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Así es su vida, capitalinos: 273 días al año hay mala calidad del aire; 16, muy mala. Y 76 son respirables

14/05/2019 - 10:00 pm

De acuerdo con el último informe anual de calidad del aire en la Ciudad de México, durante 2017 un total de 289 días registraron concentraciones máximas mayores a 100 puntos en el Índice de Calidad del Aire, de éstos, en 273 días la calidad fue mala y en 16 muy mala, quedando sólo 76 días con calidad favorable. Otras cifras más actualizadas, como las del World Air Quality Index, arrojan que en 2018 la capital del país vivió 11 días con calidad del aire aceptable y en lo que va del año únicamente se reportan tres.

Ciudad de México, 14 de mayo (SinEmbargo).– Los habitantes de la Ciudad de México no alcanzan a respirar ni 100 días de aire limpio, de acuerdo con los datos del último informe oficial que revelan que de los 365 días que tiene el año, en 273 la calidad del aire es mala y en 16 muy mala. Ante esta situación, organizaciones como Greenpeace, Derecho Sin Fronteras, CEMDA y académicos exhortaron a las autoridades a actualizar las normas que establecen en 150 puntos IMECA los límites de concentración de contaminantes permisibles y alinearlas con las recomendaciones de la OMS.

En los últimos cuatro días la calidad del aire en el Valle de México se ha visto afectada por incendios en la región centro y sur del país, un sistema de alta presión que evita la dispersión de contaminantes, altas temperaturas, además de una prolongada sequía. Esto provocó que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) activara este martes la Contingencia Ambiental Atmosférica Extraordinaria.

La contingencia ambiental implica 11 recomendaciones para la población, restricciones para el uso de vehículos y la suspensión de actividades en establecimientos de sectores de la industria y servicios, por ejemplo, los talleres mecánicos y de calzado.

En los últimos cuatro días la calidad del aire en el Valle de México se ha visto afectada por incendios en la región centro y sur del país. Foto: Cuartoscuro.

De acuerdo con un el último informe anual de calidad del aire en la Ciudad de México, durante 2017 un total de 289 días registraron concentraciones máximas mayores a 100 puntos en el Índice de Calidad del Aire para uno o más contaminantes, de éstos, en 273 días la calidad fue mala y en 16 muy mala, quedando sólo 76 días con calidad favorable.

La mayoría de los días con una calidad del aire favorable (buena a regular) se concentraron en la temporada de lluvia.

Otras cifras más actualizadas, como las del World Air Quality Index, arrojan que en 2018 la capital del país vivió 11 días con calidad del aire aceptable y en lo que va del año únicamente se reportan tres, de acuerdo con el monitoreo de calidad del aire y no con la métrica IMECA.

“Estos datos difieren por mucho con lo reportado por el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México, ya que ese sistema no mide de forma adecuada todos los contaminantes suspendidos en la atmósfera, lo cual vulnera el derecho humano a la salud de la población, pues se está vertiendo información no suficiente ni fiable como datos oficiales”, explicó Víctor Hirales de Derecho Sin Fronteras.

¿CÓMO SE MIDE LA CALIDAD DEL AIRE?

El Índice de Calidad del Aire, antes llamado IMECA, muestra qué tan contaminado se encuentra el aire y cuáles podrían ser los efectos en la salud. Desde 2006 se calcula con fundamento en la Norma Ambiental NADF-009-2006, que en 2018 fue actualizada (NADF-009-AIRE-2017) y en ella se establecen los requisitos para el cálculo y la difusión del Índice de Calidad del Aire vigente.

El índice se calcula para cinco de los contaminantes criterio: dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas suspendidas; se representa con una escala que va de 0 a 500, donde el valor de 100 se asigna al valor indicado por la Norma Oficial Mexicana para cada contaminante.

Un valor menor a 100 se considera satisfactorio y con un bajo riesgo para la salud, mientas que un nivel superior a 100 implica algún riesgo para la salud, entre más grande es el valor del índice mayor es la contaminación y el riesgo, de acuerdo con la explicación del gobierno capitalino.

El Índice de Calidad del Aire, antes llamado IMECA, muestra qué tan contaminado se encuentra el aire y cuáles podrían ser los efectos en la salud. Gráfico: Comisión Ambiental de la Megalópolis.

En la Ciudad de México el índice de calidad del aire se reporta cada hora los 365 días del año para cada una de las 29 estaciones automáticas de monitoreo de la calidad del aire.

