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Francisco Javier Pizarro

15/07/2021 - 12:01 am

Imperio de EU contra Cuba

Lo que Washington está haciendo en contra de Cuba se llama genocidio, esto es, aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social o país por motivos raciales y políticos.

Tengan por seguro que el pueblo cubano no se va a intimidar y mucho menos entregará la soberanía de ese heroico país, pase lo que pase. La cúpula del Capitolio, en Washington. Foto: Patrick Semansky, AP.

El Presidente de Estados Unidos cree que ha llegado el momento de intensificar sus ataques contra los países de América Latina y el Caribe que considera son sus colonias.

Lo que Washington está haciendo en contra de Cuba se llama genocidio, esto es, aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social o país por motivos raciales y políticos. Les irritó que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobara una resolución la cual pide a Estados Unidos poner fin al embargo a Cuba, con 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos).

Para el Gobierno norteamericano y su Congreso el bloqueo que impuso a Cuba la Ley Helms-Burton hace seis décadas es intocable. La resolución de la ONU les valió un comino pese a la inmensa mayoría de naciones que votaron a favor, a sabiendas de que la Cámara de Representantes y el Senado son los que eligen si la resolución de la ONU se aprueba o rechaza, lo que es violatorio del derecho internacional. 

Obvio es que fue impugnada pese a la inmensa mayoría de naciones que votaron a favor. Saben que el bloque económico, comercial y financiero y la crisis sanitaria generada por la pandemia de la COVID son dos medios de presión política para desestabilizar al Gobierno de Cuba y generar cambios a su régimen desde el exterior, lo que contraviene los principios de la Carta de las Naciones Unidas y atenta contra la paz y la estabilidad internacionales, con un bombardeo sistemático, apelando a las redes sociales y las fake news, medios de comunicación y organizaciones civiles como Artículo 19, los cuales forman parte de la campaña de desestabilización de Cuba urdida por la Casa Blanca y los “gusanos”, como se les dice a los magnates cubanos que se refugiaron en Miami después del derrocamiento del dictador Batista al servicio de Estados Unidos y sus gánsteres.

Cuba, ciertamente, está inmersa en una aguda crisis económica y financiera que sacudió la macroeconomía, la unificación cambiaria y los precios relativos; las restricciones para importar y exportar, para conseguir alimentos y repuestos para la industria, el transporte y la energía eléctrica, ya no solo por el Bloqueo sino también por la pandemia que afectó severamente el servicio de turismo, que era una fuente presupuestal fundamental. 

Pese a todo ello, Cuba es uno de los países que ha logrado garantizar acceso universal y gratuito a elevados estándares de atención médica, educación, seguridad social, cultura, deporte, música y la vacuna contra la COVID.

Les describo al respecto los más relevantes con fundamento en cifras y datos de la Unicef, la Unesco y en general la ONU. Inició y consolidó desde la Revolución de 1959 una política humanitaria que no tiene paragón alguno en el mundo. Se las comparto.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) es la agencia de las Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) enfocada en promover los derechos y el bienestar de todos los niños, niñas y adolescentes en el mundo. Triste es decirlo, pero en nuestro planeta hay más de146 millones de niños menores de 5 años desnutridos. Cuba es el único país en el Caribe que ha eliminado la desnutrición.

852 millones de personas en el mundo padecen hambre. América Latina tiene una cifra de 53 millones de infantes desnutridos. En México hay 5 millones 200 mil de niños y niñas desnutridas.

En todo el mundo mueren de hambre cada año, mas de 5 millones de niños y niñas, que de conformidad con la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se le podría poner freno a la desnutrición infantil, si las naciones aportarán miles de millones, lo que no se ha logrado.

Ah, pero eso sí, cada año se invierte un millón de millones en publicidad comercial; 400 mil millones en drogas y estupefacientes e incluso 8 mil millones que se gasta EU en cosméticos.

En el rubro educativo, Cuba tiene un alto nivel. Es la única nación en América Latina y el Caribe que logró establecer “Educación para Todos de 2000-2015”, desde la relativa a los de la primera infancia, a la enseñanza primaria de niñas y niños mayores a los 6 años, el aprendizaje igualitario de jóvenes y adultos del nivel preparatorio y profesional, con lo cual redujo al 100 por ciento el analfabetismo de la población adulta de hombres y mujeres. 

Y no solo eso. En octubre de 2019, Cuba siendo parte del Consejo Ejecutivo de la Unesco, puso en marcha en París el Método de Alfabetización: “Yo sí Puedo” creado en Cuba, mediante el cual se logró que 10 millones 500 mil personas de 32 países –entre ellos México— hayan literalmente aprendido a leer y escribir, que un experto en la materia señaló era extraordinario ya que “leer y escribir puede ser la diferencia entre una vida digna y la pobreza absoluta”.

Ninguna de las potencias imperiales neoliberales dice nada de la política humanitaria que Cuba expandió a los países más explotados y humildes. Al contrario, se hacen los occisos. Estados Unidos se “auto considera” que es la sede de las mejores universidades del mundo, lo que es una falacia.

