República la denuncia de hechos presentada por el calderonista Ernesto Cordero […] contra Ricardo Anaya Cortés, presunto abanderado antisistema del sistémico Partido Acción Nacional. No se desprendió del oficio PGR/SEIDO/VU/1445/2018 ninguna acción inmediata que implicara la detención o el acoso directo del panista gravemente contrapunteado con Los Pinos, pero sí facultaría al cuasipriísta José Antonio Meade Kuribreña para confeccionar un discurso cuasidelincuencial contra el citado Anaya en el multimencionado debate que se suponía sería definitorio, casi la última llamada al mencionado Meade para que asuma el polo antipeje o calle para siempre. La presunción de hechos relacionados con operaciones con recursos de procedencia ilícita […] coloca a Anaya Cortés en un territorio pantanoso, más allá de las consecuencias específicas del debate mencionado. La activación de la maquinaria judicial peñista busca suministrar material propagandístico a José Antonio Meade Kuribreña, el candidato del Partido Revolucionario Institucional que necesita urgentemente desplazar al frentista Ricardo Anaya del segundo lugar de las preferencias electorales y colocarse como presunto tirador único contra López Obrador. La discusión central […], reside en el alcance y las motivaciones de ese accionar concertado de instancias identificables con la administración peñista, deseosa de descarrillar a Anaya y de potenciar a Meade, supuestamente con la pretensión de escenificar una increíble hazaña de recuperación política para remontar la ventaja de López Obrador”.
Aquel primer debate…
Aprovechando la época del tercer debate presidencial en México, hoy en Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, recuerda lo que sucedió en Estados Unidos cuando se desarrolló el primer debate de la historia que se transmitió por televisión, dando un contexto de lo que generó en aquella sociedad norteamericana, que al final de cuentas, no se vio muy influenciada por lo que se dijo en aquel encuentro presidencial, y de ello escribe que: “cuando se habla de debates, todos citan el de Richard Nixon contra John F. Kennedy, en los estudios de la CBS de Chicago, la noche del lunes 26 de septiembre de 1960, […]. Siempre lo comentan olvidando, o ignorando, que fue el primer debate en la historia de la televisión y de la política y que cambió a la televisión y a la política. La historia recuerda que Nixon, entonces vicepresidente de Estados Unidos con Ike Eisenhower en la presidencia, se resistía, pero sus asesores, siempre los asesores, le insistieron lo mismo que los del joven, tenía 43 años, John F. Kennedy. Pero ambos cedieron, los asesores desde entonces eran los únicos ganadores, y viajaron a Chicago en condiciones muy diferentes. El apuesto heredero de los Kennedy descansó desde el día anterior, le eligieron la ropa, clara, era televisión en blanco y negro, y se asoleó en la terraza durante la mañana y durmió una siesta antes de la cita. Nixon, que había salido del hospital en el que lo operaron de una rodilla, llegó con dolores y fiebre y él mismo eligió su ropa, como cualquier otro día, un traje gris. Ya en las instalaciones de la CBS, maquillaron a Kennedy y Nixon lo rechazó, a pesar de que estaba demacrado, ojeroso y la barba cerrada, crecida. […]. El debate no fue determinante, el demócrata había llegado con un punto de ventaja y ganó dos más. Luego tuvieron otros tres debates que se ignoran, pero todos atribuyeron la victoria de Kennedy a aquel primer encuentro. Las elecciones de noviembre las ganó por un 3 por ciento del voto popular, 100 mil, que le dieron la más estrecha ventaja en el sufragio personal, pero suficiente para ganar 304 colegios electorales que lo llevaron a la Casa Blanca, a Camelot, el 20 de enero de 1961. Pero no fue el debate nada más. Eso es nostalgia”.
