Encuesta confirma arrastre de Trump, mientras nacionalistas en EU lo llaman “la esperanza”

14/12/2015 - 10:56 am

Los grupos de supremacía blanca más radicales han expresado su apoyo al discurso de Trump que, dicen, impulsa el nacionalismo como no se veía desde hace décadas. Mientras, la última encuesta ratifica su arrastre en la elección presidencial.

Tuit racista de Trump, ahora contra los afroamericanos. Imagen: Twitter
Tuit racista de Trump, ahora contra los afroamericanos. Imagen: Twitter

Ciudad de México, 14 de diciembre (SinEmbargo/EFE).– El Ku Klux Klan (KKK), un grupo de extremistas blancos ligado a linchamientos de mexicanos y afroamericanos durante décadas, está usando a Donald Trump como palanca para difundir más sus ideas.

Stormfront, la más importante página web de la supremacía blanca estadounidense, anunció que está mejorando sus servidores para hacer frente a un aumento de tráfico, gracias a Trump.

David Duke, ex Legislador por Louisiana (un famoso miembro del KKK), dijo apenas la semana pasada que gracias al precandidato presidencial hoy es posible hablar “claro y alto” sobre nacionalismo blanco, como no se había podido desde la década de 1990.

El Daily Stormer, otro medio neonazi de amplia difusión, aplaudió a Trump por dar “esperanza” a la supremacía blanca.

Esta actividad creciente de grupos extremistas no es sólo palabrería. Es real. El grupo de monitoreo de grupos de odio conocido como Southern Poverty Law Center, así como la Liga Anti-Difamación, coincidieron en que la retórica de Trump en las últimas semanas ha propiciado más violencia contra los musulmanes, “mientras los líderes nacionalistas blancos capitalizan su candidatura para vigorizar y ampliar su movimiento”.

Heil Donald Trump – EL ÚLTIMO SALVADOR”.

Esa es la cabeza de Andrew Anglin, editor del Daily Stormer, en una reciente publicación, luego de que el precandidato republicano llamara a cerrar las puertas de Estados Unidos a todos los musulmanes.

“Heil” es una frase en alemán que significa “viva”. Fue usada por la Alemania Nazi para exclamar victoria y como un saludo hitleriano común: Heil Hitler.

Donald Trump y Adolfo Hitler. Collage tomado de Twitter
Donald Trump y Adolfo Hitler. Collage tomado de Twitter

“Finalmente alguien habla con cierto sentido”, dijo Anglin. “Un glorioso líder por fin llama a cerrarle la puerta a los musulmanes. Hagamos Estados Unidos blanco otra vez”.

“La desmoralización ha sido el mayor enemigo y Trump está cambiando todo eso”, dijo por su parte Don Black, fundador de Stormfront.

De acuerdo con Black, “las fuerzas nacionalistas blancas puestas en marcha por Trump sobrevivirán incluso a la carrera política del empresario. Trump sin duda ha creado un movimiento que continuará, independientemente de su carrera”.

Trump no pertenece ni aprueba grupos de supremacía blanca. Ha dicho que no necesita o desea el respaldo de Duke. En su campaña ha despedido a dos miembros del personal por supuestos mensajes racistas en redes sociales. Un hombre que mostró una bandera confederada fue expulsado de un mitin en Virginia a principios de este mes.

Pero en los hechos, Trump se ha vuelto gasolina para los grupos de odio más incendiarios en Estados Unidos.

Ayer domingo se dio a conocer que Trump lidera un nuevo sondeo sobre la contienda presidencial republicana en Estados Unidos con un 27 por ciento de apoyo, seguido de los senadores Ted Cruz (22 por ciento) y Marco Rubio (15 por ciento).

La encuesta, de la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal, se realizó del 6 al 9 de diciembre con entrevistas a 400 votantes de las primarias republicanas.

Trump lanzó su polémica propuesta de vetar temporalmente la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes por la amenaza del terrorismo yihadista el día 7 de diciembre. En este sondeo, cuyo margen de error es de +/- 4,9 puntos porcentuales, destaca que Trump ha recuperado el primer puesto, ocupado en la anterior encuesta de finales de octubre por el neurocirujano retirado Ben Carson, pero también el fuerte ascenso de Cruz.

Cruz ha subido 12 puntos con respecto del anterior sondeo, mientras que Rubio ha ganado 4.

Mientras, Carson cae a la cuarta posición (11 por ciento de apoyo), con 18 puntos menos de los que tenía en la encuesta de octubre.

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ANONYMOUS VS. KU KLUX KLAN

A principios de noviembre, Anonymous, la red internacional de activistas y hackers a favor de la libertad de prensa y la independencia de Internet, desveló la identidad e información de contacto de mil supuestos miembros del Ku Klux Klan; cedió la información personal de miembros de la asociación cristiana racista a través de sus perfiles en la red social Facebook: nombres completos, números de teléfono y direcciones de correo electrónico.

El Equipo de Inteligencia de Anonymous dijo en en su portal web que “son más que extremistas. Son más que un grupo de odio. Operan como terroristas y deben ser reconocidos como tales. Son terroristas que ocultan sus identidades bajo sábanas y que se infiltran en cada nivel de la sociedad. La privacidad del Ku Klux Klan no existirá nunca más en el ciberespacio”.

La llamada Operación Ku Klux Klan, que tuvo gran eco en twitter bajo la etiqueta #OpKKK, afectó a miembros actuales y pasados de la organización racista, con lo que señalaría también a aquellos que dejaron a un lado la capucha blanca para emprender nuevas relaciones con personas que pudieran desconocer por completo su pasado.