La formación promedio de educación de los estadounidenses es mediocre, según el Programa Internacional para Evaluación de Competencias entre países miembros de las Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. La investigación de esa evaluación de competencias, referida, medía dos niveles educativos: el de la capacidad lectora y la habilidad numérica de sus estudiantes.

En el análisis participaron 23 países, entre ellos EU, que estuvo entre los cinco países con peores resultados en la evaluación de la capacidad lectora y en la de habilidad numérica, los estadounidenses estuvieron constantemente por debajo de la media de la OCDE en todos los niveles educativos.

El índice de analfabetismo en Estados Unidos llega a partir del 2017 al 8.1 de la población adulta, lo que es más alto que muchos países desarrollados, y por supuesto de Cuba, que tiene una tasa de alfabetización del 99.75 por ciento, esto es el 0.25 por ciento de analfabetas.

¿No se ha informado Biden el por qué hay 16 millones de analfabetos en Estados Unidos, pese a ser una nación con muchas universidades? Se lo aclaro:

Porque cientos de miles de norteamericanos y residentes extranjeros viven con casi nada en Estados Unidos. La mayoría de ellos cuentan, sí, con seguro médico e incluso vales de alimentación, pero no tienen efectivo para pagarlo, por la sencilla razón de que son costos privados de los grandes magnates, no del Gobierno.

En 2011, había 1.5 millones de familias en esa situación y mas de 3 millones de niños que vivían sin tener acceso a las escuelas porque también eran de la iniciativa privada, lo que seguramente nada se ha modificado para equilibrar la desigualdad social hasta ahora, pese a la crisis sanitaria que la población racial de los de “abajo” –en particular los migrantes de países pobres—, la cual persiste y ahonda tanto en el Gobierno republicano de Trump, como también en de Biden, por más que se diga demócrata.

En lo que se refiere a la seguridad social, Estados Unidos nunca ha tenido una red nada generosa. En vez de ser impulsor de beneficios universales como ocurre en muchos países, entre ellos Cuba, se sustenta y pervive de las enormes disparidades de riqueza de su población, lo que es el sello de la pobreza en el mundo global en crisis.

Para terminar con los estúpidos “desafectos sociales” contra Cuba que el imperio promueve sin fundamento alguno, cierro con otros dos datos que le deben dar vergüenza a Biden. La esperanza de vida de los norteamericanos es de 79.2 años, inferior a la de los cubanos, que es 79.6 años.

La cifra de mortalidad infantil –el numero de infantes que fallecen por cada 1000 nacimientos vivos— es otro indicador clásico de las falsas e hipócritas políticas de bienestar social de la Casa Blanca.

De acuerdo con el mas reciente informe de PNUD, que utiliza datos de 2015, en EU la cifra de mortalidad infantil se ubica en 5.6 por ciento, lo que lo coloca en el lugar 44 del mundo, superado, no solo por países ricos, sino también por Cuba que tiene una tasa menor de 4 por ciento.

¿Pues no que los cubanos se están muriendo de hambre, son ignorantes y analfabetas y que no cuentan con medicamentos ni vacunas para inmunizar a la población del virus que provoca la COVID-19? 

Que no le mientan. Cuba es la única nación latinoamericana que cuenta con un sistema de salud reconocido mundialmente y antígenos producidos y desarrollados por su propia industria Bio Cuba Farma, empresa estatal que produce las medicinas en la isla, en particular, las vacunas Soberano 02 y la de Abdala, creadas en esquemas de tres dosis, para inmunizar a su población y la de otros países.

La isla caribeña acumula, hasta ahora, 174 mil 789 infectados y mil 209 personas muertas, de una población de 11 millones 333 mil 483 personas, lo que es muy inferior a los contagios y fallecimientos de Estados Unidos.

La grotesca descripción que Biden ha hecho de Cuba no es más que, como bien lo señaló el Presidente de la isla Miguel Díaz-Canel,  un “discurso imperial, cínico, mentiroso y calumnioso; es tan inmoral, descarado y obsoleto como lo es el criminal bloqueo”. Ese es el “SOS #Cuba” que difunden. 

Tengan por seguro que el pueblo cubano no se va a intimidar y mucho menos entregará la soberanía de ese heroico país, pase lo que pase. Fidel Castro lo dejó en claro desde 1976 –cuando la CIA hizo un atentado terrorista a una aeronave de Cubana de Aviación, que mató a a 73 pasajeros que se trasladaban a la isla de Barbados— en el masivo duelo en la mítica Plaza de la Revolución de la Habana, en la que estuve presente. Dijo enfáticamente una frase que me conmovió profundamente:     

¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injustica tiembla!

Veremos y diremos en que termina esta arremetida a Cuba del imperio yanqui, que, entre paréntesis, los neoliberales, van a buscar se ejerza también en México para desmantelar la Cuarta Transformación en curso. 

 

Francisco Javier Pizarro
Periodista y columnista. Fue coordinador editorial, subdirector y director del Diario de Chihuahua de 1989 a 2003. Obtuvo el premio Nacional de periodismo 2001 a 2002. Director y conductor del programa Televisivo A Fondo (2003 a 2009), del programa radiofónico Segundo a Segundo (2010 a 2017) y actualmente de la pagina de Reflexiones en Voz Alta en Facebook.

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