El Comité de Control, Ética y Disciplina (CEDB) de dicho organismo anunció este miércoles la decisión final sobre este partido del Grupo G que se programó el 27 de marzo en Podgorica y que se interrumpió al minuto 67, después de varios percances y detalló las sanciones para ambos combinados.

El drama inició a los 20 segundos del silbatazo inicial, con el impacto de bengala en la cabeza del portero visitante Igor Akinfeev, tras casi una hora de espera se dijo que el juego se reanudaría pero volvió a demorarse porque los aficionados locales arrancaron sus butacas para agredir a los seguidores contrarios.

Al minuto 67, se desató una nueva trifulca pero ahora entre jugadores y cuerpo técnico, hecho que se replicó en las gradas y fue entonces cuando el árbitro alemán Deniz Aytekin interrumpió las acciones definitivamente.

Al día siguiente, la Federación Rusa (RFU) envió su protesta, mediante la cual sugirió que se le otorgaran los tres puntos y tres días más tarde, la Comisión Disciplinaria de la UEFA abrió el expediente en contra de las dos selecciones.

Producto de esta investigación la Asociación de Futbol de Montenegro (FSCG) no sólo fue notificada de la derrota, además deberán jugar a puerta cerrada los próximos dos encuentros como locales y que pertenezcan a torneos gestionados por la UEFA.

Aunado a esta determinación, se hizo acreedora a una multa de 50 mil euros por todos los cargos sustentados en la violación de un par de reglas, no disputar un juego en su totalidad y el lanzamiento de fuegos artificiales y otros objetos por parte de su afición.

En tanto que la RFU, obtuvo lo que peleaba, tendrá que pagar un cargo de 25 mil euros a causa de la conducta impropia que mostraron sus simpatizantes.