Las declaraciones de funcionarios mexicanos relacionados con la procuración de justicia corroboran lo que hace dos días publicara el diario estadounidense Los Angeles Times, en el sentido de que la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán se ha vuelto en estos días un tema político y electoral, o mejor dicho: electorero.

El diario angelino expuso que detener al narcotraficante más buscado en el mundo sería un gran triunfo para el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa que, a su vez, beneficiaría directamente la campaña rumbo a la Presidencia de México de la panista Josefina Vázquez Mota.

Los rumores que han diseminado las propias autoridades de justicia federales en el sentido de que “ya casi”, “ya merito”, “ya están a punto” de atrapar al jefe del Cártel de Sinaloa comienzan a generar dudas, incluso, sobre si el gobierno federal está negociando la captura del capo, quien ha trabajado a sus anchas en los últimos 11 años, desde que el 19 de enero de 2001 se fugó del penal de “máxima seguridad” de Puente Grande, Jalisco, sólo 50 días después de que el panista Vicente Fox Quesada tomara posesión como Presidente de México.

Ayer, Cuitláhuac Salinas Martínez, subprocurador de Investigación Especializada Contra la Delincuencia Organizada (SIEDO) aseguró, en el programa radiofónico del periodista Joaquín López Dóriga, que están en la vía correcta y que pronto tendrán buenos resultados en cuanto a la captura del sinaloense.

En Los Cabos, Baja California, dijo el funcionario, estuvieron cerca, pero el líder de la organización de la droga más poderosa de México se les adelantó. Sin embargo, aseguró, no le han perdido la pista: “… Eso es algo que me gustaría muy concretamente señalar, la Procuraduría (PGR) y en general todos los que estamos involucrados en materia de seguridad pública, entre ellos el Ejército tenemos que investigar todas las líneas para seguir investigando todas las líneas para ubicar a este sujeto, “El Chapo” Guzmán. Desafortunadamente son cuestiones de días los que nos privaron de detenerlo. No se ha agotado, esto nos da más pauta para desarrollar nuevos operativos”.

¿Por qué ahora, justo a unas semanas de que inicie la campaña presidencial los funcionarios hablan tanto del tema? ¿Por qué, antes de marzo de 2012, fueron tan reservados para tocar el tema?

La tesis de Los Angeles Times de que esa detención tiene tintes electorales también la han manejado otros analistas políticos en México pues, desde su punto de vista, es quizá el último as de la baraja que puede servir al presidente Calderón para justificar su guerra contra el crimen, ungirse como héroe y, además, catapultar a la candidata de su partido, el PAN.

Pero tanto run run sobre la captura, hoy sí mañana no, del nativo de La Tuna Badiraguato, en plena época electoral siembra dudas… Piensa mal y acertarás, dicen los abuelos.

 

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Roberto Gil Zuarth no se va, dijo Josefina Vázquez Mota, luego de que corrieran rumores de que su coordinador de campaña renunciaría tras el fracaso del acto del pasado domingo en que la panista tomó protesta como candidata del PAN a la Presidencia de la República. De hecho, corroboró, el propio Gil Zuarth le presentó su renuncia.

Esos rumores no sólo recayeron sobre Gil sino, incluso, sobre el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, a quien también se ratificó para que no saliera por la puerta de atrás.

Pero Josefina llamó a reforzar la estrategia más que a fracturar el equipo, lo cual no está mal a sólo 15 días de que inicie la campaña formal rumbo a Los Pinos.

“Roberto Gil ha salido a todos los medios de comunicación y me parece también un acto de honestidad, en la política mexicana esto es muy poco común… Creo que por eso tomé esa decisión [que se quede] de la cual me siento muy satisfecha, si yo no hubiese visto un colaborador comprometido no solamente se la hubiera aceptado [la renuncia], yo se la hubiera exigido”, dijo la ex diputada tras reunirse por primera vez como candidata a la Presidencia con estudiantes de una institución de educación superior: el ITAM.

El panismo entero, y no sólo Josefina y su equipo, tienen dos semanas para lavarse la cara, dos semanas para tratar de convencer a los indecisos que lo del Estadio Azul no fue un acto de imitación, fallida además, de las mejores prácticas priístas, y para mostrar que el PAN no ha perdido ya su esencia y todo el rumbo.

 

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Los senadores del PRI y el PAN lograron el cometido de darle la mejor bienvenida a México al Papa Benedicto XVI, con la aprobación de la reforma al Artículo 24 constitucional y establecer “que toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión”.

El debate de tres horas fue intenso, los opositores, los de los partidos de la izquierda mexicana, les gritaron de todo a los priístas y panistas, pues a su juicio la reforma no era necesaria y responde a una coyuntura política que se impuso desde fuera del Senado –desde Los Pinos–, además de que las cúpulas del PRI y el PAN la negociaron en lo oscurito.

El senador Dante Delgado Rannauro, de Movimiento Ciudadano, destacó que no es honesto aprobar una reforma constitucional en esas condiciones e insistió en los riesgos de incluir “la libertad de convicciones éticas”, pues da pie a que un médico argumente que no puede practicar un aborto porque sus convicciones no se lo permiten.

También el senador perredista Pablo Gómez Álvarez preguntó: “¿Qué necesidad de meter esta galimatías a la Constitución, donde ya se establece la libertad de profesar la religión que más les convenga?”.

Pero, pese a la gritos de “vende patrias”, “traidores”, “mochos”, se siguió la línea de Los Pinos. Sin duda, el mejor regalo que el presidente Calderón le ofrecerá al Papa, nomás pise suelo mexicano el próximo 23 de marzo.

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