Anonymous declaró hace un año la guerra cibernética contra los que se postulan por la supremacía racial, a raíz de la muerte en la localidad de Ferguson (Misuri) del joven negro Michael Brown, de 18 años, por el disparo de un policía blanco en agosto de 2014. Debido a las dilaciones en el juicio contra el policía de raza blanca, Darren Wilson, y mientras se producían manifestaciones en esa localidad, el Equipo de Inteligencia de Anonymous situó al Ku Klux Klan en su centro de mira.

Con estas filtraciones, Anonymous considera que da un paso importante para terminar con la impunidad de los ataques raciales en Estados Unidos.

Las máscaras fueron diseñadas por Jennette Paras y tienen un costo de casi 500 pesos. Foto: dpa
Máscaras de Trump y de “El Chapo”, diseñadas por Jennette Paras. Foto: dpa

HURACÁN Y PESADILLA

Trump se ha convertido en un huracán político intratable para el aparato del Partido Republicano, que quiere evitar a toda costa una pesadilla: ver al polémico magnate como su candidato a la Presidencia de Estados Unidos en 2016.

La última “diablura” de Trump, su plan anunciado el pasado lunes a favor del veto temporal a la entrada de musulmanes a Estados Unidos en respuesta a la amenaza del terrorismo yihadista, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia republicana.

El precandidato a la Casa Blanca hizo esa propuesta al calor del reciente ataque en San Bernardino (California), que causó 14 muertos y una veintena de heridos y fue perpetrado supuestamente por dos simpatizantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Tanto revuelo provocó dentro y fuera de Estados Unidos la idea del magnate inmobiliario, líder en las encuestas sobre la nominación presidencial republicana, que el aparato del partido aparcó por una vez su prudente silencio hacia Trump y no se mordió la lengua.

El líder republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, subrayó que el plan antimusulmán del multimillonario “no representa” ni a la formación ni al país.

Similar indignación expresaron el presidente del Comité Nacional Republicano (ejecutiva del partido), Reince Priebus, y el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quienes reprobaron sin ambages la propuesta del multimillonario neoyorquino.

Según el diario especializado en información política The Hill, “la condena de un favorito presidencial de un partido por los máximos dirigentes del mismo partido en el Congreso no tiene precedentes, al menos en tiempos modernos”.

Uno de los famosos memes de Trump. Imagen: Twitter
Uno de los famosos memes de Trump. Imagen: Twitter

Lejos de acatar la línea de la formación política, Trump, que el pasado junio ya marcó el tono de su campaña al anunciar su candidatura con insultos a los inmigrantes indocumentados mexicanos, pasó al contraataque y amenazó con competir como aspirante independiente.

“Yo nunca abandonaré esta carrera”, aseveró el multimillonario, quien advirtió de que, si el partido no le da un “trato justo”, podría presentarse a la Presidencia “como independiente”.

Dada la tensa relación con el díscolo magnate, que algunos analistas describen como una “guerra fría”, el “establishment” ya se prepara para una atípica convención nacional el próximo julio, de la que debe salir el candidato a los comicios de noviembre de 2016. Si el empresario triunfa en las elecciones primarias, que empezarán en febrero con el “caucus” (asamblea popular) del estado de Iowa, el partido podría vivir una situación inédita desde 1976: una convención nacional dividida y sin un nominado claro.

Ese posible escenario fue objeto de análisis el pasado lunes en una cena secreta de altos cargos republicanos convocada por Priebus y a la que también asistió McConnell, según confirmaron al diario The Washington Post fuentes conocedoras de la reunión.

El portavoz del Comité Nacional Republicano, Sean Spicer, se limitó a subrayar este jueves que la ejecutiva “es neutral en este proceso”, pero algunos dirigentes abogaron en la cena por respaldar a un candidato alternativo a Trump, aseguraron las fuentes del Post.

Sobre el amago del magnate neoyorquino de abandonar el partido, opción que también baraja el precandidato y neurocirujano retirado Ben Carson, Spicer se declaró este viernes “seguro” de que ambos “se quedarán” en la formación conservadora.

Menos conciliador se mostró uno de los trece aspirantes presidenciales republicanos en liza, el senador Lindsey Graham, quien afirmó esta semana que “preferiría perder (los comicios) sin él (Trump) que intentar ganar con él si sigue haciendo lo que hace”.

“No es una vergüenza perder unas elecciones. La vergüenza viene cuando se pierde sin honor”, agregó Graham, quien prácticamente no cuenta en la carrera hacia la Casa Blanca a la luz de sus paupérrimos resultados en los sondeos de intención de voto.

Por ahora, las encuestas mantienen en la cresta de la ola al multimillonario, cuyo ascenso político sostenido desde junio pasado ha sorprendido a todo el mundo en Estados Unidos, que veía al empresario como un fenómeno anecdótico, pasajero y hasta jocoso.

Para más inri, el controvertido plan antimusulmán de Trump, que probablemente saldrá a relucir el próximo martes en un nuevo debate de los aspirantes conservadores a la Presidencia, no ha mermado un ápice su popularidad, a tenor de un sondeo publicado este viernes.

Según esa encuesta, elaborada del 8 al 11 de diciembre (Trump hizo su propuesta el día 7) por la empresa Ipsos y la agencia de noticias Reuters entre 481 republicanos, el magnate tiene un apoyo del 35 por ciento, el mismo porcentaje que antes de la polémica.

Carson ocupa, a amplia distancia, el segundo puesto (12 por ciento), seguido del senador de origen cubano Ted Cruz y el exgobernador de Florida Jeb Bush, ambos con el 10 por ciento.

Ante el desconcierto del Partido Republicano, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, gran favorita para obtener la nominación presidencial demócrata, se frota las manos, pero el “huracán Trump” sopla con fuerza, de momento, y sus efectos parecen impredecibles.

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