Organizaciones como El Poder del Consumidor, Greenpeace México y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental pidieron al Gobierno actualizar las normas que establecen los límites de concentración de contaminantes permisibles para alinearlas con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“En México tenemos una metodología que determina que a partir de los 150 niveles de IMECA se puede decretar una contingencia ambiental, el problema es que este valor no corresponde con lo que recomienda la OMS como lo mínimo para garantizar la salud de los habitante de cualquier ciudad”, dijo en entrevista Giselle García, abogada de CEMDA.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la concentración de microgramos no rebase los 45 μg/m3, que es lo máximo que puede tolerar una persona para su salud.

La fase de contingencia ambiental en la Ciudad de México, sin embargo, sólo se declara al rebasar los 150 puntos IMECA, es decir al alcanzar una concentración promedio de 97 μg/m3 en 24 horas, dejando fuera a las PM (partículas en suspensión) 2.5 del Programa de Contingencias Ambientales. Es decir, se sobrepasa más del doble de los límites que señala la OMS para que se declare una contingencia por mala calidad del aire.

“La OMS nos pone como limite 50 microgramos por metro cúbico, la Norma Oficial Mexicana tenemos un valor de 75, en China tienen un valor de 150, en Francia tienen un valor 80, es decir, muy pocos países se están ajustando a la OMS”, mencionó el maestro en Ciencias Alejandro Arias, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad La Salle.

Señaló que el Gobierno de la Ciudad de México genera normas y procesos para tratar de controlar todas aquellas emisiones por fuente antropogénica (efectos producidos por las actividades humanas en el medio ambiente como los incendios), se hacen monitoreos a las industrias y a las fuentes movibles (autos) para tratar de que estos niveles estén en condiciones óptimas, pero cuando hay condiciones naturales que no se pueden controlar, esos niveles aumentan, como ocurrió esta semana.

México combate una etapa atípica de incendios forestales que hasta este martes suman 130 en 20 estados: 71 están activos, 20 están en proceso de liquidación y 39 se liquidaron en las últimas horas. De estos, 11 se encuentran dentro de áreas naturales protegidas.

PIDEN ACTUALIZAR MEDICIÓN

Las organizaciones defensoras del medio ambiente advirtieron que no contar con un protocolo de actuación por altas concentraciones de PM 2.5 es una omisión grave por parte de las autoridades locales y federales y una violación sistemática al derecho de los mexicanos a la salud y medio ambiente sano.

“Urge un protocolo de actuación para contaminación por partículas PM 2.5 derivadas de circunstancias como los incendios, también se requiere la actualización de normas, tanto de salud como de tecnologías para mejorar la maquinaria de todos os vehículos, y finalmente hacer una comunicaciones social efectiva para que tengamos unas sociedad consciente del problema”, recomendó Giselle García, de la organización CEMDA.

La organización Greenpeace considera que el Índice de Calidad del Aire, indicador diseñado para informar a la población sobre el estado de la calidad del aire, tiene varios problemas en su medición.

“El Índice de Calidad del Aire tiene varios problemas, uno es que deja fuera las partículas PM 2.5 y por eso es que estuvimos más de tres días respirando de mala calidad antes de que se declarara la contingencia, porque por ley este tipo de contaminantes no están incluidos. Estamos hablando de que 150 puntos implican afectaciones a la salud. No tendríamos por qué estarnos esperando a respirar aire de muy mala o extremadamente mala calidad para tomar medidas contundentes para disminuir la contaminación”, dijo a SinEmbargo Pablo Ramírez, coordinador la campaña de Calidad del Aire de Greenpeace.

Ramírez detalló que el acceso a la información del aire que respiramos en México es limitado. “Los gobiernos estatales tendrían que estar obligados por ley a proveer información oportuna de la calidad de aire que se está respirando en sus estados, sin embargo, tenemos ciudades que no están monitoreando los contaminantes. Tenemos un grave problema en cuestión de información”.

El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA) y organizaciones aliadas solicitaron a las autoridades una política de calidad del aire en el corto, mediano y largo plazo, basada en medidas congruentes como dar mantenimiento a las estaciones de monitoreo atmosférico, regular el sector transporte (público y privado) y crear un programa de salud ambiental con acciones de comunicación y sensibilización para alertar a la población sobre los riesgos de la mala calidad del aire.

Tan solo en 2017 la contaminación por material particulado fino y ultrafino (PM10 y PM2.5) derivado del transporte terrestre causó 4 mil muertes en la Zona Metropolitana del Valle de México,  destacaron las organizaciones.

Guadalupe Fuentes López
Periodista con más de una década en medios digitales. Edita y escribe sobre temas de economía, corrupción, política, derechos humanos
en Sinembargo al Aire

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