La fiesta de los bullies
El histórico encuentro entre el líder norcoreano Kim Jong-un y el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promete ser una oportunidad para que el mandatario estadounidense cumpla una de sus promesas de campaña; sin embargo, el mundo no ha visto con buenos ojos que el magnate se reuniera con Kim, mientras las tensiones entre EU y el G7 aumentan; al respecto, En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “Kim Jong-Un aceptó la invitación para ir a Estados Unidos. Trump, por su parte, dijo sí a la propuesta que le hizo el líder norcoreano para visitar su país […] no sabemos si alguna de ellas será una realidad. Todo puede pasar. Pero, sin duda, estas manos estrechadas son aún la luna de miel tras su reunión en Singapur. Y es que los bullies se juntaron […] El acuerdo que Trump firmó con Corea del Norte es, acaso, el primero que puede presumirle al mundo. La desnuclearización de la península coreana sí era un pendiente que abona a la tranquilidad y a la paz mundial […] A Trump no se le vienen tiempos fáciles. Deberá aferrarse a su nuevo aliado. La tensión con Canadá no ha desaparecido. Apenas una disculpa han ofrecido a Justin Trudeau, luego de llamarlo traidor, tras el desencuentro en el G7. Mientras no haya una nueva resolución sobre los aranceles impuestos, no habrá cambios en los discursos de los países afectados. Y no es para menos. Sin embargo, además de esto, al interior de Estados Unidos debe enfrentar las críticas tras su encuentro con Kim Jong-Un. Estados Unidos está afianzando su papel de bullie: aliado hoy de Corea del Norte, con su embajada ahora en Jerusalén y con una investigación aún abierta sobre la colusión de Rusia en la campaña que le dio la Presidencia al empresario. Trump, aliado de esa parte del mundo tan cuestionable. Victorias pírricas del gobierno estadunidense que no ha podido firmar acuerdos de otra índole y con países que históricamente han sido sus amigos y aliados. Y así, Trump piensa en la reelección”.
¡Auxilio!
A lo largo de las últimas semanas, Guanajuato ha destacado a nivel nacional por la evidente alza en los crímenes cometidos en la entidad, sin que las autoridades puedan detener la creciente ola de violencia; ante esta situación, los empresarios de la entidad han comenzado a tomar medidas, aunque aún dudan de su eficacia. En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “nunca como ahora la palabra Salamanca se escuchó tan tétrica ni Guanajuato fue sinónimo de sangre. Salamanca se ha convertido, en las últimas semanas, en uno de los municipios más violentados por el crimen organizado y las respuestas del gobernador Miguel Márquez Márquez son insuficientes. Así que los empresarios de la región se dieron a la tarea de contratar guardias de seguridad privada para ejercer funciones de seguridad pública. Pero la solución nace podrida. ‘Es una neofitada que se lleva a cabo porque no sirve para nada para la ciudadanía, ¿por qué?, porque si no puede el Ejército, la federal, tanto policía que tenemos, ¿para qué sirven esos sin armas?, va a pasar lo mismo que ha pasado en otras partes… pues los han acabado porque no los mandan ni siquiera con una resortera’, comentó Rodrigo García, uno de los habitantes de Salamanca. La pregunta desde hace meses es, ¿quién manda en Guanajuato? El gobernador, no”.
Las amenazas entre Meade y Anaya
En un pelito desesperado por el segundo lugar Ricardo Anaya y José Antonio Meade se acusaron de corrupción e incluso llegaron a las amenazas de que si ellos llegan a ser presidentes, posiblemente pisen la cárcel si investigaciones en su contra así lo determinan, y sin quedarse afuera de los señalamientos, Andrés Manuel López Obrador dijo que no meterá ni a Anaya a la cárcel pero que sí buscará hacer justicia, y hoy en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “quien haya visto el debate en el extranjero podría pensar que México está condenado a tener un presidente corrupto, pues los tres principales candidatos se acusaron de actos de corrupción y dos de ellos se amenazaron con cárcel. José Antonio Meade dijo a Ricardo Anaya que será indiciado por lavado de dinero. Anaya reviró acusando a Meade de corrupción y advirtió que de ganar la elección buscará encarcelar al presidente Enrique Peña Nieto. Don Andrés Manuel López Obrador dijo que él no metería a la cárcel ‘ni’ a Anaya, pues él busca justicia no venganza. Sin embargo, Anaya lo acusó de favorecer a un empresario con contratos millonarios durante su gestión como jefe de Gobierno de la capital del país. Es decir, según ellos mismos, ninguno estaría a salvo de ser llevado ante la justicia por actos de corrupción. Nos hacen ver que las amenazas, especialmente entre Meade y Anaya, sonaron muy reales, por lo que la pelea podría no terminar con la elección. ¿Y usted por quién votará?”.
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