ENTREVISTA | No tenemos la razón, sólo que no nos gusta este mundo: Las Pelotas

15/06/2017 - 12:05 am

Viene de Sumo. Su cantante, Alejandro Sokol, murió en 2009, a los 48 años. De las dos bandas en que se convirtió aquella tremenda con Luca Prodán a la cabeza, Las Pelotas fue la más “hippie”, por así decirlo. Han pasado muchas aguas bajo todos los puentes y esta es una entrevista al cantante, al líder, Germán Daffunchio, a horas de tocar en México.

Ciudad de México, 15 de junio (SinEmbargo).- Entrevistar a Las Pelotas, a su líder, Germán Daffunchio, tiene mucho proeza, de emoción. En Argentina, son una banda mítica, fruto de la ardiente Sumo –liderado por el italiano Luca Prodán-, una de las dos –junto con Divididos- en que se convirtió cuando murió Luca.

Claro, ha corrido mucho agua debajo de muchos puentes y la persona que está frente a mí no podría decirse que está libre. Por el contrario, todo el rock de los últimos años, en un país donde el rock es la música a expresar, tiene mucho para decir, sobre todo cómo es que esta agrupación tan señera –nació en 1988-, fruto de esos secretos mejor guardados en el país del sur, ahora tiene a México como motivación.

Alejandro Gómez: trompeta, trombón, percusión y coros; Gabriela Martínez: bajo y coros; Germán Daffunchio: guitarra y voz; Gustavo Jove: batería; Sebastián Schachtel: teclados y Tomás Sussmann: guitarra y coros, son los integrantes de Las Pelotas.

¿Qué rock tocan? Un rock propio, muy urbano, muy representativo de Argentina, con canciones que producen coros que inevitablemente se cantarán en los estadios de futbol.

Con 17 discos editados y una incontable lista de presentaciones en vivo, llegó a ser un indiscutido referente del rock en su país de origen y su masividad la expresó acompañando a las figuras de shows internacionales, como ocurrió en las primeras cinco presentaciones de Los Rolling Stones en Argentina, AC/DC y en la gira de Aerosmith en Sudamérica.

Su más reciente trabajo de estudio, editado en 2016, Brindando por nada, tiene a dos hits: “Víctimas del cielo” y “Como una estrella”, sumado a cientos de éxitos cosechados a lo largo de una carrera tenaz. De eso estará hecho su show en El Imperial

–Mirar un poco Las Pelotas ahora y preguntarse ¿para qué México, a estas alturas de la carrera de la banda?­

–Es una buena pregunta. Nosotros durante años y años nos dedicamos a tocar por Argentina, la música siempre fue un nexo de conexión por el mundo exterior y también nuestra forma de luchar por lo que uno siente o cree. Esa necesidad de decir, teniendo en cuenta que somos parte de la generación que vivió en la represión. Ese fue siempre fuerte para mí, tocar siempre fue tirar para afuera, buscando conexión con la gente, el sentirnos que no estamos solos en este mundo. Para mí es una forma de no sentirse cómplice y en Argentina, luchar para crecer, para hacerse escuchar, ha sido muy arduo. Durante todo ese tiempo jamás nos propusimos ir a tocar al exterior, jamás, fuimos a España en algún momento y la verdad es que son dos cosas muy distintas: Europa y América. Y cuando nos invitaron a venir a México, dijimos, ¿por qué no? Te confieso que estoy profundamente agradecido por la oportunidad que nos dio la vida, siguiendo esto que te digo, esta revolución que tenemos adentro nuestro, con estas ganas de mover, no porque tengamos la razón sino porque no nos gusta este mundo, al venir acá me di cuenta de que pasa lo mismo. Por otro lado, hay mucha gente en México que sigue a Las Pelotas, realmente es una sorpresa maravillosa.

–Acá, Gustavo Cerati es como Gardel y ha implantado un poco lo que es el rock mexicano…

–Bueno, nosotros somos de otra corriente. Mis raíces son Sumo. Tiene diferencia eso con Soda Stereo, éramos como antagónicos, siempre fue mucho más importante decir las cosas que uno veía, las cosas que uno sentía, que buscar hits para enamorar muchachas. Lo digo con respeto, son formas de ser ante la vida. Nosotros siempre luchamos por ser fieles a nosotros mismos y eso tuvo un gran costo, a nivel tiempo, con las compañías discográficas, porque nuestro mensaje –si existe un mensaje- no está muy emparentado con la moda, lo superficial.

