Monterrey, 6 Abr (Notimex).- Con un estilo neoclásico y con un carácter histórico, el Museo del Palacio es un ícono de Nuevo León que alberga la más vasta historia del estado.
Altos vitrales, escaleras con pasamanos clásicos, grandes arcos, pasillos anchos, candelabros, amplias salas, muros y techos adornados y al centro un extenso patio, todos estos elementos hacen que cualquiera que lo visite se adentre a siglos atrás para sentirse en un auténtico palacio.
La construcción del Palacio se inició el 4 de abril de 1895, y aunque se tenía previsto que la edificación durara cinco años, fue hasta 1908 cuando el inmueble fue concluido e inaugurado ya como Palacio de Gobierno el 16 de septiembre de ese mismo año.
Antes de su construcción las gestiones de gobierno se realizaban en las “Casas de Gobierno” ubicadas en la actual calle Morelos, pero ante la necesidad de tener un espacio que represente formalmente el gobierno y un lugar en donde se realicen todas las gestiones, se decide la construcción de la obra, informó el encargado de la colección del palacio, Víctor Cavazos.
El panorama de Nuevo León en aquella época fue durante el porfiriato, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y, aunque hoy en día Monterrey es una de las tres ciudades más importantes del país y un polo industrial, en aquellos años la ciudad no figuraba como tal, comentó Cavazos.
A cargo de Bernardo Reyes, gobernador de aquel entonces, fueron trazados los planos, en tanto que la construcción de la obra estuvo en manos del arquitecto Francisco Beltrán.
Para la cimentación, Reyes trajo personas de San Luis Potosí que trabajaban la cantera potosina, además trasladó a la ciudad ebanistas, herreros y talabarteros quienes ayudaron en la obra, señaló Cavazos.
Para la construcción de la obra se recaudaron fondos a base de impuestos a los ciudadanos del estado, es por esto que el slogan del museo es “Palacio para todos” en alegoría a esto, detalló Cavazos.
El recinto era sede de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, además se encontraba el Congreso del Estado. También se encontraban las dependencias de gobierno, la administración de obras públicas y demás servicios de la ciudad.
Ya para el 30 de agosto de 2006, nace el Museo del Palacio, con la idea de que se cuente la historia de Nuevo León, afirmó Cavazos.
El museo alberga cuatro salas de exhibición en donde se relata la misma historia (de Nuevo León) en cada una, sin embargo, es contada desde tres ángulos distintos: las formas de gobierno, documentos y pobladores.
Las colecciones con las que cuentan provienen de otros museos y de colecciones particulares. El mantenimiento que se da a las piezas es muy minucioso, además de que se protegen para que no dañen su calidad, y en caso de daño se resanan los muros, aclaró.
Actualmente el edificio del Palacio de Gobierno sólo tiene funciones administrativas en la planta alta, en donde se encuentran las oficinas de los funcionarios estatales, tesorería, además de una sala de audiencias y un salón de eventos oficiales, mientras que en la zona baja se alberga al Museo.
El Palacio del Gobierno de Nuevo León fue testigo de la presencia del caudillo de la Revolución Mexicana, Pancho Villa, y el pasado 14 de marzo se cumplieron 100 años de su aparición, y aunque no se cuenta con ninguna fotografía, no se descarta que se encuentre en alguna colección privada.
Así, el actual Museo del Palacio es el sitio indicado para conocer las caras de la historia de Nuevo León. Manteniendo siempre un acceso libre.