La Ciudad de México mantiene desde ayer la Fase 1 por Contingencia Ambiental ante los altos niveles de contaminantes suspendidos en el aire. Este día, la Organización Mundial de la Salud dijo que más de 8 millones de personas mueren cada año en todo el mundo por enfermedades relacionadas a este problema. Para hacer frente a esta mala calidad del aire el Gobierno de Miguel Ángel Mancera anunció que el transporte público será gratuito mientras dure la alerta. Sin embargo, organizaciones no gubernamentales consideran que la decisión es sólo “un parche” que no atiende de fondo el problema real.
Ciudad de México, 15 de marzo (SinEmbargo).– Los sistemas de transporte colectivo Metro y Metrobús ofrecen desde el medio día de este martes servicio gratuito en todas sus líneas, lo mismo que la red M1, antes Red de Transporte de Pasajeros (RTP), y Transportes Eléctricos (STE) como respuesta a la Contingencia Ambiental por ozono que se mantiene desde ayer en la Ciudad de México.
Esta mañana, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME)mantuvo la Fase 1 de Contingencia Ambiental Atmosférica por Ozono en el Valle de México al no existir condiciones adecuadas de aire. De acuerdo con un estudio publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la mala calidad del aire es una de las razones por las que 8.2 millones de personas pierden la vida cada año.
En respuesta a los altos niveles de contaminación, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, convocó de manera urgente a su Gabinete de Movilidad para acordar acciones que contribuyan a la disminución de contaminantes, que este día alcanzaron los 112 puntos IMECA.
En la reunión se pactó que los servicios de Metro, Metrobús, Sistema de Transportes Eléctricos y M1 no tendrán costo, con el fin de desincentivar el uso de vehículos particulares, que representa la mayor fuente de emisión de contaminantes.
Posteriormente, en declaraciones a la prensa, el mandatario capitalino dijo que los niveles de ozono registrados no son sólo originados en la Ciudad de México, sino que provienen de las entidades que conforman la Zona Metropolitana.
“Tuvimos que llegar a la Fase 1 de Contingencia. ¿Por qué? No necesariamente por la Ciudad de México. Eso hay que destacarlo. La Ciudad de México está cumpliendo con su tarea. Aquí tenemos el Hoy No Circula. En la Zona Megalopolitana no se tiene el Hoy No Circula de manera integral, solo una parte del Estado de México”, dijo.
Para organizaciones ambientalistas, las medidas adoptadas por las autoridades de la Ciudad de México no son suficientes para atender los altos niveles de contaminación suspendidos en el aire ya que sólo funcionan como un “parche” que no atiende de fondo la verdadera problemática que representa el parque vehícular.
Daniel Zamudio, Coordinador de Transporte Eficiente de El Poder del Consumidor, dijo a SinEmbargo que el anuncio del Gobierno capitalino sobre la gratuidad en el Metro y Metrobús tras la contingencia ambiental “es un parche a la problemática”.
“Realmente la solución es que se sienten autoridades de la capital, del Estado de México y a nivel federal, con especialistas, académicos y sociedad civil para que se defina ya un plan estratégico a corto, mediano y largo plazo para poder disminuir la emisión de contaminantes”, dijo.
Zamudio explicó que para lograr lo anterior no hay otro camino más que restringir el uso del automóvil, la creación de impuestos verdes para los coches para utilizarlos en la mejora del transporte público.
Si la justificación es que no hay dinero, no hay recursos liberados para implementar más líneas del Metro al Estado de México, movilidad no motorizada y espacios públicos, esta es la solución.
“Alguien que realiza su viaje en auto de una hora, hora y media, dos horas, lo va a seguir usando porque lo que busca es comodidad y seguridad, cosas que aún no se encuentran al cien por ciento en el transporte público”, aseguró.
Dijo que este tipo de decisiones tratan de cubrir “como una cortina de humo” la realidad del problema. “O sea las emisiones de contaminantes son consecuencia de los millones de autos que existen, no hay una política pública efectiva para desinsentivar realmente el uso del automóvil”, comentó.
“A nivel Federal sigue habiendo muchos beneficios para la industria automotriz, no hay una normatividad que detenga la producción masiva de automóviles y me refiero a los automóviles ineficientes, que son los que se venden aquí, desgraciadamente se producen automóviles con una mayor eficiencia vehicular se venden en el extranjero y los menos eficientes, se quedan en México. La CdMx se está convirtiendo en un depósito de coches ineficientes, que contaminan más y que no cumplen con estándares internacionales”, comentó.
Por ello, el experto puntualizó en que el tema de la contaminación ya no sólo es un tema que deba tratarse a nivel local, “son todos los entes, todos los organismos responsables del descontrol de la movilidad en la ciudad”. El Gobierno capitalino, la Secretaría de Movilidad (Semovi), y a nivel federal tendrían que estar interviniendo para mitigar el problema de contaminación.
En México, se producen cerca 9 mil 300 muertes al año asociadas con la contaminación del aire, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud. Nuestro país es el segundo con mayor número de decesos por esta causa en toda América Latina, según dio a conocer en abril del año pasado Clean Air Institute, mientras que Brasil ocupa el primer lugar con 23 mil muertes anuales.
Cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) plantean que, de enero de 2010 a 2013, la mala calidad del aire provocó 19 mil 242 muertes prematuras, 53 mil 191 hospitalizaciones y más de 3 millones de consultas médicas. También parte de estos resultados causan ausentismo laboral, cuestión que provoca pérdidas económicas para las familias y para el país.
En septiembre de 2015, el Journal of Alzheimer’s Disease publicó un nuevo estudio que halló que la contaminación atmosférica aumenta el impacto en la neurodegeneración de los jóvenes que viven en zonas urbanas como el Valle de México, lo que se asocia con el riesgo de la enfermedad del Alzheimer (AD) y es un marcador de susceptibilidad para un mal resultado en la recuperación de alguna lesión cerebral traumática (TBI), misma que puede producirse cuando la cabeza recibe un golpe fuerte y violento que hace que el cerebro se golpee contra el interior del cráneo.
El estudio fue realizado por investigadores de las universidades de Montana, del Valle de México, de Boise State, y de Carolina del Norte, además del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por el Instituto Nacional de Pediatría, y por el Centro Médico Cozumel.