Mérida, 14 May. (Notimex).- El realizador del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, Manuel Martínez Velásquez, llamó a utilizar la “amplia red de comunicación” existente en la actualidad para difundir la ciencia y la cultura.
Al ofrecer una ponencia denominada “Documental científico y de Divulgación” en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), lamentó el poco interés que existe por realizar y difundir la ciencia, la cual es casi nula en la televisión abierta, salas cinematográficas, incluso en las propias aulas.
“Hoy en día todos las tecnologías hacen una red de comunicación humana que tienen un gran potencial mediático y podemos utilizarlas para difundir ampliamente la cultura, pero hay personas que aún creen que la ciencia no es parte de la cultura”, abundó.
Sin embargo, estableció que esta es una problemática conceptual como país, pues por cada mil personas, sólo el 0.7 por ciento se dedica a la ciencia, “esto sería como un hombre sin cabeza, diría sin pies, pues en muchas áreas el conocimiento está en la frontera. Hay que reconocer que hay escasez de cultura y de ciencia”.
Un dato que es duro, que es serio, es que la matrícula nacional de universidades de todo tipo, públicas y privadas, serías y patito, es que las carreras de administración y de contaduría representan el 27 por ciento, detalló.
En tanto, continuó Martínez Velásquez, las vinculadas a la química, física, matemáticas y biología, las llamadas duras o los cuatro puntos básicos, son menos del tres por ciento nacional.
Es decir, abundó, la escasez de científicos tiene que ver mucho con cosas de desarrollo del país. “Además, la ciencia en México está envejeciendo, por ejemplo en la UNAM el promedio de edades de los investigadores es de 51 años, en tanto el Sistema Nacional de Investigadores es de 45”, dijo.
Esto, señaló, “debe preocuparnos si tomamos en cuenta que la edad más productiva del ser humano para el desarrollo de la actividades cognoscitivas es de los 25 a 41 años, ello se da por falta de apoyos a la ciencia”.
Consideró que para poder impulsar tareas de innovación, es necesario motivar y divulgar la ciencia, para ello deberíamos utilizar la televisión en la vida cotidiana, la radio, el Internet, las tecnologías de la información y la comunicación.