Un sacerdote es asesinado en Durango, entre fuego cruzado de cárteles

14/06/2021 - 12:53 pm

Con la muerte del fraile Juan Antonio Orozco suman tres clérigos asesinados en circunstancias violentas durante el actual sexenio.

Ciudad de México, 14 de junio (SinEmbargo).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó el fallecimiento del sacerdote Juan Antonio Orozco, víctima de la violencia que se vive en el país, tras quedar en medio de un enfrentamiento entre dos grupos criminales en la comunidad de Tepehuana de Pajaritos.

La Iglesia de México se unió al pésame y a las condolencias de los familiares, amigos y fieles por los hechos ocurridos la mañana del sábado.

Además de pedir por el eterno descanso de su compañero, la CEM hizo votos para que regrese la paz al país.

“Pidamos al señor la paz para nuestra patria y (…) que santa María de Guadalupe consuele con su corazón de madre nuestro dolor y restablezca la justicia y la paz en nuestra sociedad”, manifestó frente al asesinato del padre Orozco.

La prelatura del Nayar, de la Arquidiócesis de Guadalajara, informó la muerte del párroco franciscano después de que entrara en un cruce de fuego entre los cárteles que pelean el territorio.

El párroco Juan Antonio Orozco Alvarado, de 33 años, fue privado de la vida antes de llegar a la comunidad de Canoas, en el Mezquital cuando quedó en medio de un enfrentamiento entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.

El Padre Juanito, como era conocido, tenía apenas seis meses en la Sierra de Santa Lucía donde ocurrieron los trágicos hechos, luego de estar por más de un año y medio en el ejido de Hermanas Coahuila.

El Centro Católico Multimedial detalló que con el fraile Juan Antonio, suman tres muertes de clérigos ocurridos en circunstancias violentas en el actual sexenio.

El 23 de agosto de 2019, fue asesinado el sacerdote José Martín Guzmán Vega  de la diócesis de Matamoros y el 27 de marzo de 2021 fue asesinado el sacerdote Gumersindo Cortés en Dolores Hidalgo, pertenecía a la Diócesis de Celaya y ejercía su ministerio en la parroquia de Cristo Rey, en la comunidad Mesa de López.

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