–Ahora bien, el mensaje desde su primer disco, Corderos en la noche, hasta ese Brindando por nada, ha cambiado mucho. No hacen las mismas canciones…hay quienes dicen que ahora hacen temas “más livianos”

–Mira, también puede ser una cuestión de edad. Cómo uno va cambiando a través de la vida. No los principios, sino la visión que uno tiene sobre ciertas cosas. Hay temas nuestros de las primeras épocas que son totalmente actuales. “Corderos en la noche”, por ejemplo, ese tema, habla de un país de ovejas, con miedo, y eso sigue pasando en Argentina, en todo el continente. También hay un viaje en la vida de cada uno, nosotros tenemos discos que son casi sociales, muy combativos y esa parte sigue estando dentro de nuestro corazón. Pero estos últimos discos quizá estuvieron hechos dándonos cuenta de que la lucha nace adentro de uno mismo, son un viaje nada liviano, sino más comprometido con la fuerza de uno. Además, desde el punto de vista musical, intentamos no repetirnos, no quedarnos estancados. Es un riesgo, pero es como somos.

–¿Y el público?

–No tocamos para ningún público en específico. Tocamos para gente que va desde los 14 años hasta los 80. Y eso ratifica el sentimiento que uno tuvo desde siempre. Hay cosas que más allá de las edades son iguales en todos los seres humanos. Conflictos, necesidades, la falta de amor, el enojo frente a la sociedad…

­–Ha pasado algo muy difícil: la muerte de Alejandro Sokol luego de la partida de la banda

–Bueno, la ida de él fue una consecuencia final de su historia. Para nosotros fue volver a empezar, como venir acá… más allá de estar seguros de lo que estábamos haciendo, Alejandro había sido siempre nuestro frontman y jamás fue una posición que yo quisiera ocupar. No, la vida me llevó a hacer eso. Nuestra historia tiene una tragedia y no es nada bonito. Podría decir muchas cosas al respecto, entre ellas qué importante es en la vida, saber que uno lucha hasta el final, tratando de revertir la situación de un amigo. La conciencia en paz que te deja el no ser cómplices frente a una enfermedad. Definitivamente, Alejandro Sokol murió por la enfermedad que tenía. Fueron etapas duras, durísimas, es parte de nuestra vida y la tenemos marcada en nuestra sangre. Yo lo llevo con mucho orgullo, recuerdo su presencia, más allá de la tragedia, de la frustración –que también me pasó con Luca Prodan, no poderlos haber salvado de la muerte-.

Germán Daffunchio, guitarrista y frontman de la banda. Foto: Cortesía

­–¿Qué te pasó con las drogas, tan afines al rock argentino?

–Si me preguntas qué opino filosóficamente, creo que todo es una droga. Que este sistema te lleva a ser consumista de cualquier cosa. También considero que la gente muy sensible en este mundo, los que han tenido infancias crueles, falto de amor, es muy proclive a tener algún tipo de adicción. Las adicciones son tremendas, no las aconsejo a nadie, si eres padre dale todo el amor que tengas a tus hijos, llenarlos de vida y no mostrarle cómo te revientas para afrontar la vida.

–¿Qué les pasó con México?

–Hace poco que estamos, pero vi sobre todo en Guadalajara algo que no puedo explicar con palabras. El espíritu del mexicano con su propia raza. Eso es algo notable. Con respecto a mí, salir o entrar de las drogas, ya soy una persona grande y me gusta estar vivo.

–Estar vivo y ser frontman…

–Somos como una especie de familia. Allí hay dos que son hijos míos, el que me acompaña es mi hermano y nos apoyamos todos. Yo fui frontman por necesidad, no por ego, eso sí, me gusta muchísimo cantar. No me muevo, no hago demagogia, como suelen hacer hoy en día los frontman, esas cosas las odio profundamente. La música se ha transformado un poco en algo demagógico, para que la gente esté tranquila, consuma el momento, alcohol, drogas, eso no es la vida para mí. Yo soy porteño, nací en Buenos Aires, pero hace 25 años me fui a vivir a las sierras de Córdoba, tengo un pequeño campito allá, me hice mi casa y me encanta vivir en la naturaleza. Eso es lo más real de todo.

–¿Qué van a presentar en El Imperial?

–Vamos a presentar nuestra vida. Componemos juntos, nos gusta compartir sentimientos, así que vamos a presentar todo lo que podamos. La vida es una oportunidad única y esta será una gran oportunidad. Nos gusta hacer la lista unos minutos antes. Vamos a ver, es una cuestión anímica.

Las Pelotas, creen en sí mismos. Foto: Cortesía

–¿Hay alguna posibilidad de que se junten Divididos y Las Pelotas?

–A nosotros el que nos falta es Luca Prodan. Claro, tenemos a Andrea Prodan, vive muy cerca de mi casa, es un tipo impresionante, pero el tema es el respeto a Luca. Dejó de existir y nuestro amor es tan grande por todo lo que hizo, nunca quisimos negociar con eso. Nos llevamos bien con ellos, a pesar de que no nos vemos hace bastante, pero entre los músicos existe una hermandad de por vida.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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