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Testigo detalla a EU horrores de Los Zetas en Coahuila: desmembraron a niña frente al papá. Y así, a muchos

14/07/2016 - 8:11 pm

El traficante, que movía mariguana en Ciudad Acuña tras ser obligado para trabajar para Los Zetas, aseguró que en febrero de 2013 fue secuestrado por el cártel, luego de haber perdido una carga de mariguana que fue confiscada por la patrulla fronteriza de Estados Unidos, y obligado a presenciar los sangrientos asesinatos, cometidos en lugares dentro y alrededor de Piedras Negras. La mayoría de las personas a las que vio morir, dijo, fue de la misma manera sangrienta: cortados en pedazos con un hacha y las partes de los cuerpos quemadas en barriles.

Ciudad de México, 14 julio (SinEmbargo).- Un nuevo testigo en el juicio en contra de Marciano “Chano” Millán Vázquez narró cómo el líder de Los Zetas en Piedras Negras asesinó a una niña de seis años desmembrándola con un hacha frente a sus padres. Y dijo que vio morir de la misma manera sangrienta a otros.

De acuerdo con lo difundido por el San Antonio Express News, el testigo, quien no fue identificado a petición del juez y los abogados por temor a represalias a su familia, dijo ante la Corte el miércoles: Millán se rió y le dijo al padre de la niña: “que así puedas recordarme”.

Marciano Millán Vázquez, acusado de cometer por lo menos 10 delitos en Coahuila, fue arrestado el año pasado en San Antonio, Texas. Ayer, nuevos testigos subieron a la Corte para declarar en contra del líder Zeta. Durante el juicio, los testigos que alguna vez trabajaron con Millán han narrado que el acusado participó en masacres en todo el estado de Coahuila, sin embargo el hombre que subió al estrado ayer fue el primero en declarar que vio a personas morir a manos de Millán y bajo sus órdenes, un total de 18 personas.

El diario estadounidense detalla que el traficante, que movía mariguana en Ciudad Acuña tras ser obligado para trabajar para el cártel, narró que la mayoría de las personas a las que vio morir fue de la misma manera sangrienta: cortados en pedazos con un hacha y las partes de los cuerpos quemadas en barriles.

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El sujeto aseguró que en febrero de 2013 fue secuestrado por el cártel, luego de haber perdido una carga de mariguana que fue confiscada por la patrulla fronteriza, y obligado a presenciar los sangrientos asesinatos, cometido en lugares dentro y alrededor de Piedras Negras, como en un depósito de chatarra, un rancho abandonado y cerca de la orilla de un río.

“Para que pudiera decirle a mi familia que si no conseguía el dinero (que debía), eso es lo que me sucedería a mí y a ellos”, dijo el testigo.

El hombre lloró luego de que el Fiscal adjunto de la Corte Mike Galdo lo convenció de responder sobre las muertes, puntualiza el San Antonio Express News. El testigo señaló que en varios casos, a las víctimas les vendaban los ojos y las arrodillaban, dijo que entre ellas había hombres, mujeres y niños. A él también lo arrodillaron, y luego le retiraron la venda para que pudiera ver.

Relató que en una de las casas había “una niña, una mujer y un hombre” cautivos en el patio, la menor tenía seis años, dijo. Cerca había un barril con fuego, agregó.

“‘Chano’ empezó. […] Levantó el hacha y le cortó la rodilla y un brazo… Ella lloraba. Ella gritaba”.

El hombre continuó: Millán se rió y le dijo al padre: “‘Así me recordarás”. “Ellos la desmembraron y la quemaron”.

Luego el Fiscal le cuestionó si el padre pudo apartar la mirada, el testigo respondió: “No. Ellos lo agarraron por el cabello de modo que pudiera ver”. Galo también le preguntó quiénes habían agarrado al padre. “Chano y Enano”, respondió el testigo, en referencia por sus apodos a Milán y otro jefe regional de Los Zetas.

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El nuevo testigo narró también sobre dos ejecuciones de menores y adolescentes que vendían periódicos en semáforos de Piedras Negras, sospechosos de ser espías de un cártel rival, continúa el medio.

Además, relató que fue llevado al lecho de un río, cerca de Piedras Negras, donde entregaron a tres hombres sospechosos de estar con militares mexicanos y los hizo arrodillarse. En el lugar, dijo el testigo, se encontraban Millán, otros comandantes y los líderes principales del cártel, Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40” o “Cuarenta”, y su hermano Omar Treviño Morales, “Z-42”.

Y testificó que escuchó decir a Millán: “hay que darles piso”, “tenemos que matarlos”, y luego oyó disparos.

El nuevo testigo declaró que él traficaba mariguana para Milán en Ciudad Acuña luego de ser amenazado. Contó que él y otros seis hombres fueron secuestrados y puestos al servicio del cártel.

“El primero dijo que no quería. Ellos dijeron: ‘Eso está bien’. Se dio la vuelta y le dispararon. Después de eso, el resto de nosotros estuvimos de acuerdo”, relató.

El San Antonio Express detalla que el testigo estuvo secuestrado tras perder un cargamento de mariguana que fue confiscado. Durante su encierro le permitieron estar en contacto con su familia y conocidos para que pudieran reunir el dinero que debía. Uno de sus parientes vendió su casa para conseguir 20 mil dólares, que fueron suficientes para liberarlo, pero Milán le dijo que tenía que dar otros 100 mil.

Luego de no haber podido reunir los 100 mil para su liberación, cruzó a los Estados Unidos con su padre, y ahí fue detenido. El testigo se declaró culpable de cargos federales por mariguana y actualmente espera su sentencia.

El martes, José Luis Rodríguez “El Pollo”, quien operó como traficante de drogas en Piedras Negras y que actualmente enfrenta prisión de por vida por los delitos de secuestro y narcotráfico, declaró también en el juicio de Marciano Millán. Dijo que 300 personas fueron asesinadas en Allende, Piedras Negras y otras comunidades de Coahuila, y sus cuerpos, desaparecidos. Afirmó que Los Zetas le informaron que alrededor de 300 personas fueron asesinadas a tiros para después ser quemadas con combustible o con ácido para desaparecer sus restos.

Apenas la semana pasada un testigo en el mismo juicio dijo que Los Zetas usaron el Centro de Readaptación Social de Piedras Negras para desaparecer, en tambos con ácido, los cuerpos de las víctimas. El cártel utilizó una red de hornos del para encubrir el exterminio masivo y sistemático de personas inocentes durante el periodo que abarca de 2011 a 2013, cuando ese cártel tenía un completo control sobre la mayor parte de Coahuila.

Rodríguez declaró que las víctimas eran “gente de Allende, Morelos, Acuña, Piedras [Negras], las áreas cercanas”, de acuerdo con la versión publicada por el diario San Antonio Express News. Explicó que tan solo en Piedras Negras, 40 personas fueron formadas de rodillas y asesinadas a disparos.

Detalló que que en una entrega de ganancias, le informaron que el capo Poncho Cuéllar había desertado y estaba dando información sobre el cártel a autoridades estadounidenses.

Señaló que le pidieron ayuda para ubicar los domicilios de Cuéllar, quien en ese entonces se desempeñaba como jefe de plaza en Piedras Negras, para asesinar a todas las personas que estaban asociados con él.

Señaló que las órdenes que recibió fueron “ir y levantar todo lo que oliera como Poncho Cuéllar” y agregó que Marciano Millán Vázquez fue uno de los que le pidieron ayuda para localizar las propiedades de Cuéllar.

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