Pueblo ishir reclama en Paraguay su tierra sagrada ocupada por ganadero turco

28/06/2015 - 2:25 pm

Asunción, 28 jun (EFE).- Los indígenas ishir, un pueblo originario del norte de Paraguay, reclamaron hoy en Asunción que el Estado les conceda los títulos de propiedad sobre sus territorios ancestrales y recupere uno de sus lugares sagrados, que hoy está ocupado por una empresa ganadera propiedad de un ciudadano turco.

Los ishir viven en la zona de Bahía Negra, donde se forma la triple frontera entre Paraguay, Bolivia y Brasil, en siete comunidades en las que residen cerca de 2,600 personas, que ocupan un total de 50,000 hectáreas en las riberas del río Paraguay, explicó a Efe Andrés Osuna, uno de los líderes comunitarios.

En este lugar quedaron confinados los ishir, que anteriormente fueron nómadas, tras los enfrentamientos con el vecino pueblo de los caduveo, otro grupo indígena de Brasil, y los contactos de los no indígenas que avanzaban sobre el terreno.

Tras décadas de resistencia en la zona, los ishir enfrentan ahora una nueva amenaza: la del avance de las empresas ganaderas, en su mayoría de capital extranjero, que van estrechando el cerco en torno a sus tierras ancestrales.

Las explotaciones ganaderas han invadido incluso un lugar considerado como sagrado para la cultura ishir, llamado "eschma", que en la lengua de estos nativos significa "abundancia de peces".

"Nuestros abuelos, que eran nómadas cazadores-recolectores, acostumbraban a ir a la laguna de la "abundancia de peces" para alimentarse, y durante mucho tiempo vivieron, trabajaron y comieron allá. Es un lugar sagrado e histórico para nosotros", recordó Osuna.

Pero el territorio de "eschma" está hoy ocupado por la empresa ganadera Paraverde, propiedad de un empresario turco, que se encarga de autorizar o de bloquear el acceso de los indígenas a la finca.

"Nosotros no estamos acostumbrados a pedir permiso para transitar por las tierras, porque son nuestras tierras desde que vivían allí nuestros antepasados", expuso el dirigente ishir.

Además, denunció que ya se han producido algunos "roces y enfrentamientos" entre los indígenas y los peones de la estancia ganadera, dado que la explotación "corta la comunicación" entre varias de las comunidades del pueblo ishir.

Por ello, representantes de los indígenas se desplazaron a Asunción para iniciar una ronda de contactos con varias autoridades estatales, entre ellas el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), y pedirles que estudien llegar a un acuerdo de compra o a una expropiación al propietario de Paraverde, y de este modo recuperen las tierras para los ishir.

Solicitaron además que el Estado paraguayo acelere el proceso de transferencia de las tierras que son propiedad del INDI a los ishir, y les otorgue los correspondientes títulos de propiedad, a fin de que puedan defenderse como dueños legítimos de sus tierras frente al avance de las explotaciones agrícolas y ganaderas en la zona.

El único antecedente durante la democracia de un caso en que el Estado paraguayo haya expropiado las tierras de una empresa privada para cederlas a una comunidad indígena, reconociendo que forman parte de su territorio ancestral es el de la comunidad Sawhoyamaxa, del pueblo énxet.

En este caso, en 2014 el Estado paraguayo expropió en favor de la comunidad indígena 14.404 hectáreas pertenecientes a una empresa del ganadero alemán Heribert Roedel.

Se cumplía así con una sentencia de 2006 de la CorteIDH que reconocía que la comunidad Sawhoyamaxa fue expulsada de su territorio ancestral por Roedel sin que el Estado lo impidiera.

Sin embargo, los indígenas aún no han conseguido que los empleados del ganadero abandonen las tierras, e incluso recientemente sido amenazados por hombres armados empleados en la compañía.

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