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Greenpeace

15/03/2021 - 12:05 am

Consumidores… tenemos el poder

Consumir es un acto político, consumir diferente es una forma de activismo que todos podemos ejercer.

Por Angélica Simón

Desde que nos han hecho creer que la depresión se cura saliendo de compras, que el mercado manda, que si no estamos a la moda no somos y que en las temporadas de oferta realmente ahorramos, los consumidores somos más autómatas que sujetos capaces de ejercer nuestros derechos.

Este 15 de marzo, Día mundial de los derechos de los y las consumidoras es una oportunidad para recordar que tenemos derecho a la protección de nuestra salud, a la seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno.

Ejercer estos derechos en un modelo de concentración de los mercados, del patrimonio y del ingreso, es casi imposible.  Vivimos una cultura del consumo sometida a los procesos del mercado, de una oferta que impone la estructura de la demanda a partir de las técnicas que utiliza la gran empresa para dirigir el consumo.

Las y los consumidores, que somos todos, tenemos el derecho y una necesidad urgente de romper este modelo ya que vivimos en tiempos de crisis ecológica donde los diversos elementos del medio ambiente han sido concebidos como una mercancía, al considerarlos recursos naturales que están puestos al servicio de la oferta y la demanda. Esto se ha tornado en un modelo insostenible. Los ritmos de extracción y de generación de desperdicio han rebasado la capacidad de los ecosistemas para conservar la base de nuestra vida en la Tierra.

Sí, es urgente dejar de ser títeres de la publicidad que alimentan el consumismo depredador y devastador no solo de nuestras finanzas, también de nuestros ecosistemas. Pero ¿cómo hacerlo sin alternativas?

Optar por modelos de consumo responsable ambientalmente amigable y justo también es un derecho que nos es negado por falta de acceso a otros mercados, a los productos locales, a los alimentos agroecológicos, a los productos naturales, a los productos sin plásticos. Los gobiernos deben  brindarnos opciones ¡y también es nuestro derecho exigirlas!

Desde Greenpeace consideramos fundamental transitar hacia el consumo responsable en México. Para ello, recordamos algunas de las recomendaciones planteadas en el documento “El consumo en México y sus impactos en el cambio climático”, realizado por el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, y Greenpeace México:

–Optar por programas de educación ambiental dirigidos hacia el consumidor.

–Generar espacios y mecanismos de encuentro y debate entre productores y consumidores.

–Promover el trabajo en red entre productores y consumidores, así como interlocución con tomadores de decisión gubernamental.

–Familiarizar a los productores con las prácticas de las plataformas de comercio digital para posicionar sus productos agroecológicos y de comercio justo.

–Desarrollo e implementación de políticas públicas para promover la actividad local de los productores del comercio justo.

–Fomentar política pública encaminada a incrementar las redes locales de comercio y esquemas de certificación participativa.

–Desincentivar mediante impuestos a la producción industrial basada en combustibles fósiles y exentar a las redes de producción-consumo locales, de comercio justo y/o de carácter agroecológico.

–Avanzar en modificaciones legislativas y políticas públicas que favorezcan el tránsito hacia el consumo responsable al poner límites y responsabilidades a las grandes empresas. Un ejemplo de esto son las regulaciones y prohibiciones estatales y municipales de plásticos de un solo uso, así como los esfuerzos que desde Greenpeace y la Alianza México sin Plástico hemos desarrollado para que se modifique la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR).

–Favorecer la reproducción de alternativas de consumo alternativo de alimentos, a través de la consideración de las semillas como un bien común en manos campesinas y evitar su privatización.

–Realizar una transición a la agroecología y dar un acompañamiento adecuado a agricultoras y agricultores para ello, asimismo, favorecer el consumo responsable de alimentos a partir de la adecuada ejecución del decreto presidencial que prohíbe el maíz transgénico y el glifosato para 2024.

No debemos olvidarlo. Las consumidoras y los consumidores tenemos derechos, y también tenemos el poder. Consumir es un acto político, consumir diferente es una forma de activismo que todos podemos ejercer.

Para mayor información consulta https://bit.ly/2OWeynj

*Angélica Simón es coordinadora de medios en Greenpeace México

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